domingo, 24 de agosto de 2014

Zona en conflicto, paso para grupos delictivos



Preocupa a autoridades comunales la presencia agregada de criminales por toda la demarcación.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Tentativas de secuestro, robo e intimidación por bandas del crimen organizado se han vivido en los últimos años en las carreteras regionales y en los linderos disputados de la comunidad indígena de Wuaut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán), en el montañoso norte de Jalisco, lo que hace crecer la preocupación de que se den incidentes de violencia con la restitución de las tierras comunales en poder de mestizos de Huajimic.

De por sí, el conflicto, que tiene décadas, ha sido escenario de hostigamientos que en el pasado incluso significaron asesinatos de indígenas (MILENIO JALISCO, 24 de junio y 9 de julio de 2013), y aunque de menor intensidad, se mantiene el problema.

“La comunidad que vive ahí ha resistido todas las presiones, que los invasores de Huajimic los hostigan y presionan, y nuestros hermanos están resistiendo; gritos, amenazas, no los dejan trabajar, ni trabajar las tierras de ellos, porque ellos dicen que son los dueños y no se deben de meter, y no les dejan tener ni un animal, ni nada”, subraya el presidente del comisariado de bienes comunales, Miguel Vázquez Torres.

“En el pasado hubo muertos, pero no hemos permitido que eso ocurra otra vez, incidencias menores, pero esperamos que haya una restitución pacífica”, apuntó, entrevistado en su reciente visita a esta ciudad, en la que unos 600 wixaritaris protestaron contra la lentitud y la falta de atención de los poderes Judicial y Ejecutivo al tema.

“Más que nada está el problema con el tribunal agrario; el gobierno del estado de Jalisco está en buena disposición para apoyar al magistrado, pero hasta ahorita el magistrado no ha tenido esa decisión, de poder ejercer lo que le corresponde […] la verdad no sabemos por qué tiene miedo el magistrado, y saca un montón de excusas, no tengo brigada, no me han mandado la orden, un montón de excusas, que nosotros creemos no es su función. Y pues ya con los acuerdos, esperamos que las cosas cambien”, detalló.

- ¿Los posesionarios nayaritas son gente peligrosa?

- Pues no tenemos un roce social cercano, pero creemos que pueden reaccionar de diferente forma, al tener ahí al gobierno del estado y federal, para desalojar sus ranchos.

- Ustedes tienen ya experiencia en el tema de restitución de tierras, hace más de diez años en Puente de Camotlán, ¿cómo era entonces el comportamiento de los posesionarios?

- Cuando iniciaron esas movilizaciones fueron muy amenazantes los invasores, pero en este caso fuimos negociándolas y el mismo gobierno del estado y el federal empezaron a  negociar, y se restituyeron de una manera pacífica, y conformes todos; ellos entregan las tierras, a cambio de un recurso que les otorga la Reforma Agraria, hoy Sedatu [Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano].

- ¿Será que es lo que esperan ahora, un recurso para irse?

- Esperamos que se agoten los juicios, pero no queremos que se desaloje sin darles ningún reconocimiento a los posesionarios; queremos que se les dé una compensación, a cambio del tiempo que han estado ahí, aunque están invadiendo.

- ¿Cómo está el clima en la sierra?, se habla que hay mucha inseguridad, ¿eso no les genera más riesgos en el caso de la restitución?

- Sí, eso es precisamente lo que queremos evitar, y ya hemos tenido noticias que ha habido balaceras, enfrentamientos a muerte, y eso es lo que queremos evitar que suceda.

- ¿Cómo ha podido San Sebastián sortear ese ambiente de violencia?

- Pues no salir de las comunidades, o salir con mucho cuidado, el estarse vigilando unos a otros […] las carreteras no son tan seguras, porque actualmente están solas y pueden suceder algunos asaltos, o enfrentamientos, por grupos que pueden pasar por ahí, incluso algunas amenazas directas, y lo que hacemos es que nos enfocamos más a nuestra cultura…

- ¿Qué le pediría al gobernador en este caso?

- Que saque un acuerdo entre Nayarit y Jalisco, donde se garantice la estabilidad y la seguridad de los habitantes, sobre todo en la zona donde se está invadiendo.

Quintanilla, el mayor invasor

Con 2,483 hectáreas en posesión, Francisco Quintanilla es el principal invasor en la zona de Huajimic. Con fama de hostigador de wixaritaris, el ganadero se ha hecho viejo y vive aislado, y será el primero que deba afrontar lo que más ha luchado por evitar: la ejecución de una sentencia para que devuelva sus tierras. El magistrado del Tribunal Unitario Agrario 16 ya liberó las órdenes de ejecución, solicitó la fuerza pública y el realeo del ganado. El 8 de septiembre es la gran prueba.

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