Guillermo Cosío Vidaurri dice que el tiempo le está dando la razón en el enfoque de largo aliento con que planteó la infraestructura de Jalisco en su corto gobierno (1989-1992).
Guadalajara, Agustín del Castillo / Rubén Martín. Entrevista jueves 19 de noviembre en Cosa Pública, de Radio Metrópoli
El ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri no deja aflorar pasiones cuando reconoce su satisfacción de que, tras 17 años de haber sido cancelado, la ciudad voltee de nuevo al sitio de El Purgatorio, en el río Verde, para hacer la presa derivadora que se concibió durante su mandato para el abastecimiento de la zona metropolitana, pero reconoce que la aritmética es precisa: se perdieron justamente 17 años en el desarrollo metropolitano. La causa, en buena medida, "la mezquindad de algunos".
Así es como reacciona al anuncio de la Comisión Nacional del Agua (CNA) de que este será el proyecto para garantizar en el mediano plazo agua a la urbe, al hberse descartado, por costosísismo y técnicamente complejo, la cortina en Arcediano, sobre el río Santiago.
Cosío Vidaurri también defiende la viabilidad del tren eléctrico como un medio de transporte superior al macrobús, pues no contamina y no altera los procesos de movilidad citadinos. Esta es parte de la entrevista que sostuvo con este diario.
¿Cuál es su reflexión ante este aviso que oficializa la CNA de hecer el viejo proyecto de El Purgatorio, que bajo su mandato se concibió para traer el agua a Guadalajara?
Pues es muy importante que se haya tomado una decisión de esa naturaleza, habida cuenta que Guadalajara requiere que se resuelvan sus problemas de abastecimiento, y una forma de hacerlo es precisamente poniendo en operación un proyecto viable como El Purgatorio; desafortunadamente no tendrá la capacidad que pudo haber tenido en caso de que hubiéramos conservado pleno el caudal del río Verde, como era anteriormente; sin embargo, el hecho de que hasta ahora se llegue a la conclusión de la bondad del proyecto es motivo de satisfacción sobre todo por los intereses que los tapatíos han puesto para la solución de sus problemas, especialmente el abastecimiento del agua.
¿Piensa que perdimos 17 años en discusiones? ¿Cuál sería su reflexión a 17 años de que se canceló, recordando que hubo un grupo empresarial importante que se oponía y se hablaba incluso de que la obra hipotecaba el futuro de Guadalajara? Usted lo recuerda perfectamente.
Sí, lo recuerdo perfectamente; y me duele que esto hubiera acontecido. Desafortunadamente, opiniones de esa naturaleza dieron al traste con un proyecto que de entrada se antojaba positivo, como hoy se ha reconocido. Obviamente se ha perdido mucho tiempo, se han perdido muchos recursos, y lo que es más importante, se perdió un rico caudal de las aguas del Verde, que se traspasaron de una manera legal al estado de Guanajuato mediante convenios suscritos por los gobernantes de aquel estado y los de Jalisco que en eso se aliaron.
Lo que nos lleva al proyecto de El Zapotillo, hace unos días nos platicaba que se oponía a que se inundaran comunidades jaliscienses para llevar agua a León...
Yo reitero mi posición en ese sentido, yo creo que se debió haber explorado la posibilidad de llevar la presa con agua para Guanajuato en una superficie tal, que no viniera a perjudicar, como ya lo hicieron, con poblados tan tradicionales como es Temacapulín.
¿Por qué le parece lesivo el haber firmado este convenio para llevar agua del río Verde a Guanajuato?
Bueno, nosotros teníamos atrás una vieja pretensión de Guanajuato para llevarse agua de Jalisco para su territorio, sin embargo esto no aconteció durante la época en que yo tuve la oportunidad de gobernar al estado, sino después.
¿A usted se lo pidieron?
