miércoles, 30 de noviembre de 2011

Al rescate del último depredador: el lince


La Primavera, uno de sus últimos santuarios. Quedan una veintena de individuos en el bosque protegido, pero ha desparecido de 80% de la distribución regional que tenía en 1960; sin su presencia, se derrumban las cadenas alimenticias que permiten la estructura de la vida silvestre

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 6 de noviembre de 2011

La drástica reducción del Puma concolor y la extinción completa del lobo ha dejado al lince rojo (Linx rufus) como principal depredador del bosque La Primavera, por lo cual, tiene a su cargo mantener a raya a los comedores de hierbas y sostener el frágil equilibrio de la vida silvestre.

Porque si bien, se tiene detectado un puma que todavía deambula por la floresta, al menos hay una veintena de individuos del también llamado gato montés, con fuertes presiones por la presencia humana, lo que ha significado continuas muertes de ejemplares en las aldeas aledañas durante los últimos meses.

“Hace décadas, se distribuía por varios montes alrededor del bosque; se les observaba con frecuencia en el volcán de Tequila, Ahuisculco, Cerro Viejo y la barranca [del río Santiago], pero su número ha ido disminuyendo progresivamente y concentrándose en La Primavera”, refiere la encargada de fauna del área natural protegida, Karina Aguilar Vizcaíno.

Así, “quedan menos de 20 linces y entre ellos solamente un puñado de hembras que tienen capacidad para criar”, lo que “le convierte en el felino más amenazado del bosque […] a principios de la décadas de los 80 del siglo XX, algunos investigadores de la Universidad de Guadalajara comienzan a lanzar las primeras voces de alarma sobre la reducción de las poblaciones de algunas especies, entre ellas el lince. A pesar de ello poco se hizo para evitar su disminución, entre las acciones más relevantes fue el decreto como área natural protegida, sin presupuesto para administrar y operar acciones para la protección de este importante espacio natural. Fue hasta el año 2008 año en que se inicia de una manera modesta pero contundente a trabajar, generándose una dirección de fauna, lamentablemente hoy en día es un animal que vive únicamente en núcleos muy reducidos”, añade.

El lince es un carnívoro de la familia de los félidos caracterizado por tener un aspecto parecido al de un gato, pero de mayor tamaño, con las patas más largas, zarpas grandes y fuertes, y orejas terminadas en un pincel de pelos de más de dos centímetros de longitud; “además, también posee un penacho de pelos en cada mejilla, es un cazador sigiloso que se vale de la vista y el oído para capturar a sus presas”.

¿Por qué están desapareciendo los linces? “Las principales causas de esta reducción de ejemplares son la pérdida y transformación de sus hábitats naturales, la caza clandestina, el uso de trampas con cebos envenenados, los atropellos en carreteras, el aislamiento y la falta de intercambio genético entre poblaciones y, sobre todo, la falta de alimento. En este sentido, hay que decir que más de 80 por ciento de su dieta está compuesta por el conejo, por lo que no resulta extraño que se haya extinguido en aquellas áreas donde los conejos desaparecieron”.

El roedor, a su vez, ha desaparecido en masa, “por acción de los cambios de uso del suelo agropecuarios, abuso de agroquímicos [herbicidas, raticidas]”. No obstante, “desprovisto del conejo, los linces pueden alimentarse como segunda opción de roedores y otras aves, crías de venados, pequeños mamíferos y algunos peces”.

El lince es objeto de trabajo prioritario de la dirección de fauna en el bosque, que desarrolla diversos programas para su estudio y recuperación.

“El panorama parece ideal para conservar esta especie, si no fuera porque quizá puede ser demasiado tarde y porque quedan muchas tareas pendientes por hacer; estudiar el impacto ambiental de aquellas obras que afecten a su hábitat; erradicar la colocación de trampas en el monte; controlar los ingresos al bosque para evitar la cacería de linces en predios particulares, valorar la capacidad ideal de individuos -con ello se podría eliminar hasta en 60 por ciento la mortalidad de la especie-, aplicando la ley a conciencia”. También “hay que proteger los últimos vestigios de corredores faunísticos hacia el bosque desde Ahuisculco, el Volcán de Tequila y el cerro Los Bailarines”, pone en relieve la experta.

De hecho, la gestión a favor del lince demuestra que puede funcionar como especie sombrilla: su salvación es la de todos los ecosistemas de la sierra protegida.

En la tarea, “se trata de hacer permeables las carreteras con pasos de fauna y, en el marco de la directiva, crear corredores ecológicos que permitan el intercambio poblacional entre los principales núcleos estables. Finalmente, es esencial recuperar las poblaciones de conejos en ciertas áreas, investigando posibles fórmulas para erradicar los principales problemas que los eliminan, agroquímicos, fuego, enfermedades”, dice por su parte el director ejecutivo del bosque, José Luis Gámez Valdivia.

Así, para conservarlo “también es necesario seguir estudiando a este animal, y si bien se están realizando varias investigaciones con las técnicas básicas, se hace de un modo descoordinado, con los centros de investigación o instituciones obligadas a la conservación de este importante felino”.

