Megadesarrollo de Urbi pasó primera etapa de análisis; ayuntamiento analiza dar autorizaciones. El municipio tiene 12 mil ha disponibles para crecimiento urbano; en casi la mitad se pretende realizar el proyecto Valle de Santiago, al pie de la barranca, donde podría habitar hasta un millón de personas.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
A este municipio de 80 mil habitantes, la frontera aparentemente infranqueable del río Santiago lo marginó por décadas de la zona conurbada de Guadalajara. Pero hoy, con el proyecto de Valle de Santiago, sus autoridades asumen que llegó un cambio, que no están tan seguros de anhelar: hasta 250 mil casas y un millón de habitantes, en quince años, cambiarán para siempre la historia de esta demarcación semirrural, y la del resto del entorno de la capital de Jalisco, sumida en una profunda crisis de calidad de vida por la dispersión de sus asentamientos y la devastación de sus reservas naturales.
“No es que lo deseemos, es que va a pasar de todos modos, pero puedo decirle que ya estamos preparados”, se ufana, con cierto tono de disculpa, el director de Obras Públicas de Zapotlanejo, Gregorio Dávalos Nuño. Ratificado en el cargo para los siguientes tres años, destaca que el municipio ya cuenta con Programa Municipal de Desarrollo Urbano, y está a punto de sacar adelante el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial.
La tarea no es menor, pues hay alrededor de doce mil hectáreas como reservas urbanas tan sólo en este municipio, extensión que coincide con las necesidades totales de la metrópoli hasta 2030. De esa superficie, cerca de la mitad se llevaría el proyecto de Urbi, por lo que hay posibilidades para establecer en Zapotlanejo, si el mercado lo da, hasta dos millones de personas.
Explica: “Estábamos divorciados de la zona metropolitana por la barranca del Santiago, pero el municipio está estudiado dentro del esquema de reservas urbanas de la ciudad; considerando que en Tlajomulco y El Salto, aunque todavía hay espacio, son en buena parte zonas de riesgo, Zapotlanejo viene a satisfacer esa necesidad; por eso, previendo que pudiera ocurrir, nosotros ya nos estamos adelantando […] la mayoría de los municipios evaden la responsabilidad en la tarea de contar con su programa de desarrollo urbano y con el programa de ordenamiento ecológico, aquí creemos que es una necesidad prioritaria, muy urgente, por la presión de la zona metropolitana hacia Zapotlanejo, es decir, si no estamos ordenados, la ciudad va a andar brincando la barranca de manera desordenada…”.
El funcionario confirma el trámite de Urbi para su desarrollo Valle de Santiago, en terrenos sobre todo de origen privado, enclavados en la zona de la barranca, de los que ha adquirido cerca de dos mil hectáreas, aunque demandará entre cinco y seis mil ha (ver nota anexa). El ayuntamiento tiene en análisis la propuesta y podrá emitir una licencia de construcción, siempre que se cumpla la obligación que se autoimponen los desarrolladores, de hacer una ciudad autosustentable en materia de servicios como agua potable, saneamiento y basura. El ejemplo es el desarrollo urbano integral sustentable de Valle Las Palmas, en Tijuana, de la misma firma.
El director del Organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua, Raúl Antonio Iglesias Benítez, confirma a este diario que Urbi compró parte de las tierras con sus derechos de agua ya concesionados a los propietarios originales de los predios y que, además, logró concesiones nuevas, pues se trata de un área que no tiene escasez de agua y la ley lo permite, a diferencia de la mancha urbana de Guadalajara.
Señala que el sistema de autogestión de los servicios da la tranquilidad de que no será una carga, pues el agua se extraería de los pozos, se trataría, y una parte se reutilizaría en servicios públicos, y el resto se descargaría en arroyos, lo que viene a ser una recarga del acuífero. A su juicio, no se afectarían más de 500 litros por segundo, casi 15.8 millones de metros cúbicos anuales, contra una existencia del acuífero de unos 35 millones de m3.
