El sitio de la presa, arriba; abajo, los funcionarios en la conferencia de prensa. FOTOS: EUGENIO GARCÍA Y TONATIUH FIGUEROA
El sistema costará 4,072 millones de pesos y dará agua en 2013. En ese sitio se podrán bombear hasta 5,200 l/seg a la ciudad, contra 9,600 de Arcediano, pero la diferencia en costos es de 11,428 millones de pesos
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
Los más críticos dirán que Guadalajara perdió 17 años en resolver su problema con el abastecimiento de agua, y la noticia que confirmó ayer el director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, no les deja de dar razón: la ciudad regresa al viejo proyecto de El Purgatorio, cancelado en 1992 por el enfrentamiento entre el entonces gobernador Guillermo Cosío Vidaurri y un fuerte grupo de empresarios locales, que veían en los costos de más de medio kilómetro de altura de bombeo, la hipoteca del futuro de la ciudad.
Pero más allá de las controversias políticas, si no se hace el proyecto ahora, la ciudad vivirá problemas no sólo de competitividad económica, sino de descenso en su calidad de vida, aseguraron tanto el funcionario federal como el gobernador del estado Emilio González Márquez, en conferencia de prensa convocada para abordar el tema.
La idea es que las obras arranquen en 2010 y entren en operación en 2013, lo cual aportará a la ciudad 5,200 litros por segundo (l/s), muy por arriba de su actual déficit, de alrededor de tres mil l/s, aunque 4,400 l/s menos de los que se suponía se entregarían desde Arcediano, con las cuencas de El Verde y el Santiago a su disposición.
No obstante, el costo de este nuevo proyecto es de 4,072 millones de pesos, contra 15,500 millones que, reconoció Luege, costaría la megapresa en el río Santiago (Público, 15 de junio de 2009). Tiene además la ventaja de que ya cuenta con un proyecto ejecutivo y una manifestación de impacto ambiental que debe ser actualizada, lo que permite “no perder más tiempo”, argumento que pesó para descartar el sitio Varas Dulces, unos 17 km aguas arriba, que no había sido trabajado con la misma acuciosidad que El Purgatorio.
Se trata de una presa derivadora con una capacidad máxima de 70 millones de metros cúbicos, una altura de cortina de 30 metros, construida con concreto rodillado, y que se localiza a seis kilómetros del sitio de Arcediano, sobre el cauce del río Verde, en los municipios de Zapotlanejo e Ixtlahuacán del Río. Su costo incluye la construcción de plantas y equipo de bombeo, tanques de regulación, caminos de acceso, tuberías y construcción de túnel, así como ingeniería y administración, precisó.
El sistema se complementa con el agua que aportará la presa El Salto, construida en 1992 y desde entonces, “elefante blanco”, de donde se aportarán 800 l/s; tres mil l/s provendrán de la presa El Zapotillo, actualmente en proceso de diseño y construcción, y a esto se agregan 1,400 l/s de la cuenca propia de El Purgatorio, para totalizar los 5.2 m3/s.
“La ubicación es idónea, encañonada, y no hay problemas geotécnicos porque ahí se profundizaron los estudios y nos dan certeza […] Tenemos ya un gran avance en este proyecto, ya que además de los estudios que se elaboraron en el inicio de los años noventa, contamos con la propiedad de los terrenos, que son del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA)”, añadió Luege.
Por su parte, el gobernador González Márquez reconoció que “los técnicos expertos en la materia analizaron y determinaron la mejor alternativa que nos permita, en el más corto plazo, traer agua adicional a la zona conurbada de Guadalajara”, pero se negó a enterrar el proyecto faraónico de Arcediano, cuyo nombre está contenido en el nuevo proyecto, denominado “sistema Arcediano-El Purgatorio”.
Lo cierto es que Arcediano, tal y como se concibió en el proyecto entregado este año a la CNA, ya será imposible de edificarse: no se trata solamente de los problemas económicos severos que tiene el país, sino que al tener la cortina de El Purgatorio a escasos seis km, esa obra quedaría anegada con la altura de la cortina propuesta originalmente, de 125 metros (Público, 5 de noviembre de 2009).
El mandatario, no obstante, tampoco cancela la posibilidad de que algo se haga en la zona, pues con la CNA, no descarta el aprovechamiento futuro del río Santiago, una vez que quede completamente saneada la cuenca y se hagan el parque y el área natural protegida, y siempre que se justifique un nuevo proyecto de abastecimiento.
“El objetivo sigue siendo llegar a 9.6 m3/s que se buscaba en Arcediano, pero ahora se plantea en varias etapas, construir varias presas reguladoras, como cárcamos sobre el río Verde y lo que se ha decidido es que la primera presa será El Purgatorio […] en vez de ser una sola gran presa, se construirán presas necesarias de menor tamaño para lograr ese gasto de agua”, dijo enfático.
Los funcionarios también se refirieron a El Zapotillo, que queda como embalse artificial principal del sistema de abastecimiento tanto de Guadalajara como de León, Guanajuato.
