miércoles, 23 de noviembre de 2011
Zapopan denunciará penalmente por descargas de Villa
El ayuntamiento interpondrá recursos por las vías penal y ambiental por la contaminación de aguas negras. Municipio desmiente al Copag: sí vertieron aguas negras sin tratamiento. El organismo había señalado que estaban tratadas y no había daño a ecosistemas
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 4 de noviembre de 2011
Aguas negras o aguas tratadas. Esta disyuntiva generó ayer la polémica entre el Comité Organizador de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 (Copag) y el Ayuntamiento de Zapopan, sobre los vertidos a cielo abierto en un predio anexo a la Villa Panamericana durante los días de la justa.
Para la autoridad municipal, la violación es tan clara, que habrá denuncias penales y ambientales. Pero el Copag insiste en que fue agua tratada y no hay materia de violación o delito.
Un día después de que Zapopan confirmara la contaminación provocada por dos plantas de tratamiento colapsadas por los desechos domésticos de siete mil ocupantes del inmueble panamericano, los cuales se fueron crudos a siete socavones abiertos en la zona adyacente, anomalía detectada el 23 de octubre por personal del municipio; el director de Infraestructura Deportiva del Copag, Hugo Rodríguez, aseguró que ni hubo contaminación considerable, y ni siquiera se pasó de una “clausura simbólica”.
Entrevistado ayer a mediodía, admitió que hubo un problema con la planta de tratamiento como efecto de una lluvia previa con granizada, pero los vertidos fueron de “aguas tratadas con calidad de riego”, lo cual es muy diferente a las aguas con heces. A la planta de tratamiento del complejo se agregó una planta auxiliar ante la gran generación de residuos prevista, pero que se rebasó el volumen previsto para verter las aguas tratadas y esto obligó al vertido directo a las fosas, añadió.
Insistió en que por ser de calidad de riego, son aguas que ya van depuradas, pero por seguridad, Zapopan hizo observaciones y realizó una “clausura simbólica”, pero nunca dejaron de funcionar las plantas de tratamiento.
“A mí me extraña mucho este debate sobre algo que ya fue resuelto y no está ocasionando ningún problema”, destacó.
La autoridad municipal tendrá en unas horas el resultado de las muestras levantadas en la zona, con lo cual, será sencillo determinar si son aguas tratadas o no: la calidad del agua para riego es muy superior a la de las aguas crudas en parámetros como coliformes, sólidos suspendidos, demanda bioquímica y química de oxígeno, según lo establecen la norma oficial mexicana 001-Semarnat y la Ley Federal de Derechos.
El Ayuntamiento de Zapopan respondió ayer al filo de la noche que presentará denuncias penales y ambientales por los daños ocasionados con aguas negras al acuífero de El Bajío del Arenal.
Sí fueron aguas negras y no fue “clausura simbólica”, ratificó. “Las plantas de tratamiento siguen clausuradas y los sellos no han sido retirados por la autoridad municipal. Existe el acta número 175520, de la Dirección General de Inspección de Reglamentos, de fecha 24 de octubre de 2011, en la que se establece que se procede a la clausura temporal y/o parcial de la planta de tratamiento, así como el área de cisternas y/o captación de aguas residuales, colocándose los sellos de clausura folios 76528, 77892, 77,893 y 77,894”, explicó en un comunicado.
Además, “existe la orden de visita folio 005 de la Dirección General de Ecología, que fue recibida por el Sr. Román Ruiz, coordinador de Seguridad del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos de Guadalajara”, hechos de los que “dio fe el notario público número 4 de Guadalajara, Dionisio Flores Águila, quien asentó en su acta las descargas a cielo abierto de las aguas sanitarias de la Villa Panamericana y residuales del área de cocina, el levantamiento de muestras que fueron enviadas a un laboratorio de la Universidad de Guadalajara para su análisis”.
Así, añade el documento, “debido a que era necesario realizar las adecuaciones necesarias para evitar una contaminación mayor al área afectada, así como el riesgo inminente a la salud pública, no se acordonó el área de las plantas de tratamiento con el objeto de que a través de equipos especializados para la extracción de sólidos, fueran retiradas las aguas sanitarias y residuales, mismas que siguen clausuradas y no podrán ser utilizadas hasta que no sean reparadas y verificadas por la autoridad municipal”.
El ayuntamiento rebate que “jurídicamente no existe clausura simbólica, por lo tanto el Ayuntamiento de Zapopan ratifica que las plantas de tratamiento siguen clausuradas y los sellos no serán retirados hasta que se normalice la situación y se corrijan las anomalías técnicas y operativas de dichas plantas. Si hubiera una violación al estado de clausura, esto constituye un delito tipificado en el Código Penal del Estado de Jalisco”.
La entidad que reconoció no tener suficiente información fue la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), instancia que estaba obligada a mantener un inspector y exigirle reportes de anomalías.
El residente ambiental de la Villa Panamericana, Justo Osorno, nunca informó de problemas con las plantas de tratamiento de aguas residuales, ni siquiera en su reporte final entregado el 31 de octubre a la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), una semana después de los hechos; tampoco lo hizo el inspector que la dependencia estatal tenía de forma constante en el complejo habitacional, aceptó el procurador, Fernando Montes de Oca.
“Lo que le puedo garantizar es la profesionalidad del arquitecto Justo Osorno y el trabajo que realizó fue un trabajo muy completo [...], él lo entrega el viernes [su informe cuatrimestral de actividades de verificación], yo lo leí, no venía ningún comentario de este suceso”.
Dijo que entonces le pidió directamente a Justo Osorno un informe final de cuál fue su apreciación y su participación en este evento, que entregaría a la Proepa la tarde de este jueves.
“Tengo que checar yo la actuación de mi inspector y porqué en su momento ese condicionante no fue debidamente verificado”, puntualizó.
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El mayor daño, al acuífero
••• El daño mayor de las descargas de heces y desechos de la Villa Panamericana será aguas abajo, es decir, a la zona de recarga de agua y su recorrido hacia los manantiales de la cuenca del arroyo Atemajac, que dan el recurso a unas quince mil viviendas en la zona metropolitana de Guadalajara, subrayó el director del bosque La Primavera, José Luis Gámez Valdivia.
“Parece que definitivamente esta contaminación no se ha vertido al interior del polígono del bosque, está afuera, en la zona de El Bajío, y la preocupación de la sociedad deberá ser que esa contaminación no llegue a los mantos freáticos y se evite contaminar el agua de uso humano”, puso en relieve el funcionario.
Destacó que ya hay personal del bosque georreferenciando en las siete pozas que se abrieron ilegalmente para recibir los vertidos contaminados, y que es tarea de dependencias estatales y municipales remediar el efecto nocivo. “Afortunadamente se detectó a tiempo y es posible que se logre extraer casi todo el material, para evitar que logre afectar en mayor medida los mantos del subsuelo; la preocupación es que por ser zona de alta permeabilidad, el acuífero absorbe todo rápido, de ahí la necesidad de actuar pronto”, enfatizó.
Añadió que permanecerán vigilantes de que no se generen procesos que alteren el bosque, y que apoyarán los trabajos de otras dependencias en caso de ser requeridos.
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