Es otra ciudad
Zapotlanejo no forma parte del esquema metropolitano. “Esto no debe de asustarnos, estamos hablando de otra ciudad, una ciudad planeada, programada, con todo resuelto”; tampoco provocará problemas con el área natural protegida que se pretende establecer en un fragmento del territorio, “vamos a dejar libre esa franja”, explica el director de Obras Públicas del municipio.
No obstante, la ciudad de Valle de Santiago “está en un período de trámite y nosotros no damos por hecho que a sus pretensiones se les dé luz verde, estamos en una etapa de revisión, de análisis, de estudio”, advierte con cautela.
Para comunicar la zona se deberá ampliar el puente que lleva de Coyula a Matatlán, sobre la barranca, a un mínimo de ocho carriles y, además, hacer otros puentes, para ligar el desarrollo hacia la autopista, que cruza la barranca unos kilómetros aguas arriba, y colinda con el predio a desarrollar. Habrá densidades diversas según el tipo de terreno: “o sea, manejar áreas campestres, áreas residenciales y áreas de alta densidad”.
—¿No cree que este esquema va a alterar el problema del crecimiento de la ciudad? La reserva que ustedes tienen absorbe el crecimiento completo a 2030, pero tendrán que evitarse nuevos desarrollos en otros sitios.
—Según los estudios, se requieren de 400 ha anuales para atender la necesidad de vivienda de la zona metropolitana, pero no veo yo que con Valle de Santiago se vaya a atender la demanda de la ciudad; atenderían una parte de la necesidad de vivienda, no veo yo que hubiera sobreoferta.
—La previsión de crecimiento de la zona conurbada topa entre cinco y seis millones de habitantes en 2030, si sale el negocio en ese desarrollo, y otros, según la reserva que ustedes tienen disponible, se quedan con casi todo el crecimiento de los próximos 20 años…
—Tiene razón, pero el desarrollo que están planteando debe ir respondiendo a la demanda; sí tiene la meta de llegar a 250 mil viviendas, pero si las necesidades son de 100 mil, pues será hasta ahí. A fin de cuentas es un negocio.
Urbi tiene en Jalisco dos proyectos: el primero arrancó en 2004 en las faldas de la misma barranca, pero del lado de Tonalá, con más de cuatro mil viviendas construidas y una reserva por desarrollar de 300 hectáreas. El segundo, enfrente, Valle de Santiago, “es un proyecto de gran visión con una nueva escala de intervención para el sector de la vivienda, a través de la conformación de una comunidad integralmente planeada bajo un escenario de compromiso y conciencia por la problemática urbano-ambiental”, asegura el director regional de la empresa, Mario Elizondo Lomelí.
De hecho, las dimensiones de este proyecto empequeñecen cualquier otro que jamás se haya realizado en esta ciudad, y en cualquier otra parte de México.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
A este municipio de 80 mil habitantes, la frontera aparentemente infranqueable del río Santiago lo marginó por décadas de la zona conurbada de Guadalajara. Pero hoy, con el proyecto de Valle de Santiago, sus autoridades asumen que llegó un cambio, que no están tan seguros de anhelar: hasta 250 mil casas y un millón de habitantes, en quince años, cambiarán para siempre la historia de esta demarcación semirrural, y la del resto del entorno de la capital de Jalisco, sumida en una profunda crisis de calidad de vida por la dispersión de sus asentamientos y la devastación de sus reservas naturales.
“No es que lo deseemos, es que va a pasar de todos modos, pero puedo decirle que ya estamos preparados”, se ufana, con cierto tono de disculpa, el director de Obras Públicas de Zapotlanejo, Gregorio Dávalos Nuño. Ratificado en el cargo para los siguientes tres años, destaca que el municipio ya cuenta con Programa Municipal de Desarrollo Urbano, y está a punto de sacar adelante el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial.
