jueves, 9 de agosto de 2018

La mala calidad educativa, freno al desarrollo del país


El reto de educar en tiempos de ignorancia y violencia, con crisis de valores humanísticos, y con un sistema en que no se transmiten bien conocimientos y modelos de vida, es abordado por Juan de la Borbolla Rivero, rector saliente de la Universidad P

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La educación, el fundamento del desarrollo de cualquier país, no es un tema exclusivo de las universidades. Y ni siquiera el acceso universal a la universidad es lo primordial, mientras la educación básica y media no atiendan la urgente demanda de calidad, lo que significa que los alumnos sepan leer bien, escribir, hacer operaciones de aritmética, y matemáticas básicas, reconoce el saliente rector de la Universidad Panamericana, campus Guadalajara, Juan de la Borbolla Rivero.

“Es un círculo vicioso, donde la primera culpable es doña Cuquita del Jardín de Niños Héroes de Nacozari; yo creo que cada instancia educativa tiene su responsabilidad […] yo le digo a los profesores de la UP, no podemos dejar pasar por alto temas como estos, no se va a señalar a los profesores de lengua nacional de la primaria, cuando el muchacho haga un currículum de trabajo; allí no dirá, estudié con el profesor Pérez en primaria; va a poner a la universidad, por decir algo, la Escuela de Leyes, leyes con doble ele, y automáticamente se la van a cerrar las puertas, a ese egresado y a otros, porque van a decir: si esa es al ortografía con la que salen estos muchachos de la UP, qué podemos esperar de ellos […] tenemos que romper el círculo vicioso y convertirlo en un círculo virtuoso”, dice en entrevista con MILENIO JALISCO.

Otro ejemplo: “En Jalisco se necesitan alrededor de siete mil ingenieros, para poder satisfacer el crecimiento, la transformación que se ha dado, en todos los cluster electrónicos, y podríamos satisfacer la demanda, pero no podemos, ¿de quién es la culpa? Yo no quiero echar culpas, pero sí creo que entre todos tenemos que hacer un esfuerzo solidario: primaria, secundaria, preparatoria y universidad, para hacer más atractiva la enseñanza de las matemáticas, de la física, de la química […] no soslayo a la universidad, pero tendríamos que estar trabajando con programas de enseñanza más efectivos de matemáticas, desde segundo de primaria hasta tercero de preparatoria, para no tenernos que quejar de que los alumnos que nos llegan están mal y no van a aprender lo que necesitan porque traen las bases endebles”.

- ¿Entonces está de acuerdo que como país debemos mejorar primero la calidad de la educación básica, y luego hablar de acceso universal a la educación superior?

- Por supuesto.

Con 43 años de carrera en la institución educativa creada por la Prelatura del Opus Dei en México, y diez como rector en la sede de la capital de Jalisco, De la Borbolla Rivero prepara sus maletas, pues deja el cargo y se retira a España a retomar estudios, “necesito volver a aprender a enseñar”, asegura, ante el avance de las técnicas y metodologías docentes, y la propia sensación que le dio retomar brevemente la cátedra en un curso hace pocos meses, “…me sentí fuera de forma, terrible”, confiesa.

Deja el rectorado en un momento en que la UP en Jalisco ha crecido de forma sostenida como una de las principales propuestas educativas, desde la óptica cristiano-católica fuertemente arraigada en las élites de Guadalajara. También aborda esa contradicción: cómo una obra educativa generada para hacer posible los valores del humanismo cristiano en la vida del hombre común, parece fracasar en una sociedad ávida de dinero, de satisfactores “de corto plazo” y enamorada de cifras que demuestren “crecimiento” aunque no siempre se sepa para qué. La derrota de la trascendencia, dicen los conservadores. “El avance de la insignificancia”, señalaba el pensador agnóstico, autonomista y demócrata por excelencia del siglo XX, el griego Cornelius Castoriadis.

Modernidad secular

- La obra educativa que usted ha encabezado tiene como premisa cristianizar al mundo, pero el secularismo y la indiferencia religiosa son más patentes ahora que hace 43 años en nuestra sociedad, ¿esto no atormenta a un rector? El auge del crimen es claramente un tema de dinero y negocio...

