jueves, 2 de junio de 2016

Piden plan de urgencia para La Primavera



Comités científico y ciudadano advierten urgencia de que se establezca la zona de amortiguamiento y que se dé prioridad a los bienes públicos por encima de los intereses privados

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La conservación del bosque La Primavera, y el enorme valor de los servicios ambientales que provee a la segunda conurbación más extensa del país, debe ser la prioridad en relación con los derechos, legítimos o no, de posesionarios, propietarios o detentadores de proyectos de aprovechamiento de sus recursos, entre los que destacan el agua, las urbanizaciones y la energía, advirtieron esta mañana los miembros de los comités científico y ciudadano del organismo público descentralizado Bosque La Primavera.

“La Primavera, como ecosistema otorga beneficios que lo sitúa en importancia arriba de cualquier interés particular o proyecto ajeno a su calidad de capital natural para el presente y futuro de Jalisco, incluida la geotermia”; además, “es símbolo y espacio único de la diversidad natural de este planeta, cuyo valor es insustituible e intangible, sus servicios cobran nueva dimensión ante los cambios globales y el riesgo de incremento de desastres”, señalaron en la declaratoria, dada a conocer en la casa Iteso Clavigero en el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente.

“Su conservación reclama capacidad política que vaya más allá de medidas efímeras que buscan de manera ingenua atender un deterioro sin trastocar las fuerzas y presiones que está originando la degradación del bosque, el diagnóstico actual prueba que La Primavera tiene más presiones ahora, que hace 36 años, llevándonos a un estado crítico”.

Por ello, “se requiere garantizar el bien común sobre el bien privado en la toma de decisiones, con el fin de fortalecer la identidad social para este patrimonio común”. Así, “es impostergable integrar una zona de amortiguamiento, ya que el exterior del polígono no ha sido tomado en cuenta como un componente clave para la conservación del ecosistema, a pesar de que las amenazas más evidentes se están dando en esta zona. A la par, se requiere controlar y revertir el cambio indiscriminado de uso del suelo en el perímetro del bosque y la fragmentación al interior del área natural protegida”.

De forma paralela, “reclamamos la implementación inmediata de un sistema de indicadores que permita comunicar el estado que guarda el bosque La Primavera y su área de influencia, y escenarios para este siglo XXI con un bosque sano contrastando con el escenario tendencial de degradación, para una cuantificación clara de los costos ambientales, sociales, patrimoniales y de salud que representa La Primavera”, añaden.

Los integrantes de estos dos comités, que tienen un asiento respectivamente en la junta de gobierno del OPD, piden “un Plan de Emergencia, como herramienta para tomar acciones contundentes, visibles, efectivas y coordinadas a corto plazo. Así como herramientas de gestión integradoras, amplias, innovadoras, de nueva generación y largo aliento que permitan visualizar inclusive a cientos de años, la conservación de este ecosistema único, del que depende el bienestar de millones de personas que tienen derecho a una vida saludable”.

De lo contrario, “no otorgar debida protección y perder la integridad del ecosistema como área protegida, sería una inobservancia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de los compromisos derivados de las convenciones ambientales, siendo definitoria para caracterizarla como violación a los derechos humanos”.

Por eso, los dos comités hacen suya “la reciente recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en materia de derechos humanos y áreas naturales protegidas publicada el pasado 25 de abril de 2016 en el Diario Oficial de la Federación, referida a que la debida protección y preservación del medio ambiente cobra una relevancia singular en el régimen de áreas protegidas, al igual que la obligación de dictar las medidas necesarias para establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos en la reglamentación y administración de dichos sitios”.

Dada la transversalidad e interdependencia “atribuible a la conservación de ecosistemas, hábitats, flora y fauna, se hace patente que la inobservancia en el ámbito interno de los compromisos derivados de las convenciones ambientales y los instrumentos declarativos o interpretativos transcritos, es definitoria para la caracterización de violaciones a los derechos humanos, entre otros, al medio ambiente; todo lo cual observamos también es cierto para el área natural protegida bosque La Primavera”, concluyen.

Arturo Curiel Ballesteros, coordinador del Comité Científico, precisó: “este pronunciamiento se organizó en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, este 5 de junio, cuyo lema este año es un llamado a valorar de manera estratégica la vida silvestre -el lema original es go wild for life (“ir a lo salvaje por la vida”) y La Primavera es la vida silvestre más cercana a nosotros en el sentido geográfico y emocional”.

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