La tarea no es menor, pues hay alrededor de doce mil hectáreas como reservas urbanas tan sólo en este municipio, extensión que coincide con las necesidades totales de la metrópoli hasta 2030. De esa superficie, cerca de la mitad se llevaría el proyecto de Urbi, por lo que hay posibilidades para establecer en Zapotlanejo, si el mercado lo da, hasta dos millones de personas.
Explica: “Estábamos divorciados de la zona metropolitana por la barranca del Santiago, pero el municipio está estudiado dentro del esquema de reservas urbanas de la ciudad; considerando que en Tlajomulco y El Salto, aunque todavía hay espacio, son en buena parte zonas de riesgo, Zapotlanejo viene a satisfacer esa necesidad; por eso, previendo que pudiera ocurrir, nosotros ya nos estamos adelantando […] la mayoría de los municipios evaden la responsabilidad en la tarea de contar con su programa de desarrollo urbano y con el programa de ordenamiento ecológico, aquí creemos que es una necesidad prioritaria, muy urgente, por la presión de la zona metropolitana hacia Zapotlanejo, es decir, si no estamos ordenados, la ciudad va a andar brincando la barranca de manera desordenada…”.
El funcionario confirma el trámite de Urbi para su desarrollo Valle de Santiago, en terrenos sobre todo de origen privado, enclavados en la zona de la barranca, de los que ha adquirido cerca de dos mil hectáreas, aunque demandará entre cinco y seis mil ha (ver nota anexa). El ayuntamiento tiene en análisis la propuesta y podrá emitir una licencia de construcción, siempre que se cumpla la obligación que se autoimponen los desarrolladores, de hacer una ciudad autosustentable en materia de servicios como agua potable, saneamiento y basura. El ejemplo es el desarrollo urbano integral sustentable de Valle Las Palmas, en Tijuana, de la misma firma.
El director del Organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua, Raúl Antonio Iglesias Benítez, confirma a este diario que Urbi compró parte de las tierras con sus derechos de agua ya concesionados a los propietarios originales de los predios y que, además, logró concesiones nuevas, pues se trata de un área que no tiene escasez de agua y la ley lo permite, a diferencia de la mancha urbana de Guadalajara.
Señala que el sistema de autogestión de los servicios da la tranquilidad de que no será una carga, pues el agua se extraería de los pozos, se trataría, y una parte se reutilizaría en servicios públicos, y el resto se descargaría en arroyos, lo que viene a ser una recarga del acuífero. A su juicio, no se afectarían más de 500 litros por segundo, casi 15.8 millones de metros cúbicos anuales, contra una existencia del acuífero de unos 35 millones de m3.
Es otra ciudad
Zapotlanejo no forma parte del esquema metropolitano. “Esto no debe de asustarnos, estamos hablando de otra ciudad, una ciudad planeada, programada, con todo resuelto”; tampoco provocará problemas con el área natural protegida que se pretende establecer en un fragmento del territorio, “vamos a dejar libre esa franja”, explica el director de Obras Públicas del municipio.
No obstante, la ciudad de Valle de Santiago “está en un período de trámite y nosotros no damos por hecho que a sus pretensiones se les dé luz verde, estamos en una etapa de revisión, de análisis, de estudio”, advierte con cautela.
Para comunicar la zona se deberá ampliar el puente que lleva de Coyula a Matatlán, sobre la barranca, a un mínimo de ocho carriles y, además, hacer otros puentes, para ligar el desarrollo hacia la autopista, que cruza la barranca unos kilómetros aguas arriba, y colinda con el predio a desarrollar. Habrá densidades diversas según el tipo de terreno: “o sea, manejar áreas campestres, áreas residenciales y áreas de alta densidad”.
—¿No cree que este esquema va a alterar el problema del crecimiento de la ciudad? La reserva que ustedes tienen absorbe el crecimiento completo a 2030, pero tendrán que evitarse nuevos desarrollos en otros sitios.