“La obra está licitada y seguirá; tenemos noticias excelentes, cuando dejamos de tratar políticamente el problema del agua […] hemos avanzado de manera consistente, hay gran cantidad de ciudadanos que han acordado ya la venta de la propiedad o cambiarse de sitio […] no pasará un mes sin que estemos firmando convenios y que le paguemos a la gente […] sin Zapotillo, Arcediano era obligado con cortina de 120 metros, con complejidades, pero avanzando El Zapotillo, es posible un sistema de presas, que en su momento fue propuesto por el ingeniero Elías González Chávez, cuando se vio el Verde como la fuente futura de la ciudad”.
Es así como el controvertido proyecto de El Purgatorio, tras haber sido enviado a los infiernos por una disputa política, tiene su segunda oportunidad. Con la misma altura de bombeo y su alto costo económico, y una ciudad con un millón de habitantes más que en 1992.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
Los más críticos dirán que Guadalajara perdió 17 años en resolver su problema con el abastecimiento de agua, y la noticia que confirmó ayer el director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, no les deja de dar razón: la ciudad regresa al viejo proyecto de El Purgatorio, cancelado en 1992 por el enfrentamiento entre el entonces gobernador Guillermo Cosío Vidaurri y un fuerte grupo de empresarios locales, que veían en los costos de más de medio kilómetro de altura de bombeo, la hipoteca del futuro de la ciudad.
Pero más allá de las controversias políticas, si no se hace el proyecto ahora, la ciudad vivirá problemas no sólo de competitividad económica, sino de descenso en su calidad de vida, aseguraron tanto el funcionario federal como el gobernador del estado Emilio González Márquez, en conferencia de prensa convocada para abordar el tema.
La idea es que las obras arranquen en 2010 y entren en operación en 2013, lo cual aportará a la ciudad 5,200 litros por segundo (l/s), muy por arriba de su actual déficit, de alrededor de tres mil l/s, aunque 4,400 l/s menos de los que se suponía se entregarían desde Arcediano, con las cuencas de El Verde y el Santiago a su disposición.
No obstante, el costo de este nuevo proyecto es de 4,072 millones de pesos, contra 15,500 millones que, reconoció Luege, costaría la megapresa en el río Santiago (Público, 15 de junio de 2009). Tiene además la ventaja de que ya cuenta con un proyecto ejecutivo y una manifestación de impacto ambiental que debe ser actualizada, lo que permite “no perder más tiempo”, argumento que pesó para descartar el sitio Varas Dulces, unos 17 km aguas arriba, que no había sido trabajado con la misma acuciosidad que El Purgatorio.
Se trata de una presa derivadora con una capacidad máxima de 70 millones de metros cúbicos, una altura de cortina de 30 metros, construida con concreto rodillado, y que se localiza a seis kilómetros del sitio de Arcediano, sobre el cauce del río Verde, en los municipios de Zapotlanejo e Ixtlahuacán del Río. Su costo incluye la construcción de plantas y equipo de bombeo, tanques de regulación, caminos de acceso, tuberías y construcción de túnel, así como ingeniería y administración, precisó.
El sistema se complementa con el agua que aportará la presa El Salto, construida en 1992 y desde entonces, “elefante blanco”, de donde se aportarán 800 l/s; tres mil l/s provendrán de la presa El Zapotillo, actualmente en proceso de diseño y construcción, y a esto se agregan 1,400 l/s de la cuenca propia de El Purgatorio, para totalizar los 5.2 m3/s.
“La ubicación es idónea, encañonada, y no hay problemas geotécnicos porque ahí se profundizaron los estudios y nos dan certeza […] Tenemos ya un gran avance en este proyecto, ya que además de los estudios que se elaboraron en el inicio de los años noventa, contamos con la propiedad de los terrenos, que son del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA)”, añadió Luege.
Por su parte, el gobernador González Márquez reconoció que “los técnicos expertos en la materia analizaron y determinaron la mejor alternativa que nos permita, en el más corto plazo, traer agua adicional a la zona conurbada de Guadalajara”, pero se negó a enterrar el proyecto faraónico de Arcediano, cuyo nombre está contenido en el nuevo proyecto, denominado “sistema Arcediano-El Purgatorio”.
Lo cierto es que Arcediano, tal y como se concibió en el proyecto entregado este año a la CNA, ya será imposible de edificarse: no se trata solamente de los problemas económicos severos que tiene el país, sino que al tener la cortina de El Purgatorio a escasos seis km, esa obra quedaría anegada con la altura de la cortina propuesta originalmente, de 125 metros (Público, 5 de noviembre de 2009).
El mandatario, no obstante, tampoco cancela la posibilidad de que algo se haga en la zona, pues con la CNA, no descarta el aprovechamiento futuro del río Santiago, una vez que quede completamente saneada la cuenca y se hagan el parque y el área natural protegida, y siempre que se justifique un nuevo proyecto de abastecimiento.
“El objetivo sigue siendo llegar a 9.6 m3/s que se buscaba en Arcediano, pero ahora se plantea en varias etapas, construir varias presas reguladoras, como cárcamos sobre el río Verde y lo que se ha decidido es que la primera presa será El Purgatorio […] en vez de ser una sola gran presa, se construirán presas necesarias de menor tamaño para lograr ese gasto de agua”, dijo enfático.
