jueves, 26 de noviembre de 2009

Media ZMG, en zona de riesgo


Inundaciones, contaminación, deslizamientos, hundimientos: problemas normales; no se puede hablar de ciudad global cuando predominan niveles de subsistencia


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 25 de noviembre de 2009


A partir de los años cincuenta del siglo XX, el clima político proclive a las inversiones llevó a desarrollar Guadalajara y fomentar su crecimiento demográfico. Pero fue tan poco cuidadoso ese proceso, que la ciudad consolidada ya se extiende en más de 50 por ciento de su superficie sobre zonas inadecuadas, en las cuales se padecen sobre todo inundaciones, pero sin faltar la exposición a aguas malolientes, los agrietamientos y hundimientos por rellenos inadecuados, los deslizamientos de materiales y las exposiciones a la contaminación atmosférica.

El problema es que las reservas urbanas que ahora están en proceso de ocupación, y las que están disponibles para el desarrollo futuro, no tienen mejores condiciones, según el análisis del urbanista Francisco Perez Arellano, en sus Notas sobre el crecimiento metropolitano de Guadalajara.

“Actualmente hay crisis mundial sin duda, crisis social, crisis ambiental y crisis económica. Se supone que las ciudades las generamos para vivir mejor; pues entonces, las ciudades deberían ser ambientalmente sustentables, socialmente justas y económicamente competitivas, para que respondieran a la crisis del mundo actual […] Ambientalmente, ¿qué está pasando en Guadalajara? Que la ciudad ha crecido, la mitad, en áreas ambientalmente inconvenientes y, por si faltara, la mitad de las reservas que hay para el futuro crecimiento está también en áreas ambientalmente inconvenientes; incluso si nos vamos al aspecto de las áreas de riesgo, muchas de las reservas que hoy tienen los municipios están allí”.

—¿Hablamos de riesgos por sus características físicas?
—O porque son áreas de alta productividad agrícola, o porque son recargas de acuíferos, o de plano porque son áreas de valor paisajístico muy importante, como es La Primavera o es la barranca; o son áreas hidrológicas importantes dentro de la microrregión, como son cuerpos de agua o escurrimientos que nos hemos dado a la tarea de rellenar o a cambiar de ruta, y por eso se vienen las inundaciones; por eso se trata de inconvenientes no sólo desde el punto de vista natural […] Son cosas que no deberían suceder en un ciudad que trata de ser no sólo contemporánea o moderna, sino que trata de ubicarse en el mundo global. Y ¿cuáles son las ciudades del mundo global? Las que tienen resueltas sus necesidades básicas y que desarrollan sus ventajas competitivas de una manera tal que les ganan a otras… Las ciudades del mundo global ya tienen resueltas sus necesidades de agua, de drenaje, de recolección de residuos sólidos, de prevenir inundaciones, de todo lo básico para hablar de una calidad de vida, y nosotros estamos apenas a nivel de subsistencia”.

Es un rosario de oportunidades perdidas. “No quiero ser negativo, pero Guadalajara está asentada en un entorno natural de tal riqueza, y tiene todavía tal potencial, que, pese a los errores, todavía le queda mucho, aún es una buena ciudad para vivir. Pero, como todo en la vida se acaba, lo cierto es que, si no cambiamos, la tendencia nos va a acabar”.

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