—Según los estudios, se requieren de 400 ha anuales para atender la necesidad de vivienda de la zona metropolitana, pero no veo yo que con Valle de Santiago se vaya a atender la demanda de la ciudad; atenderían una parte de la necesidad de vivienda, no veo yo que hubiera sobreoferta.
—La previsión de crecimiento de la zona conurbada topa entre cinco y seis millones de habitantes en 2030, si sale el negocio en ese desarrollo, y otros, según la reserva que ustedes tienen disponible, se quedan con casi todo el crecimiento de los próximos 20 años…
—Tiene razón, pero el desarrollo que están planteando debe ir respondiendo a la demanda; sí tiene la meta de llegar a 250 mil viviendas, pero si las necesidades son de 100 mil, pues será hasta ahí. A fin de cuentas es un negocio.
Urbi tiene en Jalisco dos proyectos: el primero arrancó en 2004 en las faldas de la misma barranca, pero del lado de Tonalá, con más de cuatro mil viviendas construidas y una reserva por desarrollar de 300 hectáreas. El segundo, enfrente, Valle de Santiago, “es un proyecto de gran visión con una nueva escala de intervención para el sector de la vivienda, a través de la conformación de una comunidad integralmente planeada bajo un escenario de compromiso y conciencia por la problemática urbano-ambiental”, asegura el director regional de la empresa, Mario Elizondo Lomelí.
De hecho, las dimensiones de este proyecto empequeñecen cualquier otro que jamás se haya realizado en esta ciudad, y en cualquier otra parte de México.
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Se financiará con recursos federales y privados
Luz verde a la primera fase de Valle de Santiago
Empresa reconoce el reto de hacer espacios urbanos realmente autosostenibles
Mario Elizondo Lomelí, director regional de Urbi en Guadalajara, señala que el megaproyecto de Valle de Santiago pasó una primera aduana de trámites en su camino a la realidad. Se han invertido ya tres años de trabajo de la desarrolladora, que cuenta con el respaldo del sector de vivienda federal.
Elizondo Lomelí aceptó responder algunas dudas de Público, vía electrónica. Estos son algunos conceptos.
—¿Hace cuánto tiempo comenzaron la gestión del proyecto?
—[…] Urbi, en la búsqueda de comunidades planeadas, inicia con la prospección de sus reservas territoriales con tres años de anticipación, mediante el análisis de las presiones de crecimiento urbano y la solución de infraestructura básica en equilibrio con el medio ambiente.
—¿Es parte de los modelos de Ciudad Sustentable como el que recién inauguraron en Tijuana?
—Más que inaugurar, recientemente el presidente Felipe Calderón anunció a Valle San Pedro, en Tijuana, Baja California, como el primer desarrollo urbano integral sustentable (DUIS) en México, certificado por las entidades federales. Nuestra búsqueda es replicar este modelo en otras partes […] la buena noticia es que Valle de Santiago fue evaluado positivamente en su primera fase y es parte de la cartera de proyectos estratégicos a nivel federal; actualmente se encuentra en la segunda fase de evaluación por parte del Comité Técnico DUIS.
—¿En qué consiste este concepto de urbanización?
—Este modelo integra el diseño y creación de ciudades competitivas que propicien la prosperidad social, ambiental y económica […] en ese sentido, el gobierno federal, a través de Sociedad Hipotecaria Federal, la Conavi, el Infonavit y otras instancias federales, promueve DUIS como motor de desarrollo regional, que permitan canalizar incentivos e inversión pública y privada. Para esto, existen criterios de elegibilidad y un proceso de evaluación técnica intersecretarial que certifica un polo de desarrollo urbano como DUIS […] sin lugar a dudas, el gran reto es transformar los DUIS en la palanca para el crecimiento y el empleo que impulse un desarrollo sustentable.
—¿Cuál será la inversión de Urbi en la zona? ¿Cómo se capitaliza, de dónde obtiene los recursos?
