Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 13 de enero de 2011
La ciudad debe estar preparada para las condiciones atmosféricas que se tendrán durante los siguientes cinco meses, cuando se prevé una declinación de la variación climática La Niña, progresivamente con mayores temperaturas y humedad, explicaron ayer el director del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Hermes Ulises Ramírez, y el investigador Ángel Meulenert Peña.
“En este momento estamos todavía con afectaciones de La Niña en el Pacífico, que se clasificó de moderada a fuerte, y por lo tanto estamos sujetos a las variaciones que este fenómeno está induciendo en una buena parte del planeta […] se mantiene La Niña en los siguientes tres a cinco meses; tenemos probabilidad, entre 40 y 50 por ciento, de que en nuestro estado las temperaturas se comporten un poco por encima de lo normal: si la norma en febrero es que los amaneceres estén rondando los ocho grados, podríamos andar con amaneceres un poquito por encima, en diez grados; respecto a la humedad, el modelo indica en el estado de Jalisco, que vamos a tener un poco más lluvia de lo normal”, explicó Meulenert.
No obstante, “los modelos están respondiendo en base a que La Niña entrará en una fase de disminución, entonces en los meses de abril y mayo, que aún no es temporal, están indicando que habrá un poco más de humedad en esta región, y si los modelos responden a esto quiere decir que La Niña va a entrar en una fase de declinación en ese segundo trimestre”, añadió.
¿Qué efectos tienen estas condiciones sobre la contaminación? El director del IAM, por su parte, respondió: “La zona metropolitana, que es un valle cerrado, y que por lo tanto no permite el flujo del aire con una corriente y por lo tanto hace que muchos de los contaminantes se queden encerrados, es uno de los factores que influyen; otro es las inversiones térmicas que se presentan, y sobre todo la magnitud de la inversión térmica, si tiene un espesor bastante grande, o si tiene una hora de ruptura en la tarde, obviamente se van a ir juntando más contaminantes y se puede presentar la contingencia ambiental […]”.
Las condiciones que se esperan en la atmósfera es favorable a que los precursores del ozono se formen, pues en marzo aumentará aún más la temperatura; “no nada más es el periodo invernal donde tenemos contingencias ambientales importantes, sino también en todo el periodo previo al temporal”, recordó Hermes Ulises Ramírez. Además, las contingencias por partículas suspendidas no se deben descartar, pues los escasos vientos pueden provocar que los incendios forestales, al alza en la época, y las quemas agrícolas, aporten esos contaminantes hacia la ciudad.
La zona metropolitana de Guadalajara acaba de registrar el año más contaminado desde 2007, con 123 días con mala calidad del aire. Las formas para afrontar esto debería ser una estrategia general que induzca a la menor utilización del auto y el fortalecimiento de los sistemas colectivos de transporte, por un lado, y a disminuir el uso del fuego para evitar incendios devastadores, ponderaron los científicos.
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Contrastes
Mientras La Niña trajo un invierno frío y seco en esta región del mundo, ocasionó lluvias torrenciales hacia el océano Índico, en particular en Australia.
“Quiere decir que cuando hay La Niña, las lluvias disminuyen notablemente en lo que es el Pacífico ecuatorial central, y que las aguas se trasladan a la zona del Índico y al Pacífico occidental; la persistencia de ello en estos momentos ratifica la permanencia de La Niña sobre nuestra atmósfera”, señala Ángel Meulenert.
Todavía no hay pronósticos para determinar si habrá lluvias intensas en verano, pero las escasas lluvias que hubo a comienzos de enero no se comparan con el abundante periodo invernal de 2009, añade.
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