El organismo ha ignorado sus deberes con la región, apunta Conredes. No existe planeación estratégica y se ignora incluso a la zona como receptora de pagos por servicios ambientales hidrológicos. En la foto, las aguas negras de San Juan de los Lagos se usan para potabilizar
Agustín del Castillo / San Juan de los Lagos. MILENIO JALISCO
La Comisión Nacional del Agua ha faltado a su deber de “promover el manejo integrado y sustentable del agua en cuencas y acuíferos”, pues esto debería propiciar “el equilibrio de las cuencas y acuíferos sobreexplotados”; la omisión tiene en postración a parte del sectpor productivo de Los Altos de Jalisco, advierte el presidente del Consejo Regional para el Desarrollo Sustentable (Conredes), Juan Guillermo Márquez Gutiérrez.
“El agua es un bien que escasea en Los Altos de Jalisco, tanto por las condiciones climáticas de la zona como por la carencia, en la práctica, de un plan estratégico elaborado con la inclusión y participación de todos los sectores y por consiguiente se carece de las obras necesarias para su mejor administración y distribución”, apuntó el dirigente.
Conredes, dijo, “cuenta con uno hecho de manera conjunta con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua en 2008 y que el sector oficial se resiste a implementarlo”; sumado a lo anterior, existen “las restricciones [vedas] impuestas, muchas de ellas sin bases técnicas bien elaboradas y soportadas”. Es el caso de la veda de aguas superficiales que data del 22 de agosto de 1931, por tiempo indefinido, ratificada y ampliada el 20 de agosto de 1947. “Para las aguas subterráneas existe una veda del 12 de Julio de 1987, que menciona como propósito central, conservar o proteger a los acuíferos de sobreexplotación, y comprende todos los municipios de estado de Jalisco”.
No obstante, “según publicaciones recientes en el Diario Oficial de la Federación (muchas de ellas de Diciembre de 2011) existen disponibles en acuíferos de la región, 157.34 millones de metros cúbicos”, lo que no se considera pues “no se están autorizando nuevas extracciones, con el argumento de proteger a los acuíferos”.
En relación a las aguas subterráneas, “al no existir un plan estratégico o de gran visión, en el territorio que comprende la Comisión de Cuencas Altos de Jalisco, tampoco se cuenta con los estudios técnicos que permitan conocer con precisión el estado que guardan: disponibilidad de agua, calidad, comprensión territorial; mucho menos programas de manejo integral. De los 14 acuíferos de la región, solo uno, el interestatal Ojo Caliente-Aguascalientes-Encarnación, cuenta con su Comité Técnico de Aguas Subterráneas [abreviado a Cotas]; el resto de los acuíferos no”, pone en relieve.
La región está clasificada como de muy baja disponibilidad de agua, por lo que quedó fuera de los planes de inversión, tanto del Plan Hídrico Jalisco 2030, como del Programa Nacional Hídrico 2007-2012, ambos elaborados por la CNA. “En ninguno de los dos aparecen proyectos hidroagrícolas importantes para Los Altos. Ni siquiera como zona elegida para el pago de servicios ambientales a pesar de que se pretende realizar un trasvase de agua entre cuencas”, que es el caso de la presa El Zapotillo.
Mientras Jalisco aporta 6.2 por ciento del producto interno bruto nacional, de forma separada, Los Altos de Jalisco producen 1.42 por ciento del PIB del país, aproximadamente 23 por ciento del PIB de Jalisco, y superior de manera individual, al de los estados de Yucatán, Morelos, Durango, Hidalgo, Aguascalientes, Tabasco, Campeche, Zacatecas, Baja California Sur, Nayarit, Colima y Tlaxcala”.
Así, lo que está en juego es un región esencial para la economía de México, puntualizó.
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