A mi me lo pidieron y yo lo rechacé, lo rechacé tajantemente porque pensaba que no era conveniente para nuestro estado sino se realizaban estudios sólidos que nos dieran una razón que fuese suficiente para tener que ceder y desprendernos de agua de Jalisco.
Volviendo al tema de El Purgatorio, además de la oposición de los empresarios, ¿qué otras razones ocurrieron para que no se pudiera llevar a cabo es obra durante el periodo que usted estuvo al frente del gobierno?, Si no mal recuerdo, usted tenía el apoyo del gobierno federal en ese momento encabezado por Carlos Salinas de Gortari, parecía que había todo lo necesario para llevar a cabo este proyecto...
Yo siento que no había ninguna dificultad que no hubiese sido superable, teníamos en ciernes inclusive ya el crédito necesario para que la obra arrancase, teníamos el ofrecimiento formal, categórico, del gobierno de la república de ayudarnos con un porcentaje de la inversión que tendría que hacerse para llevar la obra hasta el final; desafortunadamente esto quedó en nada porque en el cambio de Administración cambiaron los puntos de vista, se dejó que llevaran el pulso gente ajenas a los verdaderos intereses de Jalisco, y el resultado lo estamos viendo en este momento.
¿A quién se refiere, quiénes tomaron decisiones equivocadas en torno al pulso de Jalisco?
Debo decirles que en un momento dado intervinieron gentes de la CNA, que seguramente distorsionaron los proyectos que ya habían sido aprobados por otros funcionarios con una visión diferente, y simplemente encauzaron sus estudios a una solución que a final de cuentas resultó que no era la válida, y la que no era conveniente para Jalisco.
Sin embargo, usted operó para que quedara Carlos Rivera Aceves como gobernador interino, y se suponía que había una buena relación entre ustedes, ¿no le pudo dar Rivera Aceves continuidad a este proyecto?
Bueno, no fui yo el que intervino, intervino el Congreso del estado, soberanamente, para que él asumiera.
Después de que usted y el gobierno federal tuvieron algunas negociaciones...
Cuando yo pedí licencia, el Congreso tenía que asumir su papel, y el papel que le correspondía era el designar una gobernador sustituto.
Recordamos que en esa época hubo desplegados, hubo declaraciones de la cúpula empresarial cuestionando este proyecto, ¿usted recuerda todo esto?
Sí, cómo no, pero también recuerdo que los grandes ingenieros en hidráulica en ese momento apoyaban el proyecto en toda su extensión; Fernando González Villarreal, que era el director de la CNA, tenía en ese proyecto puesto sus ojos y trató de sacarlo, hasta el momento en que le fue posible hacerlo.
¿Sobre la oposición de los empresarios en aquellas fechas, era únicamente técnica, de costo financiero, o estaba motivada también por otros intereses, probablemente el de obtener un beneficio económico o político de un proyecto distinto?
No creo que fuera esto, los trabajos encaminados a las obras estaban perfectamente soportados con estudios, con análisis, con cuestiones del punto de vista técnico que habían elaborado la CNA, y esto habría posibilitado que quienes concursaran en ese trabajo fuesen gentes que tuviesen la solvencia técnica necesaria para llevar adelante el proyecto; yo pienso que lo que incidió fueron factores de tipo técnico secundario, fundamentalmente aduciendo que el tener que elevar la cantidad de agua hacia donde iba a ser depositada, o sea, en la planta de tratamiento [sic], iba a ser costosa y no era conveniente que esto se sufragara con recursos de los jaliscienses.
Sin embargo, después de que emergen los gobiernos de Acción Nacional, y antes en el de Rivera Aceves, quedó el estigma de todos los proyectos que usted encabezó y había una descalificación casi en automático, y se veía como lo que no se quería para Jalisco a lo que usted le tocó realizar como gobernador...
Bueno, son egoísmos propios de las mezquindades, y si se condujeron con mezquindad los [dirigentes] jaliscienses, en el estado de Jalisco pagamos estas mezquindades.
