La economía agropecuaria en la que la entidad ostenta liderazgo nacional no da valor a los bosques y propicia que se destruyan y se quemen. Urge cambiar eso, advierte la Semadet
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
La titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Magdalena Ruiz Mejía, advierte la urgencia de cambiar este modelo depredador, cuyos límites han llegado ante el aceleramiento del calentamiento global.
¿Por qué Jalisco tiene dos años con un impacto de incendios tan severos? “Pongamos la comparación con los estados de Chihuahua, Durango, Oaxaca, que son forestales; Jalisco tiene casi ocho millones de personas, un tercio por arriba de esos estados juntos; también tenemos un alto nivel de conectividad estratégica a nivel económico, que no tiene ninguno de estos estados; aportamos más al producto interno bruto, y además tenemos en sector agropecuario más productivo y pujante […] con 60 por ciento de superficie forestal, la tendencia a hacer cambios de uso de suelo desde el sector agropecuario es fuerte, hablamos de 24 por ciento de los factores que nos causaron fuego, y es muy importante considerarlo para establecer cualquier política”, dijo a MILENIO JALISCO.
- Sí, hemos reconocido que Jalisco va a lograr sustentabilidad estratégica en el momento en que detone como un sector prioritario económico al tema de lo forestal; en este gobierno vamos a dejar las bases e instrumentos; pero la apuesta debe de ser gigantesca, visionaria, como lo han hecho países como Noruega, Chile, y otras entidades federativas que se reconocieron como forestales, donde la apuesta en inyección económica, en innovación, en ordenamiento territorial llevó a la sustentabilidad; Jalisco debe reconocerse como estado forestal, esa es la clave.
La funcionaria defiende los acuerdos y la coordinación alcanzada con la cabeza del sector agropecuario, la Sagarpa (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación). “No es pasiva, debo disentir con eso que dices; debo destacar a nivel nacional el ajuste que se hace y el convenio que alcanzamos después de muchísimos años entre Sagarpa y Semarnat [Secretaría de Medio Ambiente federal], que firman un convenio en la convención de parques y biodiversidad, donde por primera vez se comprometen a afinar esos puntos de armonización, Jalisco, siete meses antes, en la cumbre del cambio climático, firmamos con la Seder [Secretaría de Desarrollo Rural, estatal], la Sagarpa y la Conafor [Comisión Nacional Forestal] un proceso para empezar, y aterrizarlo en pilotajes de polígonos estratégicos en la costa de Jalisco, y esta transición no va a ser fácil, porque toda una instrumentación de política pública debe de organizarse con estos criterios ambientales; nos estamos sentando en las mesas de manera muy fuerte, más de cinco reuniones con cabezas y nuestros equipos de trabajo para lograr esto, ha sido difícil, pero empezamos a hacerlo antes que la federación para que se reconozca el valor de los servicios ecosistémicos; conservar al bosque frente al sector agropecuario y que siga siendo rentable: ellos deben ver que el agua viene de los bosques, que las condiciones de humedad y ambiente que hacen posibles sus cultivos y sus logros comerciales nacen en ese entorno que deberían proteger”.
- Empezamos primero pero el tiempo nos alcanzó con el cambio climático: los incendios al alza, por ejemplo.
- Sí, es apabullante; creo que no fue aritmético sino exponencial, tener un El Niño agresivo, o a un La Niña tan contundente; afrontar al huracán Patricia, o una sequía tan fuerte que han cambiado la mecánica de los propios incendios, y los combatientes se están enfrentando a problemas que no habían vivido, aunque tengan toda la experiencia, y tenemos desgraciadamente ese tema de los muertos, son cosas que históricamente no habíamos afrontado.
Los siguientes meses serán igual de complicados. “Yo ya avisé a Protección Civil y voy a hacer un llamado a todos los municipios, porque estoy segura que después vamos a tener decisiones a nivel de desastres naturales, cuando venga la época de lluvias, en los sitios donde el incendio fue muy agresivo y quitó mucha cobertura: van a venir deslaves, inundaciones, ya también estamos hablando con SIOP [Secretaría de Infraestructura y Obra Pública] para tomar providencias; nosotros estamos revisando y monitoreando con rigor los polígonos afectados para tener la información puntual” que permita la toma de decisiones oportuna.
