miércoles, 15 de junio de 2016

Jalisco fue notificado del cambio de trazo



La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales asegura que consultó a la Semadet, sin embargo no recibió ninguna opinión a favor o en contra.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) asegura que el gobierno de Jalisco fue notificado del proyecto de desvío de 9.2 kilómetros de la carretera federal 200 en la parte sur de la bahía de Chamela, pero no recibió ninguna opinión a favor o en contra de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet).

Tampoco emitió opinión la dirección de la reserva de la biósfera Chamela-Cuixmala, pero en ese caso, no medió notificación alguna, pese a que existía un acuerdo con los responsables del área natural protegida para involucrarlos en la discusión, ante la necesidad de conciliar los intereses de la conservación con los del desarrollo turístico.

Estos son datos que señala el oficio SGPA/DGIRA/DG/03903 emitido por la dependencia el 28 de mayo de 2015 para autorizar el desvío de la carretera original, que data de 1973, en aproximadamente 9.2 km de longitud. El proyecto de impacto ambiental fue recibido el 10 de noviembre de 2014 y se le asignó la clave 14JA2014V0024 15 días después; el proyecto se denomina “modernización de la carretera federal 200, entre los cadenamientos del km 61+734 al km 70+929, mediante la construcción de un nuevo tramo de 9.206 km de longitud en el municipio de La Huerta, estado de Jalisco” (sic).

El texto señala que el 9 de enero de 2015 fueron notificados el gobierno de La Huerta, la Semadet (oficio SGPA/DGIRA/DG/0064), “para que manifestaran lo que a su derecho conviniera”; también, la Dirección General de Vida Silvestre y la Dirección General Forestal y de Suelos de la propia Sermarnat, así como a la Comisión Nacional del Agua, “para que emitieran su opinión técnica”.

“A la fecha de la emisión del presente oficio resolutivo, no se recibió opinión técnica alguna de la presidencia municipal de La Huerta ni de la Semadet de Jalisco”, subraya (página 3 del resolutivo).

Quien sí dio su opinión, añade el documento, es el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que opera la estación de biología de Chamela (oficio DIE-058/15, del 3 de marzo de 2015), pero en ningún punto de las 58 páginas del resolutivo se señala alguna contribución expresa de ese organismo para consolidar o cuestionar el proyecto carretero.

La obra está planteada para un ancho de derecho de vía de 40 m, con una superficie de 36.82 ha, y tres puentes sobre corrientes superficiales que atraviesan la zona; esto obligará a remover 18.26 ha de selva baja caducifolia secundaria y 14.27 ha de selva baja caducifolia íntegra.

“El tramo actual de la carretera federal 200 quedará para uso local entre las comunidades de San Mateo y el Arroyo Chamela; sin embargo, describe la necesidad de actuar para llevar a cabo la restauración del sistema estuarino que se presenta en la región...” (página 14).

De la longitud total del trazo nuevo, casi dos tercios atraviesan una zona con política de conservación de acuerdo al ordenamiento ecológico territorial de la Costa de Jalisco. Lo que “vende” como beneficio ambiental es que los humedales serán restaurados, aunque ello contraste con la opinión que la misma DGIRA emitió en la autorización de ampliación de la misma carretera (del km 0 al 87), en que indicaba que era mínimo el daño a los esteros como efecto del trazo original de la carretera de los años setenta.

Impacto ambiental

La nueva carretera tiene un impacto al patrimonio natural considerable; si bien, no se analiza el efecto sobre los polígonos protegidos de Chamela-Cuixmala (lo que es inexplicable, pues reconoce que pasa a menos de un km de este), reconoce que la zona a afectar tiene registros de 109 especies de fauna “distribuidas en dos especies de anfibios, 12 especies de reptiles, 72 especies de aves y 23 especies de mamíferos”. Quince están protegidas oficialmente por el gobierno mexicano (norma oficial 059), pues cuatro están en peligro de extinción (entre ellas, el jaguar, el ocelote y el tigrillo), cuatro amenazadas y siete bajo protección especial.

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