—A través de este modelo se determina un esquema de inversión en planeación urbana, en proyectos ejecutados a través del sector privado, incluye capital de riesgo a través de organismos públicos como Fonadin [Fondo Nacional de Infraestructura], y orienta la inversión pública en obras de ciudad de manera rentable; uno de los principales beneficios de este esquema es que permite enfocar estos recursos en el desarrollo urbano y atender a la población de menores ingresos, es decir impulsar la rentabilidad social e impulsar el crecimiento y el empleo en la región donde se detone.
—Dígame ejemplos de México u otras partes donde este modelo haya sido solución de problemas urbanos, y no una forma de agravarlos.
—En México, es el primer modelo con este enfoque y características […] sabemos que es un reto importante, por eso se debe de partir de sumar a todos los niveles de gobierno, a la iniciativa privada, a la comunidad.
Luz verde a la primera fase de Valle de Santiago
Empresa reconoce el reto de hacer espacios urbanos realmente autosostenibles
Mario Elizondo Lomelí, director regional de Urbi en Guadalajara, señala que el megaproyecto de Valle de Santiago pasó una primera aduana de trámites en su camino a la realidad. Se han invertido ya tres años de trabajo de la desarrolladora, que cuenta con el respaldo del sector de vivienda federal.
Elizondo Lomelí aceptó responder algunas dudas de Público, vía electrónica. Estos son algunos conceptos.
—¿Hace cuánto tiempo comenzaron la gestión del proyecto?
—[…] Urbi, en la búsqueda de comunidades planeadas, inicia con la prospección de sus reservas territoriales con tres años de anticipación, mediante el análisis de las presiones de crecimiento urbano y la solución de infraestructura básica en equilibrio con el medio ambiente.
—¿Es parte de los modelos de Ciudad Sustentable como el que recién inauguraron en Tijuana?
—Más que inaugurar, recientemente el presidente Felipe Calderón anunció a Valle San Pedro, en Tijuana, Baja California, como el primer desarrollo urbano integral sustentable (DUIS) en México, certificado por las entidades federales. Nuestra búsqueda es replicar este modelo en otras partes […] la buena noticia es que Valle de Santiago fue evaluado positivamente en su primera fase y es parte de la cartera de proyectos estratégicos a nivel federal; actualmente se encuentra en la segunda fase de evaluación por parte del Comité Técnico DUIS.
—¿En qué consiste este concepto de urbanización?
—Este modelo integra el diseño y creación de ciudades competitivas que propicien la prosperidad social, ambiental y económica […] en ese sentido, el gobierno federal, a través de Sociedad Hipotecaria Federal, la Conavi, el Infonavit y otras instancias federales, promueve DUIS como motor de desarrollo regional, que permitan canalizar incentivos e inversión pública y privada. Para esto, existen criterios de elegibilidad y un proceso de evaluación técnica intersecretarial que certifica un polo de desarrollo urbano como DUIS […] sin lugar a dudas, el gran reto es transformar los DUIS en la palanca para el crecimiento y el empleo que impulse un desarrollo sustentable.
—¿Cuál será la inversión de Urbi en la zona? ¿Cómo se capitaliza, de dónde obtiene los recursos?
—A través de este modelo se determina un esquema de inversión en planeación urbana, en proyectos ejecutados a través del sector privado, incluye capital de riesgo a través de organismos públicos como Fonadin [Fondo Nacional de Infraestructura], y orienta la inversión pública en obras de ciudad de manera rentable; uno de los principales beneficios de este esquema es que permite enfocar estos recursos en el desarrollo urbano y atender a la población de menores ingresos, es decir impulsar la rentabilidad social e impulsar el crecimiento y el empleo en la región donde se detone.
—Dígame ejemplos de México u otras partes donde este modelo haya sido solución de problemas urbanos, y no una forma de agravarlos.
—En México, es el primer modelo con este enfoque y características […] sabemos que es un reto importante, por eso se debe de partir de sumar a todos los niveles de gobierno, a la iniciativa privada, a la comunidad.
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