lunes, 9 de noviembre de 2015

Hay 50% de deforestación en la zona de Barra de Navidad



De casi 56 mil hectáreas la cuenca asociada a ese cuerpo lagunar, prácticamente la mitad perdió su vegetación natural.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Una explicación de los graves efectos que tienen los eventos meteorológicos extremos sobre el territorio de Cihuatlán, es el añejo problema de la deforestación y los cambios de uso de suelo desordenados. El investigador de la UdeG, Francisco de Asís Silva Bátiz, señala que hay una pérdida histórica de 50 por ciento de la cobertura de ecosistemas tan solo en relación con una de las principales cuencas del municipio, la de la laguna de Barra de Navidad.

De casi 56 mil hectáreas la cuenca asociada a ese cuerpo lagunar, prácticamente la mitad perdió su vegetación natural, según los datos que aporta el Marco estratégico para el manejo integrado de los humedales costeros de Jalisco, de su autoría, publicado en 2013.

El análisis compara las coberturas de suelo entre los años 1976 y 2000. Comienza con la selva seca. “La cobertura original de selva baja caducifolia perdió 9,280 ha de la superficie presente en el año de 1976; de esta superficie, 4,842 ha se transformaron en pastizal cultivado [ganadería], 4,122 ha en agricultura, 110 en pastizales inducidos, y 60 ha en asentamientos humanos, entre otras; sin embargo para el mismo período la selva baja caducifolia incrementó 1,412 ha en zonas donde no existía originalmente a costa de otras. La contabilidad final arroja como resultado una pérdida de 7,867 ha de superficie de selva baja caducifolia con respecto al año de 1976. Esta pérdida es más evidente en la porción central de la cuenca”.

La cobertura de selva mediana subcaducifolia “perdió 848 ha con respecto a la superficie presente en el año de 1976, de estas, 401 ha se transformaron en bosque de encino, 166 en pastizal cultivado y 281 ha en selva baja caducifolia; sin embargo para el mismo período la selva mediana subcaducifolia se incrementó en 68 ha en zonas donde no existía a costa de otras coberturas como selva baja caducifolia y bosque de encino; de esta manera la contabilidad final arroja como resultado la pérdida de 780 ha de superficie de selva mediana subcaducifolia”, añade.

El manglar, vegetación asociada al cuerpo de agua y cuyo papel como amortiguador de huracanes está ya fuera de duda, “disminuyó 217 ha con respecto a la superficie presente en el año de 1976; de esta superficie, 201 ha se transformaron en agricultura y 14 ha en asentamientos humanos; sin embargo para el mismo período el manglar se incrementó 109 ha en zonas donde no existía originalmente, a costa de otras coberturas […] el balance final es una pérdida de 106 ha de manglar”.

En cuanto al bosque de encino, “perdió 2,764 ha con respecto a la superficie presente en el año de 1976; de esta superficie, 1,116 ha se transformaron a pastizal cultivado, 701 ha a pastizal inducido y 538 ha a agricultura, entre otras; sin embargo para el mismo período, el bosque de encino incrementó su cobertura en 529 ha a costa de otras coberturas. La contabilidad final arroja como resultado la perdida 2,235 ha de bosque de encino”.

Por el contrario, “las principales coberturas que experimentaron incrementos netos durante el periodo de estudio son, el pastizal cultivado (7,633 ha), agricultura (6,138 ha), asentamientos humanos (286 ha) y los cuerpos de agua (181 ha)”, puntualiza.

Un siglo en cinco hitos

1906: Comienza la alteración de la región con la construcción del canal del Tajo por un particular que buscaba resolver el eterno problema de las avenidas del río Marabasco, que anegaban periódicamente el valle de Cihuatlán. Ese canal, asociado a la creciente deforestación de la cuenca, multiplicó la llegada de suelo desprendido de las montañas, que comenzó lentamente a azolvar la laguna

1950: “Comenzó la construcción de los canales del actual hotel Cabo Blanco […] con la obra se produjeron fuertes modificaciones a la laguna, incluyendo la tala de una gran extensión de mangle, rellenos, terraplenes y la modificación de los patrones hidrodinámicos y de la topografía en el margen de la laguna, […] la pesca en la laguna y en la bahía alcanzó una importancia alta, debido en parte al crecimiento y consolidación de la actividad turística y el inicio de la comercialización de diversos productos pesqueros, figurando entre los más importantes la tortuga marina y el tiburón”

1959: Un gran huracán pega las costas de Jalisco y Colima y arrasa con buena parte de la cobertura de selva del valle de Cihuatlán. Lo sustituye el actual paisaje dominado por palmeras coqueras

1970: Se funda Colimilla, al otro lado de la laguna. También se construyeron las carreteras federales 200 (Manzanillo-Puerto Vallarta) y 80 (San Patricio Melaque-Guadalajara), lo que además de alterar la cuenca, detonó un gran crecimiento económico y urbano

1985: A partir de entonces, y en los siguientes quince años, desapareció 39 por ciento de la vegetación de manglar en la laguna; el espejo de agua disminuyó y su profundidad se redujo; el pueblo creció hasta montar fincas en la misma duna costera. La laguna del Tule fue azolvada. La contaminación y el azolve a la laguna crece.

No hay comentarios: