El 29 de enero se definiría al próximo director del organismo operador, sucesor de Rodolfo Ocampo (en la foto). Sin transparencia, grupos priistas se disputan la dirección de la paraestatal y sus jugosos recursos
Guadalajara. Agustín del Castillo / Sonia Serrano. PÚBLICO-MILENIO
Sin la menor participación de ciudadanos y colegios de profesionales, los cuales no han recibido convocatoria ni conocido perfiles de los aspirantes, los grupos políticos priistas manosean la sucesión de Rodolfo Ocampo Velázquez al frente del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), una disputa que significa alcanzar el control de la principal empresa paraestatal de Jalisco, con ingresos cercanos a 2,600 millones de pesos anuales.
Así, ante el poder que la ley da a los presidentes municipales de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlaquepaque, como principales electores, con ocho asientos en el Consejo de Administración del organismo operador (donde el gobierno del estado tiene tres lugares), las personalidades cercanas a los munícipes se mueven esperando obtener el milagroso consenso para la sesión del próximo 29 de enero, que es para cuando se prevé se tome la decisión.
Y como no hay transparencia ni participación social —en lo cual no se distinguen de los gobiernos anteriores de mayoría panista—, cada alcalde mueve sus piezas.
De entre los que juegan con más holgura, están los intereses del cacique de Tlaquepaque, Alfredo Barba Hernández, quien sueña con imponer en la silla a su amigo y socio José Marull Thomas, quien ya ha sido director de Obras Públicas en Tlaquepaque —justo cuando gobernaba el Güero, entre 1989 y 1992—, y en Tlajomulco —en la muy cuestionada Administración de Guillermo Sánchez Magaña—. Su desventaja es la pésima imagen social que arrastra, pero tiene esperanzas de convencer al alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, quien no se ha podido sacudir la tutela del Güero, pero trata de andar con pies de plomo en un terreno tan resbaloso.
El otro grupo que trata de hacer efectivo un largo control sobre el sector agua es sin duda el que encabeza Enrique Dau Flores. Sus colaboradores aseguran que el efímero ex alcalde de Guadalajara no tiene intención de asumir la dirección “porque le espera un cochinero peor que el de Tlajomulco”, pero sí pugna por que se siente en la silla un director con perfil técnico, más que político. A quien trata de convencer de esto es al alcalde tapatío Aristóteles Sandoval Díaz.
Entre los promovidos por Dau están José Luis Gutiérrez, quien labora actualmente como gerente en el mismo SIAPA; José Luis Macías, quien ya fue director entre 1992 y 1994; Antonio Iglesias Benítez, actual director del organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (CNA), y Emiliano Rodríguez, ex director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato. Sin embargo, se dice que dos de los cuatro alcaldes se oponen a que “Dau meta las manos”.
Finalmente, dos políticos sin conocimiento del tema agua son promovidos: el ex líder estatal del PRI Javier Guízar Macías —cercano a los alcaldes, pues apoyó su candidatura en 2009— y el líder del tricolor en Zapopan, Carlos García, cuyo único mérito, además de su cercanía al alcalde zapopano Héctor Vielma, es ser familiar del ex gobernador y ex secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán.
Así, muchos nombres y poca transparencia, en una decisión tan importante para el futuro de la ciudad.
Guadalajara. Agustín del Castillo / Sonia Serrano. PÚBLICO-MILENIO
Sin la menor participación de ciudadanos y colegios de profesionales, los cuales no han recibido convocatoria ni conocido perfiles de los aspirantes, los grupos políticos priistas manosean la sucesión de Rodolfo Ocampo Velázquez al frente del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), una disputa que significa alcanzar el control de la principal empresa paraestatal de Jalisco, con ingresos cercanos a 2,600 millones de pesos anuales.
Así, ante el poder que la ley da a los presidentes municipales de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlaquepaque, como principales electores, con ocho asientos en el Consejo de Administración del organismo operador (donde el gobierno del estado tiene tres lugares), las personalidades cercanas a los munícipes se mueven esperando obtener el milagroso consenso para la sesión del próximo 29 de enero, que es para cuando se prevé se tome la decisión.
Y como no hay transparencia ni participación social —en lo cual no se distinguen de los gobiernos anteriores de mayoría panista—, cada alcalde mueve sus piezas.
De entre los que juegan con más holgura, están los intereses del cacique de Tlaquepaque, Alfredo Barba Hernández, quien sueña con imponer en la silla a su amigo y socio José Marull Thomas, quien ya ha sido director de Obras Públicas en Tlaquepaque —justo cuando gobernaba el Güero, entre 1989 y 1992—, y en Tlajomulco —en la muy cuestionada Administración de Guillermo Sánchez Magaña—. Su desventaja es la pésima imagen social que arrastra, pero tiene esperanzas de convencer al alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, quien no se ha podido sacudir la tutela del Güero, pero trata de andar con pies de plomo en un terreno tan resbaloso.
