domingo, 9 de octubre de 2011
Jalisco, zona de riesgo para la tortuga laúd
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 1 de octubre de 2011
Todavía arriban, a cuentagotas, tortugas laúd, la gigante de los océanos, a la zona de Mismaloya, en Tomatlán, año con año. Tuvieron un mejor pasado en Jalisco y en todo el litoral mexicano del Pacífico. Hoy viven un proceso de extinción en esta región del mundo que se atribuye a diversas causas que van de la sobreexplotación de sus alimentos, los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático. Lo cierto es que un grupo de expertos mundiales en tortugas marinas reunidos en Arlington, Estados Unidos, señalaron esta semana a esta región del mundo como crítica para la especie, Dermochelys coriacea, cuyos ejemplares llegan a pesar entre 500 y 800 kilogramos.
Son los resultados de la primera evaluación integral del estado de todas las poblaciones de tortugas marinas a nivel mundial, artículo publicado esta semana en la revista científica en línea PLoS ONE. “El estudio, diseñado para proporcionar un programa para la conservación y la investigación, evaluó el estado de poblaciones individuales de tortugas marinas y determinó las once poblaciones más amenazadas, además de las doce poblaciones más saludables”, dice un comunicado de Conservation International fechado el pasado 29 de septiembre.
De acuerdo a ese diagnóstico, las once poblaciones de tortugas marinas más amenazadas del planeta son: uno, tortugas golfinas (Lepidochelys olivacea) en el océano Índico occidental, con principales lugares de anidación en India y Omán; dos, tortugas bobas o caguamas (Caretta caretta) en el noreste del océano Índico, con principales lugares de anidación en Ceylán, Bangladesh y Myanmar (Birmania); tres, tortugas golfinas en el noreste del océano Índico, con anidaciones en India; cuatro, tortugas golfinas en el noreste del océano Índico, anidando en India y Sri Lanka; cinco, tortugas carey (Eretmochelys imbricata) en el noreste del océano Índico, con anidaciones en India, Ceylán y Bangladesh; seis, tortugas carey en el océano Atlántico oriental, con anidaciones en el Congo y Santo Tomé, y Príncipe; siete, tortugas caguamas o bobas en el noreste del Océano Atlántico, con anidaciones en las islas Cabo Verde; ocho, tortugas carey en el océano Pacífico oriental, con anidaciones en El Salvador, Nicaragua y Ecuador; nueve, tortugas laúd en el océano Pacífico oriental, con anidaciones en México (incluido Jalisco), Nicaragua y Costa Rica; diez, tortugas bobas o caguamas en el océano Pacífico septentrional, con anidaciones en Japón; y once, tortugas carey en el océano Pacífico occidental, con anidaciones en Malasia, Indonesia y Filipinas.
El informe, creado por el Grupo Especialista en Tortugas Marinas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) con el apoyo de Conservación Internacional (CI) y National Fish and Wildlife Foundation (NFWF), fue una colaboración de más de 30 expertos de seis continentes y más de 20 países.
Así, “cuatro de las siete especies de tortugas marinas se encuentran entre las once poblaciones más amenazadas del mundo. Casi la mitad (cinco) de estas poblaciones se encuentran en el océano Índico septentrional [...] otras zonas que demostraron ser lugares peligrosos para las tortugas marinas fueron el océano Pacífico oriental [desde Estados Unidos hasta Sudamérica] y el océano Atlántico oriental [frente a la costa de África occidental]”.
El lado positivo es el de doce poblaciones saludables de tortugas marinas, en las que se incluye la golfina del Pacífico mexicano, y la laúd del sureste del Atlántico, frente a Gabón, en África.
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