Los funcionarios también se refirieron a El Zapotillo, que queda como embalse artificial principal del sistema de abastecimiento tanto de Guadalajara como de León, Guanajuato.
“La obra está licitada y seguirá; tenemos noticias excelentes, cuando dejamos de tratar políticamente el problema del agua […] hemos avanzado de manera consistente, hay gran cantidad de ciudadanos que han acordado ya la venta de la propiedad o cambiarse de sitio […] no pasará un mes sin que estemos firmando convenios y que le paguemos a la gente […] sin Zapotillo, Arcediano era obligado con cortina de 120 metros, con complejidades, pero avanzando El Zapotillo, es posible un sistema de presas, que en su momento fue propuesto por el ingeniero Elías González Chávez, cuando se vio el Verde como la fuente futura de la ciudad”.
Es así como el controvertido proyecto de El Purgatorio, tras haber sido enviado a los infiernos por una disputa política, tiene su segunda oportunidad. Con la misma altura de bombeo y su alto costo económico, y una ciudad con un millón de habitantes más que en 1992.
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En pesos
Costos de la nueva obra:
Cortina de la derivadora, hecha de concreto compactado con rodillo: 959.3 millones de pesos
Tubería de conducción de 1,200 metros, aproximadamente: 12.2 millones
Túnel: 104.8 millones
Cruce del río Santiago con sifón: 55.9 millones
Tubería a presión en 1,500 metros de longitud: 259.5 millones
Plantas de bombeo: 343.1 millones
Equipo de plantas de bombeo: 1,153.6 millones
Tanque de regulación: 51.3 millones
Caminos (incluye indemnizaciones): 76.7 millones
Subtotal: 3,016.4 millones; más imprevistos por 20 por ciento de la obra, 603.3 millones; más ingeniería y administración, 15 por ciento, 452.5 millones
Gran total: 4,072.2 millones de pesos
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Luege visitará El Zapotillo
El titular de la CNA, José Luis Luege Tamargo se comprometió a visitar a los vecinos de Temacapulín “lo más pronto posible”, en busca de que se destraben negociaciones con quienes se oponen al anegamiento de su comunidad, aseguró ayer en un comunicado el senador Ramiro Hernández García, del PRI. “El funcionario federal dijo que está muy interesado en que las comunidades que se ubican en la zona pudieran estar convencidas con el beneficio de que traerá dicho proyecto. Hizo el compromiso, conjuntamente con los legisladores, de visitar lo más pronto posible la zona y tener un encuentro con los pobladores y atender sus demandas”.
Por su parte, el senador Alberto Cárdenas Jiménez reconoció los avances que el gobierno federal ha hecho en materia de agua, sobre todo en el caso El Zapotillo, pero pidió un trato justo para las familias que se vieran afectadas por la construcción de la presa, sin que ello signifique postergar su construcción, “ya que garantizará la disminución de la sobreexplotación de los acuíferos, el abasto de agua potable y el crecimiento económico de Guadalajara”. (Ciudad de México)
Costos de la nueva obra:
Cortina de la derivadora, hecha de concreto compactado con rodillo: 959.3 millones de pesos
Tubería de conducción de 1,200 metros, aproximadamente: 12.2 millones
Túnel: 104.8 millones
Cruce del río Santiago con sifón: 55.9 millones
Tubería a presión en 1,500 metros de longitud: 259.5 millones
Plantas de bombeo: 343.1 millones
Equipo de plantas de bombeo: 1,153.6 millones
Tanque de regulación: 51.3 millones
Caminos (incluye indemnizaciones): 76.7 millones
Subtotal: 3,016.4 millones; más imprevistos por 20 por ciento de la obra, 603.3 millones; más ingeniería y administración, 15 por ciento, 452.5 millones
Gran total: 4,072.2 millones de pesos
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Luege visitará El Zapotillo
El titular de la CNA, José Luis Luege Tamargo se comprometió a visitar a los vecinos de Temacapulín “lo más pronto posible”, en busca de que se destraben negociaciones con quienes se oponen al anegamiento de su comunidad, aseguró ayer en un comunicado el senador Ramiro Hernández García, del PRI. “El funcionario federal dijo que está muy interesado en que las comunidades que se ubican en la zona pudieran estar convencidas con el beneficio de que traerá dicho proyecto. Hizo el compromiso, conjuntamente con los legisladores, de visitar lo más pronto posible la zona y tener un encuentro con los pobladores y atender sus demandas”.
Por su parte, el senador Alberto Cárdenas Jiménez reconoció los avances que el gobierno federal ha hecho en materia de agua, sobre todo en el caso El Zapotillo, pero pidió un trato justo para las familias que se vieran afectadas por la construcción de la presa, sin que ello signifique postergar su construcción, “ya que garantizará la disminución de la sobreexplotación de los acuíferos, el abasto de agua potable y el crecimiento económico de Guadalajara”. (Ciudad de México)
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