El lince es un animal solitario y huidizo, prefiere las medias luces del atardecer y del amanecer, y descansa las horas de calor refugiado al frescor de la maleza. “Al tratarse de un animal sigiloso, utiliza el factor sorpresa para cazar a sus presas, en espacios más ralos, con matorrales abiertos y herbazales. Por todo ello, es muy difícil avistarlo en el campo. Estas condiciones son tan necesarias para el lince que se sabe que la eliminación y transformación del bosque o matorral ha sido la principal causa de regresión de las poblaciones de linces. A partir de los cambios de uso de suelo y la disminución de las poblaciones de conejo, provocando que a finales de los años 80, el lince desapareciera en el 80 por ciento del área que ocupaba en 1960”.

Los linces mantienen territorios estables “a los que sólo permiten entrar a alguna hembra si son machos, o algún cachorro que se niega a abandonar a su madre, si son hembras”, refiere Aguilar Vizcaíno. “La mayor parte de los celos se producen en enero y febrero. La hembra es la encargada de cuidar de la camada - entre uno y cuatro cachorros- hasta que, a partir de los ocho meses, comienzan a buscarse la vida por su cuenta”. Ésa que ahora se ha tornado especialmente difícil, en un medio intensamente presionado por el hombre.

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Buscan erradicar animales ferales

La extinción de los depredadores silvestres de La Primavera viene aparejada de un fenómeno creciente y preocupante: la llegada de “nuevos” depredadores, que son perros y gatos domésticos abandonados en la floresta y que llegan a constituir feroces grupos de animales de presa que además de sus armas naturales, tienen a su favor no temerle al hombre.

Estos animales desplazan especies nativas y depredan sobre los herbívoros, por lo cual, la dirección del boque considera esencial su control, por dos vías: impedir que se les abandone, lo cual implica ser estrictos al no permitir el ingreso de esos visitantes, y realizar campañas de esterilización en las zonas urbanas adyacentes.

A últimas fechas, la campaña de esterilización, que ya se hizo en Zapopan, cubre tres localidades de Tlajomulco de Zúñiga: El Palomar, San Agustín y Santa Cruz de las Flores.

“El trabajo se realizó con ayuda de varias instituciones públicas, privadas y voluntarios que otorgaron el servicio de manera gratuita. Difarvet S.A. facilitó 50 vacunas múltiples; Grupo Veterinario Fonseca regaló desparasitante para 200 caninos; Diamond Pet se encargó de la fabricación de material para difusión; Animal Naturalis compartió pláticas e información en las poblaciones donde se iba a trabajar. La Secretaría de Salud (Región Sanitaria XII) participó con material para cirugía y dos médicos; Centro de Control Animal Guadalajara trabajó con tres médicos y se sumó el voluntario Kevin Rodríguez; mientras el Ayuntamiento de Tlajomulco apoyó en la coordinación, perifoneó y contactó con las comunidades”.

Se aplicaron vacunas antirrábicas, vacunas desparasitantes y operaciones de estrilización, señala Édgar Arturo Ramírez Gómez, de la dirección de Conocimiento y Vida Silvestre de La Primavera.

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Necropsia de un gato asesinado

Este lince fue asesinado por la bala de un granjero de Zapopan en las inmediaciones del cerro del Tepopote, al norte de La Primavera y sobre el corredor que conecta con la barranca del río Santiago.

“El animal encontrado fue un adulto joven, de acuerdo a la revisión médica preliminar […] se observó que el animal estaba sano, con un estado nutricional óptimo, y presenta una herida de bala en el cuello con entrada dorsolateral, dañando el sistema nervioso central y por consecuencia produciendo muerte instantánea”, señala el reporte de la Dirección de Fauna del bosque.

También se hizo un sondeo en la zona “y [...] no se logró determinar quién fue la persona responsable de la muerte del lince, la única información que se pudo obtener es que en la zona las personas ocasionalmente encuentran gallinas muertas y lo adjudican a la observación relativamente frecuente de lince, por lo que se puede deducir que alguna persona con animales domésticos lo realizó, aunque no hay certeza de este hecho por lo que no es posible realizar una denuncia formal”.

El 28 de Mayo del 2011 se realizo la necropsia del Lynx rufus, donde se ratifica “un estado nutricional óptimo, con un excelente calidad y cantidad de masa muscular, al ingresar a cavidad torácica se observaron solamente cambios postmortem y un infarto al miocardio debido a la muerte súbita [el órgano se guardó en formol para posibles cortes histológicos]; en la cavidad abdominal no se encontró relevancia de algún tipo
de enfermedad o deficiencia que afectara la vida del organismo, solamente una carga parasitaria moderada de nematodos que en la fauna silvestre aparentemente es normal”.

Lo sobresaliente de la minuciosa inspección “fue que al incidir la cavidad estomacal se encontró solamente un poco de heces y una pequeña cantidad de folículos pilosos que aparentemente pertenecen a un conejo u otro mamífero pequeño, no se encontraron restos de gallinas -plumas, heces- siendo que la supuesta causa de su muerte fue por alimentarse por gallinas, según la información que se obtuvo de la breve investigación que se realizo cuando se recogió el cadáver”, apunta el reporte del veterinario responsable de la operación, Édgar Arturo Ramírez Gómez.

Así, la única posibilidad de garantizar que estos animales no sean inculpados de forma falsa, para justificar su cacería, es “realizar acciones de educación en zonas prioritarias, de modo que las personas conozcan sobre los mitos y realidades de la fauna que ellos consideran peligrosa”.

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