sábado, 20 de junio de 2015

Talan ilegalmente bosques en el Nevado de Colima



No hay permisos vigentes en la zona de corta, según la Semarnat. La Profepa se comprometió a actuar pero ayer continuaba la extracción; propietario denuncia invasión de su propiedad por talamontes

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

El Nevado de Colima, la montaña más alta del occidente mexicano y poseedora de ricos bosques de oyamel y de niebla, sigue como objeto oscuro del deseo de los talamontes de la región, que ayer saqueaban un predio contigua a la brecha de El Milanés, ruta principal al parque nacional, aproximadamente entre el kilómetro siete y ocho, aparentemente sin autorización.

Lugareños de la zona reportaron a este diario que esta semana el área fue invadida por camiones pesados, grúas y personal con motosierras que derriban árboles de Abies colimensis (una especie de abeto única en el mundo), de Tilia mexicana y de otras especies en peligro de extinción. Los “tocones” (la parte del tronco que queda en pie tras el corte) no tienen marca que denote la responsabilidad de un técnico forestal y mucho menos una autorización legal.

La denuncia fue presentada ya ante la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la que a su vez entregó evidencias a la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), instancia que se comprometió a realizar un operativo de inspección y clausura, el cual no ha sido ejecutado.

“Esperamos que se pongan las pilas los de la Profepa, acá es una bomba de tiempo, los prestadores forestales están fuera de control […] si no actúa pronto, para julio habrán destruido gran parte del bosque mesófilo [llamado también “bosque de niebla”] y los oyametales del Nevado”, repuso un denunciante a MILENIO JALISCO.

Alejandro del Toro, quien posee predios en la zona afectada, dijo a este diario que los taladores le están robando recurso de su propiedad y que prepara una denuncia penal por los hechos; “ya en el pasado he impugnado estas autorizaciones irregulares”, señaló vía telefónica desde Ciudad Guzmán.

Consultado al respecto, el delegado de la Semarnat, Sergio Hernández, aclaró que la zona sólo cuenta con una autorización vigente: la correspondiente al ejido Huescalapa. Hay dos predios más; el primero, de 57 hectáreas, se llama La Loma fracción 1 y fracción A, y está en estudio para un aprovechamiento en fase final de aprobación; el segundo, Loma de La Meza, tenía autorización, pero se venció en diciembre de 2014. En ambos casos no es posible hacer una explotación forestal en la actualidad. Vecino a la zona es el ejido Huescalapa, que tiene permiso vigente a 2022, y que ha sido impugnado por los defensores de la montaña.

Por las características descritas de la extracción, el delegado asume la posibilidad de que se trate de un aprovechamiento clandestino. “Si estuvieran aprovechando a pretexto de que se les dará un permiso, es el mejor camino para garantizar que no se los demos; y preparar denuncias penales y proceso administrativo junto con Profepa”, advirtió a este diario.

El boque mesófilo de montaña es el ecosistema forestal en peligro más crítico de extinción en México. Abarca menos de 2 por ciento del territorio nacional y su riqueza en especies es tan gande como la selva tropical húmeda. En el caso de los bosques de Abies, el descubrimiento de que la especie que prospera exclusivamente en las faldas del Nevado de Colima es el Abies colimensis ha generado un intenso debate sobre la urgencia de proteger esos rodales únicos, los cuales, sin embargo, siguen aprovechados por el sector forestal local, pese a las quejas de ecologistas de la región.

Ayer bajaron cuando menos cuatro camiones de trocería, señalan vecinos.

La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable señala que “los bosques mesófilos pertenecen a zonas de conservación y aprovechamiento restringido o prohibido” (artículo 14 del reglamento); una autorización restringida, dice el reglamento (artículo 2, fracción II) es “la que se hace con limitaciones y medidas especiales de precaución sobre volúmenes, especies y productos forestales para evitar poner en riesgo la biodiversidad y servicios ambientales en la zona del aprovechamiento”. Abies colimensis, por ser una especie de difícil regeneración, sólo se puede autorizar con una manifestación de impacto ambiental, según el artículo 73 de la ley.

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