jueves, 3 de enero de 2019
Paso de fauna no funciona correctamente
Agustín del Castillo/Guadalajara-NTR
El bosque La Primavera está amenazado con degradarse por el aislamiento de sus poblaciones de plantas y animales, pues sus corredores biológicos han sido cortados por carreteras desde hace más de seis décadas.
Para eso se acordó un paso de fauna, único a nivel nacional, sobre el macrolibramiento de Guadalajara. Pero los resultados hasta ahora no han sido totalmente positivos. La mejor evidencia es el atropellamiento de un lince apenas en noviembre de 2018, destaca el responsable del proyecto Ahuisculco de la Fundación Selva Negra, Francisco Quintero.
Ahuisculco es una serranía que ha mantenido su aportación genética a La Primavera, a diferencia de otros corredores, severamente mermados, del bosque.
“Si un corredor biológico puede mantenerse conectado por sí solo, no habría necesidad de tener paso de fauna, como es el caso que tenemos aquí, de construir paso de fauna. Lo que hacen las infraestructuras , sobre todo las infraestructuras de carreteras, es cortar y trozar esos ecosistemas; el trabajo y la labor que hemos estado haciendo nosotros en este sitio es tratar de mantener esa conectividad. Tenemos evidencia que es un paso importante de algunos felinos, como el caso del jaguarundi y del puma, y del lince también, que han estado pasando por aquí; sabemos que con la construcción del macrolibramiento se iba a cortar esa conexión importante entre la Sierra de Quila y el bosque La Primavera”, explica.
La Constructora Ideal SA, de Carso, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, construyeron el paso elevado, pero se movió de sitio por problemas técnicos. Funciona a medias.
“Tenemos evidencia del paso de fauna menor, como zorros, coyotes, hemos visto rastros aquí. Hace unas semanas se encontró un lince, junto aquí en la parte baja del paso, atropellado; esto demuestra que no está funcionando a 100 por ciento el paso”.
Para el experto el paso necesita tener una cobertura vegetal, “lo más parecido posible a la vegetación natural, y no la tiene”.
“Tenerla le da al animal cierta seguridad a la hora de pasar; si no se siente seguro, si es una zona muy despejada, con muchas luces de vehículo, los animales no van a pasar. Se necesita tener las adecuaciones, para que el paso funcione”, añade el biólogo.
Está pendiente una reunión con los responsables de la empresa para perfeccionar la zona y minimizar el riesgo para los animales.
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