Jalisco invierte este año 2017 alrededor de mil millones de pesos en el área ambiental, tanto con presupuesto propio de la Semadet como “transversalizado” de otras secretarías. Es apenas 1 por ciento del presupuesto total y 0.12 por ciento del PIB del estado (889,703 millones de pesos). El deterioro se calcula en 4.3 por ciento del PIB.
La academia ha identificado el reto del sector agropecuario para dejar de ser motor de destrucción. “Las políticas para mejorar la producción y la productividad en el campo, así como los incrementos en la demanda debido al crecimiento de la población, intensificarán aún más la presión de este sector sobre los recursos naturales a una escala global en los próximos años.
La urgencia de reducir el impacto de la agricultura sobre el medio ambiente se ha vuelto aún más imperativa debido a la inminente amenaza del cambio climático. Según el Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, se espera que las emisiones anuales de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura aumenten en las próximas décadas. Dada esta situación, desde comienzos de la década de 1990, la OCDE [Organización de Cooperación y Desarrollo Económico] reiteradamente ha hecho un llamado para crear mayores sinergias entre las políticas agropecuarias y las ambientales”, menciona el investigador Eugenio Fernández Vázquez (consultar en http://www.gestionypoliticapublica.cide.edu/num_anteriores/2014-2/06_GyPP_Fernandez_Vazquez.pdf).
Añade: “El desarrollo sustentable y la conservación del medio ambiente se mencionan de manera consistente en encabezados y prefacios, pero la presencia de objetivos ambientales y de IPA [integración de política ambiental] específicos es desequilibrada”. El sector agropecuario “es responsable de 8 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el país, y da cuenta de 56 por ciento de uso de suelo y 80 por ciento del consumo de agua. La expansión ganadera y de las actividades agrícolas incrementará aún más la presión sobre el medio ambiente y reforzará una tendencia de cambio en el uso de suelo que ya es rápida e intensa”.
Puntualiza: “hasta ahora, los esfuerzos para alcanzar la integración de la política ambiental en el ámbito agropecuario se han dado de manera simbólica y desordenada, o sólo a nivel de campo, con algunos casos de éxito. La Agenda de Transversalidad sí logro alcanzar varias de sus metas, y existe cierto consenso sobre las posibilidades de las dependencias en el campo que llevan a cabo planeación espacial y que implementan políticas tanto de Sagarpa como de Semarnat”.
Sin embargo, “esto no es suficiente para alcanzar una política agropecuaria ambientalmente sana. Los actores en el campo pueden alcanzar cierto éxito al ordenar la implementación de políticas generadas por los gobiernos central o estatal, pero pueden hacer muy poco si dichas políticas no están bien. Corregir programas que fomentan prácticas no sustentables y establecer políticas que incentiven modos de producción que no sólo preserven, sino también restauren el medio ambiente, sigue siendo una tarea crucial”.
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CLAVES
Gasto ambiental según INEGI
En 2015 "los gastos erogados por el sector público en favor del medio ambiente fueron del orden de 141,933 millones de pesos; es decir, una cifra equivalente al 0.8% del PIB"
Los gastos relacionados con la protección del aire-ambiente y clima reportan un 19.4% del total, incluyendo acciones que ayudan a medir, controlar y mitigar las emisiones al aire, así como las medidas para la disminución de emisiones derivadas de acciones como el ahorro de energía
Las erogaciones realizadas para la captación, traslado, tratamiento y actividades de gestión de las aguas residuales se encuentran en tercer lugar con un 14.0%
LA gestión para la protección del medio ambiente y la educación ambiental se llevaron 9 %; las de conservación de la biodiversidad y los paisajes, 8.1%; la gestión de los residuos gasta 7.7%
Actividades de investigación y desarrollo relacionados con la protección ambiental representaron 6.9%; actividades de protección y conservación del suelo y cuerpos de agua con un 1.2 por ciento
FUENTE: INEGI
MC
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