lunes, 27 de febrero de 2017

León, una ciudad “insustentable” que amenaza a toda la región



Lo mismo que la capital de Jalisco, se apuesta por políticas de corto plazo para subsidiar ambientalmente a las conurbaciones a costa de los derechos de la zona circundante, señalaron en León los defensores de Temaca.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Lo mismo que su vecino mayor, Guadalajara, la ciudad de León es insostenible y ha rebasado los límites y las reglas de su propio crecimiento, lo que deriva en que la región circundante deba pagar las necesidades descontroladas de la principal urbe de El Bajío, la cual, en realidad, tiene los recursos para resolverlo en su propia cuenca, señalaron esta mañana los colectivos que defienden Temacapulín, en conferencia de prensa en esa ciudad guanajuatense.

“El tratamiento en los medios de comunicación del tema como el del agua es tan importante como las decisiones de política pública que se toman o se dejan de tomar en relación a ella. Reducir, como suele ocurrir en los medios locales, la narrativa del Proyecto Presa El Zapotillo a cuestiones técnico-administrativas no sólo no contribuye a construir una opinión pública informada y posicionada frente a una realidad políticamente relevante; genera, además, opacidad en un proceso que, como el agua, debería ser transparente”, señala el comunicado leído ante los medios de esa ciudad, en respuesta a las consideraciones que unos días atrás emitió el ex alcalde y hoy diputado federal leonés, Ricardo Sheffield Padilla, quien aseguró que la ciudad está a punto de colapsar por falta de agua.

“Es importante precisar que el destino ya estaba aquí antes de Abengoa [la concesionaria del acueducto de la presa El Zapotillo a León]: por diseño consciente o por negligencia institucional, la ciudad de León es en sí misma una ciudad insustentable. Su ‘prosperidad’ se basa en la demanda extrarregional de agua y energía y en la externalización de sus costes. Para crecer, León se ha desplegado más allá de su territorio amenazando profundamente la vida en la región y ocasionando graves conflictos socioambientales como el penoso incidente con los vecinos de Romita a principios de siglo o el que actualmente existe, a propósito del Zapotillo, con Temacapulín en los Altos de Jalisco”, añaden.

“El agua era ya un tema que merecía atención bastante antes de Abengoa y, claramente, bastante antes de que El Zapotillo se impusiera como solución para el abastecimiento de agua de la ciudad. En todo caso, lo de Abengoa viene a engrosar la larga lista de desatinos, irresponsabilidades y complicidades que rodean la política del agua en León. Afirmar lo contrario sería desconocer una trayectoria de conflicto que el Proyecto Presa El Zapotillo arrastra prácticamente desde sus orígenes. A pesar, sin embargo, de esa realidad constatable, a casi veinte años de la firma del acuerdo de coordinación para el aprovechamiento integral de agua del río Verde se sigue afirmando que la presa ha sido construida en su totalidad, se habla del retraso en la construcción del acueducto, de la impugnación en el proceso de licitación internacional, del negocio de Abengoa y su quebranto, de los créditos otorgados y de los recursos a fondo perdido, del aumento de los costos en las obras, de los pocos cientos de metros construidos del acueducto y de los escasos dos kilómetros del circuito de distribución en León. ¿Y el agua?”, interrogaron.

Las diversas narrativas sobre el Zapotillo “a veces apuntan a algunos de los verdaderos responsables del problema pero, desde luego, no apuntan, hasta ahora, hacia el verdadero problema ni del proyecto ni del agua. ¿Por qué, por ejemplo, no se explica suficientemente que el Zapotillo ha encontrado una fuerte oposición y resistencia en los Altos de Jalisco que cuestiona y busca impedir el avance del proyecto en su conjunto? ¿Por qué no se dice que la Presa El Zapotillo no está realmente concluida pues está suspendida por la controversia constitucional 93/2012 resuelta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien determinó que la cortina de la presa no debería rebasar los 80 metros de altura? ¿Por qué no se habla de los tres juicios de amparo radicados en Guadalajara que cuentan con suspensiones definitivas y vigentes contra la Presa?”, señalaron.

Más interrogantes: “¿Por qué no se informa que el municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco, a donde pertenece Temacapulín, ha declarado que no dará el permiso de cambio de uso de suelo para la construcción del Acueducto El Zapotillo-Léon en lo que toca a su territorio? ¿Por qué se omite decir algo sobre el amparo que cuenta con una suspensión de plano y vigente a favor del Ejido Agua de Obispo del municipio de San Juan de Los Lagos por donde pasaría el acueducto? ¿Por qué no se aborda el tema desde la lógica de los derechos humanos de la gente de los Altos y de la gente de León? ¿Por qué no se informa que el Zapotillo implica el inicio de la privatización del agua en la Ciudad? […] ¿Por qué no se explica que, al margen del Zapotillo, el SAPAL no ha impulsado una sola política integral y multidimensional sobre el agua en todos estos años? ¿Por qué no se dice que el SAPAL no puede tomar decisiones equilibradas justo porque la composición de su Consejo Directivo es desequilibrada?”.

Es justamente en lo que se deja de decir sobre el agua y el Zapotillo “en donde se invisibilizan las responsabilidades y se genera la impunidad de gobernantes y tomadores de decisiones. Efectivamente, con el agua no se juega. El problema tanto en León implica una nueva política de gestión integral del agua, la cual no se ha implementado. Una gestión social para un bien social”.

Concluyen: “La justificación política de la presa El Zapotillo ha implicado la idea de que una gran mayoría será beneficiada y pocos los afectados. […] consideramos a la presa El Zapotillo más como un problema que como una solución para la ciudad de León pues, proyectos de esta naturaleza, tienden a eliminar del interés público y de la agenda política actual una discusión sobre el futuro de la ciudad que debería iniciar en breve y no años después cuando la presión regional sobre el agua sea todavía mayor. La presa El Zapotillo, en tanto no garantiza agua para siempre, coloca en grave riesgo la viabilidad de la ciudad de cara al futuro. Desde esta lógica, la ciudad de León también es afectada por la presa El Zapotillo y por la decisión de las autoridades del agua”.

El comunicado lo firman el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo; el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario y el Colectivo de Abogados.

GPE

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