martes, 20 de junio de 2017
Plan maestro fluvial, proponen para el AMG
La regulación hidráulica es oportunidad para rescatar espacios verdes y mejorar en general las zona de uso público, señala Jenaro de Silva.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
"La regulación y saneamiento hidráulico podría avanzar a la par con la generación de espacios abiertos recreativos", para lo cual, se propone un plan maestro fluvial del Área Metropolitana de Guadalajara, señaló el académico del ITESO, Jenaro de Silva Sagaón.
"Actualmente los acuíferos y escurrimientos en el Área Metropolitana de Guadalajara son factor de amenaza para la población; la urbanización no se ha integrado adecuadamente al sistema fluvial. La regulación y saneamiento hidráulico podría avanzar a la par con la generación de espacios abiertos recreativos", dijo el experto en su presentación en Guadalajara 500, el pasado 14 de junio, convocado por el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan).
Como punto de partida, añadió, "considerar a la zona centro de Guadalajara como un área de renovación urbana", por dos razones: "es deficitaria de espacios abiertos recreativos, y tiene conflicto por inundación descontrolada del agua de lluvia". La estrategia es canalizar los recursos del CUS (coeficiente de urbanización del suelo) "a la generación de espacio abierto", lo que significa "crear sistemáticamente una reserva para espacios verdes, con opción de preferencia a las zonas con proclividad a la inundación". Es decir, se abre espacio común y se eliminan zonas de daño potencial si allí se edificara.
También, "adoptar como objetivo la creación de corredores verdes coincidentes en lo posible con el escurrimiento pluvial. Con ello se logrará la mitigación del problema de las inundaciones con riesgo a las personas y a sus pertenencias, y la ubicación del espacio abierto en áreas de mayor humedad", lo que significa "inyección de agua al subsuelo y mayor éxito en la forestación urbana", añadió.
Su premisa es la importancia de revertir de forma gradual las tendencias de urbanización cerrada o coto residencial, porque a su juicio "da la espalda al espacio público". Un modelo alternativo: El modelo de vivienda en el corazón de la manzana o vecindad, que "ofrece la relación directa con el espacio público, toda vez que incorpora al espacio semi privado como una extensión de lo público", indicó.
La idea es "lograr un equilibrio de las funciones urbanas", lo que también pasa por quitarle el peso político y social que tienen los automotores, que han condicionado el crecimiento de la metrópolis y su expansión desmedida.
"Hay que dar un espacio importante a otras modalidades, al flujo peatonal y ciclista", y eso también es una oportunidad que se abre con la recuperación de los corredores hidrológicos.
De este modo, "se logra una política que tiene que ver con la reivindicación de la ciudad, con el medio físico natural, y esto va aparejado a la disminución de los riesgos de las inundaciones; se crea con toda intención un continuo de espacios naturales que permite que el agua siga su cauce y que las personas tengan espacios de contacto, de convivencia, de fraternizar y de relacionarse de forma cívica".
Se llega así "a la reintegración ecológica entra la serranía que la bordea a la ciudad, La Primavera, el Cerro Viejo, la barranca del río Santiago", lo cual es viable con instrumentos específicos de planeación, "de poder establecer las bases para lograr estos objetivos"; por eso, la parte del territorio que ha sido desestructurada artificialmente debería ser considerada espacio de renovación, pues se aplicarán allí las medidas para regresar la ciudad a su coexistencia armónica con el entorno, con menos riesgos para la población, que va desde prevención de desastres hasta las dificultades de la convivencia y el deterioro de la salud social.
SRN
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