viernes, 18 de mayo de 2018
Quince años después, La Pecas se fue de la Selva
El proyecto pionero de UMA que puso en el ojo público a los jaguares de la costa de Jalisco, ha sido cerrado.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Ningún integrante de la Comunidad Indígena de Santa Cruz del Tuito: ni Enerio Castillón Rodríguez, el poseedor del potrero donde se construyó el albergue en el que sobrevivió La Pecas desde 2006, ni don Gil, el anciano aborigen que pasa sus últimos años en la cercana aldea de Bioto, y que fue quien rescató a la felina huérfana en mayo de 2003, estuvieron el pasado viernes 11 de mayo en la despedida del ejemplar dePanthera onca más famosa del Pacífico occidental, que habita ahora al píe del Ajusco, en un santuario para panteras, donde seguramente extrañará el tórrido y húmedo ambiente costero de toda su vida.
Consecuencia obvia de los últimos años, en que se arrastró el proyecto de unidad para la conservación, manejo y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre (abreviado a Uma) en la inviabilidad financiera, el desinterés de los socios y la falta de apoyos federales (los recursos de la Comisión Nacional Forestal y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales financiaron las instalaciones, pero se cortaron al menos desde 2013), su responsable técnico, Gonzalo Curiel Alcaraz, es, no obstante, optimista: a su juicio, se cumplieron los objetivos de llevar el conocimiento de la presencia de jaguares en ecosistemas altamente presionados por la colonización, y en sensibilizar de la importancia de conservar la fiera como cúspide de la cadena trófica que permite un sistema natural sano y por ende, sus servicios ambientales.
"La gente de la región ya tiene conciencia clara de la existencia de jaguares, y eso es lo más relevante que aporta este proyecto, por lo que creo que sí cumplió sus objetivos; la idea, ahora, es procurar la conservación de los animales en vida salvaje, y no en cautiverio, a través del incremento de la red de fototrampeo, y es hacia donde caminamos", señaló el técnico forestal, entrevistado vía telefónica por MILENIO JALISCO.
La Pecas fue un hito en la historia de la conservación en la parte norte del litoral de Jalisco. Mientras prosperaba discreto pero con rotundo éxito un programa de conservación en la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, al sur; ni en Cabo Corrientes ni en Puerto Vallarta existían proyectos y las referencias al "tigre" solían ser vagas, legendarias.
Los ecólogos clásicos no encuentran sentido en preservar especímenes en cautiverio, pero con esta felina fue inevitable por su familiaridad con vecinos humanos desde el primer mes de vida, hasta un defecto visual que se le detectó, que le impediría cazar si se pretendía reintegrarla a la vida libre.
Fue de este modo que se construyó un proyecto famoso. La idea fue reproducir felinos (no se logró), establecer un proceso de educación ambiental y de investigación. La asistencia del director del proyecto de Chamela-Cuixmala, Rodrigo Núñez, potenció las sensibilidades: La Pecas justificó una red de fototrampas y sensibilizó a los gobiernos federal y estatal para hacer un monitoreo del estado de la especie. Se firmó una asociación entre un grupo de comuneros (que nunca funcionó), y se le llevaron dos machos (Heracles y Lucky), alternativamente, en busca de reproducir a la pantera, lo que tampoco se logró.
La Pecas y Lucky estarán en cuarentena y se irán a vivir a Black Jaguar, un santuario de felinos enclavado en el cerro del Ajusco, que es uno de los pocos sitios del país donde hay recursos para establecer estancias óptimas para animales salvajes, más allá de la necesidad de aclimatarse a alturas y rigores ajenos a su vida en la selva. Pronto podrían acompañarlos en la misma suerte los dos jaguares de la uma de Potrero de Mulas, en San Sebastián del Oeste. Mientras quiebran los proyectos de confinamiento, el reto verdadero es que la Panthera onca sobreviva en estado salvaje, entre los encinares y selvas de Jalisco.
------------------------------------------------------
Claves
100 jaguares se estima que sobreviven en la región costa de Jalisco, de acuerdo al monitoreo de la especie, realizado hace ocho años
Los sitios más importantes de presencia de Panthera onca para Jalisco son Manantlán, Volcán de Fuego, Chamela-Cuixmala, Cajón de Peña-La Cuesta, Cabo Corrientes y las cuencas al sur de Puerto Vallarta
El proyecto pionero de La Pecas, en Bioto, ha dado una relevancia al conocimiento de jaguar que no se había tenido en décadas, lo que generó algunas políticas públicas para su rescate.
SRN
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario