sábado, 17 de marzo de 2012

Recuperar cuencas, lo mejor para evitar las inundaciones



La reapertura de espacios ligados a los ríos en la zona consolidada de la ciudad es una respuesta más efectiva que ampliar colectores

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

La reapertura al menos parcial de las cuencas hidrográficas que fueron cortadas, entubadas y pavimentadas dentro de la mancha urbana de Guadalajara, constituye una solución de fondo muy superior a la construcción de cualquier infraestructura profunda que siempre es rebasada por las tormentas extremas de la ciudad, advierte el investigador del Departamento de Geografía de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Luis Valdivia Ornelas.

“Sí, esa sería una política importante, porque la urbanización provoca el incremento del agua en la superficie porque se abate la infiltración, y mientras más espacios tengamos de infiltración, disminuye la cantidad de agua que escurre, y es una política que se lleva a cabo en varias ciudades del mundo —en Chile, Argentina, Europa—, una política de ampliación de los espacios verdes, que son como “esponjas” para que el agua se infiltre, o se retenga un tiempo, y no se vaya aguas abajo, y que para cualquier sistema es muy difícil poder captar, por la enorme cantidad de agua que se produce por las tormentas severas, que es el fenómeno mas común en la zona metropolitana de Guadalajara; no son fenómenos excepcionales, tienen su historia, y es un comportamiento normal del clima en Guadalajara”, dijo.

—¿No sería más costoso esto que abrir redes de colectores profundos y todo eso?

—Pues en los años 70 del siglo XX hubo un esfuerzo muy importante para ampliar el sistema de colectores, y al año se volvieron a registrar las inundaciones; aquí el problema no es de ingeniería sino de planeación y de ordenamiento territorial, para que no se alteren las condiciones de los sistemas hidrológicos, y que en donde estén alterados se recuperen parcialmente, para tener ahí funcionalidad, no sólo para que disminuya la cantidad de agua que escurre sino también ver la calidad en el entorno ambiental.

Así, mientras las autoridades municipales no se preocupen por evitar el crecimiento sobre lechos de arroyos y ríos, y tampoco dejen al margen de los desarrollos urbanos las zonas de riesgo, el problema no tenderá a disminuir. En el caso de las zonas donde la ciudad ahora crece, hay posibilidades de una mejor gestión de territorio; en las consolidadas, la inversión debe ser tendiente a recuperar el funcionamiento de las cuencas.

—Con las inundaciones parece que no aprendemos la lección, cada año hay pérdidas millonarias en la ciudad…

—Sí, es un fenómeno que se comenzó acentuar en los 70, cuando ese esfuerzo que te refería para ampliar el sistema de colectores, pero esto fue insuficiente debido al rápido crecimiento de la mancha urbana; entre los años 80 y 90 se consolidó el problema, que ahora es una situación delicada que sucede año con año: el incremento del fenómeno y la cantidad de agua que escurre por las calles, […] están asociadas sin duda a la forma en que llueve en el valle de Atemajac, donde tenemos tormentas de alta intensidad, son tormentas que sueltan mucha agua en poco tiempo; cualquier sistema hidráulico es incapaz de conducir estos volúmenes de agua que se generan en poco tiempo, en menos de una hora, entonces esta visión de tratar de detener el problema de las inundaciones con obras de ingeniería consideramos que ha sido insuficiente y se debería haber incorporado una visión de ordenamiento, de planeación y organización del espacio urbano, para disminuir la magnitud de este problema.

El experto de la UdeG establece que la ingeniería y la tecnología en general son valiosos auxiliares, pero no se puede confiar en ellas para enfrentar desafíos que tienden a agravarse: 50 por ciento de las reservas urbanas de la ciudad están en zonas de riesgo: “Debemos priorizar la planeación y la gestión correcta del territorio por encima de los intereses inmobiliarios”, puntualiza Valdivia Ornelas.

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Claves

Las propuestas

►Recuperar las cuencas, abrir de nuevo los ríos enterrados, tiene al menos una década como debate, pero ignorado en las grandes líneas de inversión gubernamental de Guadalajara. Entre estos esfuerzos, son dignos de mención tres proyectos articulados:

►Sistema de parques lineales por la recuperación de los cauces hidrológicos en la zona metropolitana de Guadalajara, despacho del arquitecto Genaro de Silva Sagaón y alumnos del ITESO, 2004

►Ciudad Jardín. Ecometrópolis, 2006

►Anillo Verde. Rodrigo Diez de Sollano, 2001 (red de áreas verdes en torno a la ciudad, un proyecto complementario)

►La ciudad se asoma a la barranca. Despacho consultor de Francisco Pérez Arellano, 2005 (a propósito del frustrado proyecto de Arcediano)

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