El otro grupo que trata de hacer efectivo un largo control sobre el sector agua es sin duda el que encabeza Enrique Dau Flores. Sus colaboradores aseguran que el efímero ex alcalde de Guadalajara no tiene intención de asumir la dirección “porque le espera un cochinero peor que el de Tlajomulco”, pero sí pugna por que se siente en la silla un director con perfil técnico, más que político. A quien trata de convencer de esto es al alcalde tapatío Aristóteles Sandoval Díaz.
Entre los promovidos por Dau están José Luis Gutiérrez, quien labora actualmente como gerente en el mismo SIAPA; José Luis Macías, quien ya fue director entre 1992 y 1994; Antonio Iglesias Benítez, actual director del organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (CNA), y Emiliano Rodríguez, ex director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato. Sin embargo, se dice que dos de los cuatro alcaldes se oponen a que “Dau meta las manos”.
Finalmente, dos políticos sin conocimiento del tema agua son promovidos: el ex líder estatal del PRI Javier Guízar Macías —cercano a los alcaldes, pues apoyó su candidatura en 2009— y el líder del tricolor en Zapopan, Carlos García, cuyo único mérito, además de su cercanía al alcalde zapopano Héctor Vielma, es ser familiar del ex gobernador y ex secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán.
Así, muchos nombres y poca transparencia, en una decisión tan importante para el futuro de la ciudad.
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Los entretelones
El ciudadano no tiene posibilidad de intervenir en el destino de la principal empresa paraestatal de la región. Ello, porque el SIAPA tiene un Consejo de Administración con representación de alcaldes, secretarios de estado, líderes obreros y empresarios que, se supone, garantizan esa representación y, en los hechos, secuestran la decisión, que normalmente tiene fuertes tintes políticos y partidistas
Así, quien desee asumir la dirección del organismo debe hacer intenso lobby ante los presidentes municipales, que cuentan con mayoría, lo que no es novedad en el proceso actual
Uno de los primeros “candidateados” al puesto fue el ex diputado federal y ex líder priista Javier Guízar. Es amigo personal del alcalde de Guadalajara, Aristóteles Sandoval, y ha pedido el apoyo de los otros presidentes, quienes sacaron adelante sus candidaturas justamente con el respaldo del polémico político de Ahualulco
A juicio de algunos, la llegada de Guízar sólo es posible si hay un acuerdo entre su corriente y la del Güero Barba, su principal enemigo y uno de los que promovieron su destitución como líder priista en mayo de 2009. Sería una especie de pago, pues Barba Hernández ya llevó a Roberto Marrufo a la coordinación priista en la próxima Legislatura local
Antonio Iglesias, funcionario de la CNA, podría también ser nombrado nuevo director de la Comisión Estatal del Agua, en sustitución de César Coll, pero ello mete en la negociación al gobernador Emilio González y puede alterar la decisión sobre el SIAPA, que se tomará en la sesión del Consejo de Administración del 29 de enero
Los entretelones
El ciudadano no tiene posibilidad de intervenir en el destino de la principal empresa paraestatal de la región. Ello, porque el SIAPA tiene un Consejo de Administración con representación de alcaldes, secretarios de estado, líderes obreros y empresarios que, se supone, garantizan esa representación y, en los hechos, secuestran la decisión, que normalmente tiene fuertes tintes políticos y partidistas
Así, quien desee asumir la dirección del organismo debe hacer intenso lobby ante los presidentes municipales, que cuentan con mayoría, lo que no es novedad en el proceso actual
Uno de los primeros “candidateados” al puesto fue el ex diputado federal y ex líder priista Javier Guízar. Es amigo personal del alcalde de Guadalajara, Aristóteles Sandoval, y ha pedido el apoyo de los otros presidentes, quienes sacaron adelante sus candidaturas justamente con el respaldo del polémico político de Ahualulco
A juicio de algunos, la llegada de Guízar sólo es posible si hay un acuerdo entre su corriente y la del Güero Barba, su principal enemigo y uno de los que promovieron su destitución como líder priista en mayo de 2009. Sería una especie de pago, pues Barba Hernández ya llevó a Roberto Marrufo a la coordinación priista en la próxima Legislatura local
Antonio Iglesias, funcionario de la CNA, podría también ser nombrado nuevo director de la Comisión Estatal del Agua, en sustitución de César Coll, pero ello mete en la negociación al gobernador Emilio González y puede alterar la decisión sobre el SIAPA, que se tomará en la sesión del Consejo de Administración del 29 de enero
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