lunes, 9 de noviembre de 2015

Temen crisis social en Cihuatlán tras "Patricia"



Casi cuatro mil desempleados de la economía del plátano perderán ingresos casi siete meses; es necesario aprovechar crisis para la restauración ambiental del municipio costero, señala Morán Araiza.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

El huracán Patricia y los fenómenos meteorológicos posteriores que han devastado la Costa Sur de Jalisco ya pasaron hace diez días, y aunque la ayuda gubernamental ha sido pronta y adecuada, el daño mayúsculo a las plantaciones de frutales y plátanos va a provocar que hacia el final del año, se presente un grave problema social, por el desempleo masivo que va a afectar a casi cuatro mil trabajadores y sus familias, advierte el ex presidente municipal y líder social de la región, Antonio Morán Araiza.

“La economía de Cihuatlán estaba basada fundamentalmente en el cultivo de plátanos y la afectación que hubo en las 2,600 hectáreas en lo que corresponde a Jalisco fue impactante respecto a este ingreso económico, porque fue 100 por ciento de daños, y para recuperarse, aunque no hagas plantaciones nuevas, las existentes las vas a tener en siete meses; eso quiere decir que no vas a tener ningún ingreso, y cuánta gente se va a quedar sin empleo, ponle que uno por ha, como empleo directo, más el corte, el acarreo, el empaque, al menos una y media personas”; lo que lleva a cifras cercanas a cuatro mil personas que dependen de esta economía.

“Esas personas en un mes no van a tener empleo, y habrá que prever qué problemas sociales se pueden venir con esto; a como están las condiciones actuales, la gente puede agarrar una vida desordenada y eso llevarnos a muchos problemas sociales […] hay evidentemente un apoyo del gobierno, no nos quejamos, pero deben de complementarse con una estrategia de fortalecimiento del empleo, para que la gente pueda tener estímulos”.

Hay en la actualidad por parte del sector ambiental, un apoyo económico por medio del programa de empleo temporal (PET) de la Semarnat, pero se trata de que se aprovechen tantas manos disponibles para darles ocupación e ingresos por más tiempo, en las labores de reconstrucción que va a demandar la región. De este modo, se permitiría sobrevivir a miles de familias en lo que la economía del plátano es restaurada.

“Más adelante, hay que pensar que una vez reestablecido esto tiene que venir la cadena de frío, de productividad, de mercadotecnia, que tenemos que producir para exportar, dado que tenemos buena calidad de tierra, buena calidad de fruta, pero nos falta ese brinquito que es la cadena en frío, el empaque, para poder vender a mejores precios y nos podamos defender mejor de otras condiciones como pasó ahora”, subraya.

Morán Araiza es uno de los principales plataneros de la región. Destaca que además de atender al sector primario, es indispensable ensayar esquemas para incorporar a la mujer al trabajo, y restituir de una buena vez el turismo, otro sector importante que ha sido golpeado por los eventos meteorológicos extremos en los últimos años, en parte, debido a la destrucción de las condiciones naturales por proyectos no sostenibles, tanto en la línea de costa, como en el caso de la zona montañosa, severamente deforestada.

“Hay que terminar de rehabilitar, pues esta es una zona turística que le da ingresos a la gente, le da ingresos al estado y le quita un problema social; el gobierno debe pensar en invertir en esta zona; tenemos muchos puntos de desarrollo turístico […] tenemos tres lagunas que están contaminadas y tenemos que hacer algo por ellas, y convertirlas en turismo y en productivas para la cuestión de saneamiento; por ejemplo, la laguna de Barra de Navidad tiene 600 hectáreas, puede producir 26 especies de peces y crustáceos comerciales de acuerdo a la Universidad de Guadalajara […]”.

- Se dice que una crisis es una oportunidad, y ustedes enfrentan un problema serio por problemas acumulados de devastación de sus espacios naturales…

- Sí, yo tengo la certeza que la Secretaría de Medio Ambiente [Semarnat] tiene un estudio completo de esta zona, que ha sufrido una deforestación por los mismos dueños de las parcelas que para criar ganado deforestan sin misericordia y descubren los suelos, con pendientes arriba de 50 por ciento, cuando tenemos pluviometría promedio anual de entre 800 y 1,200 milímetros, con la que no alcanzas a sostener un pastizal; si estos terrenos se convirtieran en ecológicos, para la reproducción de venado, de jabalí, de coyote; darle la oportunidad a estas especies y convertir pastizales en parajes ecológicos, tendríamos una gran cantidad de turismo; los mismos campesinos podrían aprovecharlo como un ingreso permanente, y nos podríamos defender mejor si tuviéramos una condición ecológica de sostenimiento natural [sic].

- Por ejemplo, la cacería legal de venado deja más que la ganadería.

- Claro, ve cuánto cobran por la caza de un venado, deben de ser cantidades muy fuertes, si en el desierto lo hacen por qué no lo podemos hacer en la costa y en la selva, y además darle vida a esto…

Antes del huracán de 1959, el más devastador que haya pegado en la región (se habla de 1,600 muertos en el municipio colimense de Minatitlán), el ecosistema dominante era justamente el bosque tropical caducifolio y subcaducifolio. “Todo esto, los valles de Jaluco, de El Aguacate, de Barra, de San Patricio, era una selva virgen; y si bien no podemos regresar a esa condición, por qué no conservar el suelo, y si bien las partes planas pueden permanecer agrícolas, por qué no reforestar el monte, que la dejemos que prospere y apoyar al campesino a conservar cotos de crianza de animales silvestres”.

2,600

hectáreas de cultivo de plátanos resultaron afectadas en Cihuatlán

4,000

personas dependen de esta actividad en el municipio

No hay comentarios: