sábado, 10 de marzo de 2012
Piden no permitir monorrelleno en la barranca
Los lodos de la planta de tratamiento Aguaprieta dañarán severamente la flora y fauna del área protegida del río Santiago, dicen
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
Colectivos ciudadanos se manifestaron ayer en contra del cambio de uso de suelo en el predio de Los Tempizques, que es parte del área de protección hidrológica municipal, Barranca del río Santiago, de Zapopan, y que se pretende dejar para un “monorrelleno” con los desechos sólidos de la planta de tratamiento de aguas negras de Aguaprieta, que está proyectada para sanear 75 por ciento de las aguas de la ciudad.
La oposición se dio en las diferentes participaciones que tuvo la consulta pública convocada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y que se realizó la mañana de ayer.
En particular, el Instituto de Derecho Ambiental (Idea), que preside la doctora en derecho Raquel Gutiérrez Nájera, el fraccionamiento Bosques de San Isidro (que encabeza Alejandro Organista Paredes), los agentes municipales de San Isidro, José Alfredo Flores González, y San Esteban, José Antonio Poblano Sierra, así como los colonos de San Esteban, a cuyo frente se encuentra José Antonio Camarena Sánchez, firmaron un dictamen en que establecen su oposición al proyecto, tanto por los daños que se harán en la zona como a las deficiencias del documento de la manifestación de impacto ambiental que presentó el promovente.
“Es [un documento] incompleto, ya que solamente se refiere a siete hectáreas, y no las casi 20 ha que utilizará; no tiene consistencia y soporte técnico y científico. No describe la región hidrológica ni los impactos ambientales sinérgicos y acumulativos que el mismo causará en el tiempo. Tiene una vida útil de casi 20 años recibiendo 508,600 toneladas diarias de lodos a cielo abierto sujetos a la evaporación. ¿Acaso queremos formar otro Salto y Juanacatlán?”, señalaron en el texto.
El proyecto “sí compromete la biodiversidad del área natural protegida y la calidad del agua, además de ser incompatible por la normatividad existente”. Esto, porque se encuentra dentro del área natural protegida zapopana que el Congreso de Jalisco validó desde 2008. “De igual manera, se encuentra en una UGA [unidad de gestión ambiental] del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco y el ordenamiento local de Zapopan, que los mismos promoventes del proyecto reconocen [que] tiene [en esa zona] una política territorial de protección, un uso predominante del suelo de flora y fauna, con un uso compatible de área natural protegida”. Y por si faltara, está en proceso la declaratoria de área natural protegida de carácter federal.
El documento para justificar desmontar selva baja y matorrales “no cubre en su análisis los extremos del artículo 121 y 120 del reglamento de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, ya que no describe el predio y su sistema ambiental para saber lo que va a impactar el cambio del uso del suelo, principalmente los servicios ambientales que se perderán o que pudieran ponerse en riesgo por el cambio de uso del suelo”, añaden.
Así, los quejosos esperan que la autoridad ambiental niegue el permiso para dañar un ecosistema protegido.
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