miércoles, 3 de junio de 2015

Predio de los Rizo no es el beneficiado



Poseen otro terreno a 1 km de la Villa Panamericana, cuya densidad habitacional permanece inalterada desde 2005.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Un particular de nombre Rogelio Martínez Briones es el “verdadero” beneficiario de la redensificación al alza de usos de suelo que aprobó el Ayuntamiento de Zapopan en 2012 en el plan parcial ZPN-9 Bajío, en relación con un predio ubicado sobre Paseo del Bajío, a un costado de la Villa Panamericana, propiedad que en consecuencia, no pertenece a la familia del ex delegado agrario Salvador Rizo Ayala.

Salvador Rizo Castelo, candidato del PRI y el Partido Verde Ecologista de México a la presidencia municipal de Zapopan, desmintió ayer, de este modo, que hubiera sido  “juez y parte” en el asunto, dado que como regidor intervino en el proceso de actualización de los planes parciales como vocal de la Comisión de Planeación Urbana del cabildo. De hecho, su padre sí posee un terreno de una superficie similar -3.6 hectáreas con diez socios más- pero a un kilómetro de distancia del primer terreno, en la calle Paseo de los Areneros y/o camino a San Juan de Ocotán (aunque el catastro registra un domicilio distinto), a un lado del Colegio Franco Mexicano. En ese caso, “la densidad anterior al cambio en planes se conservó igual: densidad H1 habitacional plurifamiliar horizontal densidad mínima”, vigente desde 2005, destacó el político.

Así, “no existe conflicto de interés alguno, ya que el predio del arquitecto Salvador Rizo Ayala mantiene la misma densidad”, refutó a lo publicado por MILENIO JALISCO en su edición de ayer. Su afán fue clarificar el tema y destacar que “un tercero” (en alusión al candidato de Movimiento Ciudadano, Pablo Lemus) entregó la información “con la finalidad de dañar la imagen pública, en agravio de mi persona y mi familia, en la lógica de la guerra sucia de la campaña”, a la cual aseguró que no se sumará.

Del terreno de Rizo y socios, permanecen en breña alrededor de 15 mil metros cuadrados  (42 por ciento, la parte del ex delegado agrario y padre del candidato), el resto están confinados en diversas porciones aunque no hay un procedimiento legal de subdivisión del terreno, e incluso hay una residencia totalmente terminada en una porción.

La clave catastral 4F1-001-00075-0000, correspondiente a la cuenta 015802 de la oficina recaudadora 133 de Zapopan es la que registra el predio de Martínez Briones. En el caso de Salvador Rizo Ayala, la clave catastral es 12014F1-147-0004-0000 y la cuenta es 1133241935, de la misma oficina recaudadora.

Pero allí se desgranan diversas inconsistencias: En el caso de la primera cuenta, su valor fiscal, según constancia emitida ayer, es de ocho millones 12,239 pesos, pese a que su uso de suelo es mixto y permite vivienda vertical. “Si yo tuviera ese terreno, mejor me dedicaba al negocio y no a presidente municipal”, bromeó sobre el tema el candidato priista con su equipo de trabajo. El restringido uso de suelo del predio de los Rizo Ayala no obsta para que su valor fiscal sea casi del cuádruple: 26 millones 715,566 pesos según constancia emitida el pasado 6 de mayo.

La segunda inconsistencia es la diversidad de domicilios registrados para la propiedad de los Rizo y codueños: en el Catastro de Zapopan se señala como tal calle El Bajío 100, pero el predio que ayer presentaron a este medio los responsables de la campaña del candidato se ubica sobre Paseo de Los Areneros, con la aclaración de que no colinda nunca con Paseo de El Bajío, la calle del predio donde está la propiedad de Martínez Briones. Por si fuera poco, en un documento emitido por Zapopan para dictaminación de usos de suelo, se señala como ubicación “sureste de la calle Concordia”, y en el expediente se ofrece un plano en que Paseo de los Areneros se llama Camino a San Juan de Ocotán.

Una tercera inconsistencia es que mientras se aclaró ayer que el predio es de origen ejidal (San Juan de Ocotán), tiene un historial catastral como propiedad privada que comienza en 1959, cuando ya existía el ejido.


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