Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 3 de enero de 2011
En el tema ambiental, las prioridades son muchas para Jalisco y en particular, la zona metropolitana de Guadalajara. Una serie de indicadores revela, no obstante, que para el gobierno que encabeza Emilio González Márquez, esto es básicamente un discurso: el presupuesto para la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), nuevamente apenas rebasará en 2011 los 120 millones de pesos (incluida la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente), lo que significa penas 0.2 por ciento del gasto estatal, que supera 61 mil millones de pesos, oficialmente.
Con estos recursos, más las aportaciones federales que se logren, se debe sacar adelante los retos de terminar de renovar la red de monitoreo atmosférico de la capital del estado, que ahora se limita a ocho estaciones. Se deben establecer dos nuevas estaciones (Tlajomulco y El Salto) y ampliar el análisis al componente de partículas suspendidas de 2.5 micras, que ya es obligatorio en todo el país.
La entidad estatal también debe consolidar el errático esfuerzo por cumplir la norma estatal de separación de basura en todo Jalisco, tras la regresión que sufrió en el primer año de los nuevos gobiernos municipales. El otro punto a consolidar es el cumplimiento de la obligatoriedad de afinar y verificar los autos, que actualmente sólo realiza un tercio del parque vehicular registrado. Otras áreas de la Administración deben sacar adelante el saneamiento metropolitano de Aguaprieta y El Ahogado, que reducirá en más de 50 puntos la contaminación a los ríos de la entidad, pero demorará en operar al menos hasta 2013.
Las áreas protegidas del territorio de Jalisco siguen padeciendo por recursos: mientras La Primavera no logró consolidar un presupuesto en 20 millones de pesos, como lo prometieron los diputados, sólo hay recursos escasos para las otras áreas federales bajo convenio de coadministración: el Nevado de Colima y la sierra de Quila. Hay dos áreas protegidas estatales, los Bosques Mesófilos del Nevado de Colima y la Sierra del Águila, que siguen sin partida presupuestal, y otras dos reservas en vías de constituirse, los parques estatales del Bosque de Arce, en Talpa, y del Cerro Viejo, en Tlajomulco, Ixtlahuacán de los Membrillos y Jocotepec.
Las cifras del deterioro en Jalisco no serán, así, alteradas: 23 mil hectáreas deforestadas por año, 17 mil litros por segundo que se arrojan sin tratar a las cuencas hidrográficas, más de seis mil toneladas diarias de basura mal confinada, 1.4 millones de toneladas de carbono emitidas a la atmósfera.
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