No hay exigencias contractuales para que las empresas concesionarias disminuyan residuos y generen cultura de separación, advierte estudio para Imeplan
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
La concesión del servicio de recolección y disposición final de la basura al sector privado no debería ser un problema, pero resulta que los contratos que se han realizado en el área metropolitana de Guadalajara y que están vigentes, en ocho de las nueve demarcaciones, presentan serias deficiencias que hacen complicado mejorar el sistema.
Esto lo señala el diagnóstico elaborado para el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) por ARUP bajo el patrocinio de la Embajada Británica, y entregado el pasado mes de octubre de 2016.
No ha sido solución porque "no incorporan indicadores mínimos de calidad del servicio ni penalidades por su incumplimiento. Dichos indicadores deben de enfocarse en todos los servicios provistos por el concesionario, como, por ejemplo, sobre la cobertura y la calidad del servicio de recolección, la calidad y rapidez del manejo de quejas de ciudadanos, el cumplimiento de los sitios de disposición con las normas ambientales", y "falta de claridad y flexibilidad en los componentes de las tarifas por el servicio [recolección vs disposición]".
Dichas deficiencias son "contractuales" y "se traducen en estándares de calidad mediocres de los servicios que presta el privado e incluso en pagos excesivos [...] varios municipios externaron que los servicios no son calificados por la población como satisfactorios y en algunos casos son considerados como deficientes, sobre todo las instalaciones de algunas estaciones de transferencia y sitios de disposición final. Con el propósito de cambiar esta situación algunos municipios [Guadalajara y Tlajomulco] están en proceso o han renegociado los contratos de concesión existentes", subraya el documento.
Existen argumentos a favor y en contra de integrar la totalidad de los servicios en un sólo operador privado. "Como argumentos a favor se incluyen: eficiencia logística, economías de escala, y optimización de costos en la cadena de servicio. Los argumentos en contra están principalmente relacionados con la inhibición de la competencia en el servicio y la calidad sobre todo porque cuando el servicio es operado por un privado los contratos tienden a ser de larga duración 15 a 20 años".
La participación del sector privado en la provisión de servicios "puede traer múltiples beneficios a la sociedad, tales como certeza en el costo de inversión del proyecto, el potencial de innovación, y el ciclo de vida de la infraestructura. Eso se reflejará en una adecuada calidad del servicio siempre y cuando la contratación de éstos y/o del desarrollo de proyectos de infraestructura cumpla con varios criterios".
Entre estos, el piso mínimo es que emanan de un "proceso de licitación competitivo y transparente"; que el contrato de concesión "asigne los riesgos a la entidad con la mejor capacidad para mitigarlos en todas las fases del proyecto y que incorpore indicadores de desempeño realistas y medibles para garantizar estándares mínimos de calidad"; además, que "promueva la innovación privada".
Actualmente "en el AMG, todos los municipios, con excepción de Zapopan, han involucrado al sector privado en la provisión de los servicios de gestión de residuos. Esto significa que, aproximadamente, el 70 por ciento de estos son gestionados total o parcialmente por un operador privado".
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Claves
Modelos de gestión
100% público. Lo tiene Zapopan mediante la Dirección del Aseo Público y da la totalidad de los servicios de recolección, transferencia y disposición
100% privado: Guadalajara concesionó la totalidad de los servicios a dos empresas: CAABSA Eagle está a cargo de la recolección y del traslado y la disposición final; la empresa Plastic Omnium es responsable de la recolección y del traslado de parte de los residuos municipales (papeleras). Zapotlanejo concesionó integralmente el manejo de residuos a la empresa ENERWASTE
Modelo híbrido: Tonalá y Tlajomulco contrataron a CAABSA Eagle para el manejo de residuos domiciliarios y disposición de residuos municipales, mientras aseguran directamente los servicios de recolección y traslado de los residuos municipales. El Salto está en el mismo caso. Juanacatlán e Ixtlahuacán concesionan sólo la disposición a ENERWASTE y GEN, respectivamente. En Tlaquepaque, la disposición final está concesionada a Hasar's.
SRN
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