Pasó lo mismo con el tema del transporte público, ahora se habla también de construir la línea tres del tren ligero, cuando se arranco con usted la línea dos, y no se ha construido en estas tres administraciones panistas un metro mas de tren ligero...
Hemos dejado pasar oportunidades, el gobierno de la república ha venido apoyando a Monterrey para la construcción del tren eléctrico que ellos poseen, y por qué, porque es un sistema que es aconsejable, fundamentalmente desde el punto de vista que es un transporte masivo que no contamina, que en un momento dado es un transporte adecuado para ciudades del tipo de la nuestra o de Monterrey; por eso el gobierno federal desde la época del licenciado Salinas estuvo de acuerdo en apoyar.
Sin embargo, los argumentos de los gobiernos del PAN, y siguen insistiendo ahora, son que fue una obra muy cara que se sigue pagando, y al principio del gobierno de Alberto Cárdenas se abrió una investigación porque se dijo que se pago a sobreprecio, incluso se habló de que se dio una comisión de 20 millones de dólares a las compañías extranjeras que participaron en esta obra.
Pues todas esas fueron falsedades.
¿Absolutamente todas?
Fueron calumnias, bajezas, que yo de mi cuenta he dejado de lado, porque pienso que en el quehacer público las cosas a la larga salen en su verdad.
¿Y es cierto que es muy cara?, seguimos pagando aún la línea dos del tren ligero, dice Emilio González que es la línea mas cara que ha hecho un gobierno.
Yo no coincido en esto, pero no tengo documentación a la mano que me permitiera de alguna manera con fundamento rebatir alguna otra opinión; lo que yo puedo decir es que la construcción de la línea dos del tren eléctrico fue una solución para Guadalajara, y si hubiésemos seguido el proyecto tal y como estaba planeado desde un principio, a estas alturas, después de 17 años, tendríamos no solo tres, sino para tener al menos cuatro líneas, creo que Guadalajara merecía una obra de esa naturaleza y pienso que no hay obra más cara que aquella que se requiere y no se hace.
¿Y qué reflexión le merece que estemos discutiendo en estos momentos sobre proyectos que son importantes para la ciudad, como es el abastecimiento de agua, el transporte público, qué le pasa a la clase dirigente jalisciense, la clase política, la clase empresarial, que parece que no saben concretar grandes proyectos que se discuten, que se planean, que se ofrecen la sociedad?
Bueno, lo que pasa es en ocasiones que nos dejamos ir por cosas no tan trascendentales, y atendemos lo inmediato, y en el caso de la construcción de líneas de transporte, pues estas eran visiones de largo alcance, y de esa manera era como podría hacerse una proyeccion ajustada a lo que son las necesidades del momento, pero también a las necesidades del futuro.
¿Y se han perdido recursos, se han desperdiciado recursos al invertir en otras cosas y no en estas obras de infraestructura importantes?
Yo pienso que la Administración tiene que rectificar sus egresos, aplicarlos en aquellos rincones, en aquellos rubros, donde sea más necesario para la comunidad, en ocasiones el transporte reclama la inversión, en ocasiones la educación que es tan fundamental, o en ocasiones la salud, todo tiene que irse midiendo de acuerdo a las condiciones del momento y a la suficiencia de la administración.
- ¿Entonces nos está fallando la visión de futuro, en este caso a las clases dirigentes, a los responsables de llevar a cabo estos proyectos?
Yo no me referiría a situaciones de esa naturaleza porque no soy nadie para calificarlos, lo que sí es que hay necesidad de ver hacia el futuro, tratando de encontrarle solución en el presente, y para hacerlo hay que poner los pies sobre la tierra.
- ¿Se siente reivindicado por la recuperación de algunos de los proyectos que se llevarían a cabo en su Administración?
No puedo decir eso, lo único que puedo decir es que me da gusto que proyectos que fueron desahuciados, surjan nuevamente, habiéndose estimado que son positivos y son útiles para la comunidad.
Agustín del Castillo/Rubén Martín
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