miércoles, 4 de febrero de 2015

Urge reconocer el valor económico real de los manglares



El fenómeno de desaparición es grave en Bahía de Banderas y otras regiones turísticas del país; falta asignar un valor económico realista a esos bosques costeros para que realmente se financie su ...

Agustín del Castillo / Bahia de Banderas. MILENIO JALISCO. 

En el fenómeno de pérdida de humedales costeros de Jalisco y Nayarit, a la Comisión Nacional para Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) le preocupa de forma especial la destrucción de amplios manchones de manglar, una de las comunidades vegetales más frágiles y productivas del planeta.

En ambas entidades, es el cambio de uso de suelo por desarrollo urbano y turístico la principal causa. En el fondo, subyace una “infravaloración” de la escasez y los servicios ambientales que proveen estas comunidades, advierten los ecólogos Ciro Calderón, Octavio Aburto y Exequiel Ezcurra, en la publicación Biodiversitas que emite el organismo federal.

“México ocupa un lugar entre los cinco países con mayor número de manglares a nivel mundial, pero también uno de los primeros lugares en cuanto a desaparición de estos ecosistemas. La superficie de manglar calculada por Inegi en 1976 fue de un millón 41,267 hectáreas […] la superficie total detectada como manglar en el año 2000 fue de 880,000 ha aproximadamente”, de manera que “la tasa de pérdida anual de superficie de manglar entre 1976 y 2000 fue de 2.5 por ciento. De acuerdo con estos datos, se proyecta que de seguir así en un periodo de 25 años se habrá perdido alrededor de 50 por ciento del manglar en México”.

¿Cuál es la causa fundamental? “Las modificaciones antropogénicas realizadas en un sistema, al modificar los patrones de circulación del agua marina y dulce, pueden provocar la desecación parcial de lagunas con comunicación intermitente al mar y la mortandad de manglares. Ejemplo de esto fue la apertura del canal Cuautla, en el estado de Nayarit, lo que provocó la mortalidad de 18 por ciento del bosque de mangle”, destacan.

La opción es dar valor económico al manglar. Pero “asignar valores monetarios a recursos naturales, en particular para obtener valores de no uso, es complicado y además riesgoso ya que por lo común no se cuenta con todos los elementos para la valoración, y se tiende a subvaluar todo el ecosistema. No obstante, asignar valores para usos directos e indirectos de los recursos y servicios del ecosistema es de suma importancia para medir parcialmente los beneficios económicos”, apuntan.

Se debe considerar que “los manglares son pilares del ciclo de vida de una gran diversidad biológica: proveen hábitat, lugares para apareamiento y reclutamiento, así como nutrientes. Una gran variedad de peces y moluscos comerciales o no comerciales depende de los bosques costeros, sobre todo para sobrevivir su estadio juvenil. Invariablemente, cuando un bosque de mangle es talado hay una disminución de la pesca local”.

Diversos estudios “han tratado de calcular el aporte monetario de los ecosistemas costeros a las economías mundiales, con el propósito de evaluar las consecuencias económicas del cambio de uso de suelo”. De acuerdo con Costanza y colaboradores (1997), los manglares generan alrededor de 466 dólares por hectárea al año. Acharya y colaboradores (2002) calcularon que la producción pesquera de los manglares asciende a más de mil 500 dólares por ha al año. Y en 2008, el mismo Aburto y un equipo de trabajo evaluaron de forma más integral: 37,500 dólares por ha.

Los detalles: "utilizando una amplia base de datos pesqueros y geográficos, han estimado que el valor de los servicios que proveen los manglares a las pesquerías es de alrededor de 37,500 dólares por hectárea cada año. Los manglares del Golfo de California mantienen a más de 26 pesquerías de alto valor económico, incluyendo pargos, robalos, chanos, jaibas, lisas, mojarras y bagres, entre muchas otras especies de valor comercial. Los investigadores llegaron a estos resultados a través de una combinación de estudios de campo, análisis geográficos y valoraciones económicas, y encontraron que trece regiones costeras del Golfo de California produjeron un promedio de 11,500 toneladas anuales de peces y jaibas derivadas de los manglares entre los años de 2001 y 2005; generando un promedio anual de 19 millones de dólares para los pescadores locales. Los investigadores determinaron que una hectárea de mangle rojo en el Golfo de California –el manglar de franja que está directamente en contacto con el mar– mantiene una productividad pesquera anual de unos 37,500 dólares. Como parte del interés que arroja el capital natural calcularon el valor de largo plazo del ecosistema de manglar rojo que en un periodo de 30 años (tiempo equivalente a una generación humana) será superior a los 600,000 mil dólares.

¿Cuánto valen otros servicios ambientales que prestan los manglares al ser humano? "Muchos son los servicios provistos por los manglares al hombre que podrían ser cuantificables monetariamente; entre los más importantes o notorios se encuentran la regulación de perturbaciones, el abastecimiento y regulación de agua, la formación de suelos, el tratamiento de desechos y la producción alimenticia, así como servicios recreativos y culturales. De manera sorprendente, son los valores indirectos los que repercuten y los más productivos, en términos económicos, para el hombre. Uno de gran importancia, especialmente para las comunidades costeras, es el manejo de desechos en el agua. A nivel mundial se estima un valor de 6,700 dólares por hectárea al año, y para muchas ciudades de nuestro país, el ahorro ocasionado por los servicios sanitarios prestados por los manglares supera los 200,000 dólares al año".

Por otro lado, "se calcula que la protección de costas de las tormentas, ciclones y tsunamis, a nivel mundial es de alrededor de 3,000 dólares por hectárea. Durante el tsunami que sacudió el sureste asiático en 2004, aquellas poblaciones ubicadas en zonas con manglares sin perturbaciones importantes sufrieron pérdidas humanas mucho menores que aquellas en donde los manglares prácticamente ya no existen. Los manglares sirven como doble protección; la primera franja de mangles, que casi siempre son los rojos, gracias a su flexibilidad y raíces enredadas absorbe el impacto de las olas, mientras que la segunda franja de mangle negro funciona a manera de un muro que resiste gran parte de los embates del mar agitado".

En cualquier caso, muy lejos de lo que la Comisión Nacional Forestal estableció en 2006 como valor de restauración: apenas 1,020 dólares por ha. “Valores tan bajos permiten a inversionistas hacer uso de amplias extensiones de tierra y modificar todo el ecosistema”, como sucede en Riviera Nayarit. Si a esto se suma la inoperancia de la vigilancia gubernamental y la corrupción usual de autoridades, los riesgos son elevados para la conservación.

No hay comentarios: