Impedir el trasvase a la ciudad de León está justificado, aseguran los expertos; piden auditoría a la MIA de El Zapotillo, por sus deficiencias
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Más allá de la queja de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) entregó de forma extemporánea información para analizar la situación del río Verde, la que obtuvo el Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua para el Estado de Jalisco, aportada por científicos e instituciones de investigación, publicaciones del Diario Oficial de la Federación y datos publicados de las estaciones del Servicio Meteorológico Nacional, no ofrece un panorama alentador.
Por ello, se ha pedido no permitir el trasvase de agua a la cuenca del río Turbio, para la ciudad de León, y al mismo tiempo, analizar con precisión los impactos de la megapresa de El Zapotillo, cuya autorización de impacto ambiental no revisa efectos más allá de las propias cañadas del río que son actualmente represadas.
“Acorde a la información publicada por Conagua en el Diario Oficial de la Federación (DOF) con respecto a la disponibilidad del agua subterránea y superficial, se observa que existe una reducción en la disponibilidad de las aguas. En base a lo anterior se concluyó que la región Altos de Jalisco es deficitaria […] se encontró que con base en indicadores de cambio climático [Climdex] se presenta un abatimiento de precipitaciones entre 50 y 180 milímetros [mm] por año. Las proyecciones de cambio climático para los años 2030, 2050, y 2080 mediante el modelo PRECIS muestran aumento significativo de temperatura hasta de 5 grados centígrados. También se proyecta una disminución en la humedad relativa de 5 por ciento, disminución de la velocidad de precipitación, incremento de la temperatura del suelo, y disminución de la humedad relativa del suelo”, explica el documento de la recomendación.
En los informes publicados por la Conagua en el DOF del 29 de noviembre de 2010 y 20 de diciembre de 2013, “encontramos que entre los años 2002 y 2007 se redujo a una sexta parte la disponibilidad de aguas superficiales en el río Verde mientras que el agua subterránea se redujo en 78 por ciento entre 2009 y 2013. En razón de todo lo anterior se concluye que no existen las condiciones hidrológicas actuales, ni a futuro, para que se haga un trasvase entre cuencas. De realizarse lo anterior se generarían impactos sociales, económicos y ambientales negativos irrecuperables”, pondera.
Por otro lado, “debido a las carencias e irregularidades identificadas por el grupo técnico científico de este Observatorio en la Manifestación de Impacto Ambiental públicamente conocida del proyecto de la presa El Zapotillo, y en razón del desconocimiento puntual e incertidumbre de los impactos negativos posibles que pueda ocasionar la obra, así como las acciones necesarias para su prevención y/o corrección, se recomienda solicitar […] que se realice una auditoría y/o análisis técnico al contenido de tal documento, así como su apego y cumplimiento de la normatividad ambiental vigente y aplicable, además del apego y cumplimiento de los instrumentos internacionales suscritos por nuestro país en la materia, a efecto de asegurar la viabilidad ambiental y jurídica del proyecto”.
Esta auditoría “deberá realizarse por una Institución de Educación Superior de reconocida solvencia, con la participación de expertos en las materias comprendidas y la presencia de observadores internacionales, así como por lo menos un miembro designado por el grupo técnico científico de este Observatorio”, añade.
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