- Sí, claro, es un tema clave, tiene un sentido de profundidad esta pregunta […] lo que se llama humanismo cristiano tiene su fundamentación en lo que también se conoce como humanismo occidental, que tiene tres raíces sólidas en la filosofía griega, en la organización romana y la visión judeo, ahora cristiana, de la dignidad de la persona como criatura de Dios; Johannes Messner establece una diferenciación, habla de la contraposición de dos humanismos, del humanismo realista contra los humanismos idealistas; el realista es la visión grecolatina y judeocrisitiana, que establece como criterio básico la dignidad de la persona humana: el ser humano es único e irrepetible y por lo tanto es sujeto de toda dignidad; Cristo lo vino a salvar y el hombre ha sido redimido…

- Y la doctrina de que todos los hombres son iguales.

- Así es, se reafirma la dignidad intrínseca, y hasta que no llega el cristianismo no se perfecciona ese humanismo realista, porque grandes pensadores como Aristóteles, aceptan la validez de la esclavitud, y los judíos a lo más que llegaron fue al ojo por ojo, diente por diente […] Gandhi dijo que si estuviera vigente la Ley del Talión, todos andaríamos tuertos, o ciegos. Lo interesante del caso es que por la naturaleza humana nunca se ha podido llegar a una plenitud perfecta, y viene el enfrentamiento con los humanismos idealistas, que basan la dignidad de la persona sobre cualidades específicas: el humanismo materialista, el humanismo dialectico, por ejemplo, dice que el hombre es digno en la medida que trabaja, y si no trabaja, no es persona; ah caray, de ahí vienen muchos de los grandes conflictos, el secularismo de los siglos XX y XXI, el choque de dos visiones de vida, independientemente de la cuestión religiosa, centrados en una visión humanista, antropológica […] sí nos duele lo que se ve fuera, porque son casos que en la práctica no se da lo que aquí se ha enseñado, y como profesores y directivos de la universidad, debemos imbuir al alumno, para que sea el mejor ingeniero posible, el mejor abogado posible, el mejor comunicador posible, pero siempre bajo la base de la dignidad de la persona, más allá de si tiene mucho dinero, un origen étnico diferente al de las mayorías, independientemente de su preferencia sexual, de cualquier factor accidental. La persona merece respeto por ser persona, tiene una dignidad intrínseca, y en la visión cristiana, todos somos hijos de Dios.

- ¿No hay más derrotas que victorias en esta guerra?

- Nos topamos con casos y a eso a veces es muy frustrante. No estamos fabricando tornillos, que tiene un control de calidad muy específico; trabajamos con personas, que tienen libertad hasta de ir en contra del bien: me conviene seguir en esta senda que me lleva a mi bien personal, a mi ser y al bien común, pero no me da la gana, no, yo me voy por otro camino. Es ahí donde puede haber fracasos, y podemos decir: este muchacho se quedó cinco años con nosotros, pero qué se le quedó; esa es la maravilla de la dignidad humana, que es libre y con la libertad humana no podemos hacer modelos en serie…

Los ejemplos aparentemente más banales recibidos en la escuela pueden inclinar la balanza. Por eso, Juan de la Borbolla ha sido estos diez años enfático en la necesidad de que sus profesores muestren congruencia entre lo que dicen y hacen. Por ejemplo: la regla de la puntualidad, que aplica a todos, incluido el catedrático, o de lo contrario, es pretendida como potestad, como privilegio del docente, lo que deriva en un mensaje arbitrario.

“Allí hay una labor deseducativa, es decir, sigue las palabra del profesor, pero no hagas lo que hace, porque es una incongruencia total, y eso rompe la educación […] por eso es importante tener una intervención entre los agentes educativos, su máximo debe ser tener congruencia entre el decir y el hacer[…] de lo contrario, qué mundo social podríamos construir así.

- Está la congruencia, pero también el conocimiento:¿ cómo afecta la pésima formación de muchos alumnos que vienen de la educación básica?

- Hay dos milagros a nivel mundial, y son dos micropaíses, Finlandia y Singapur, uno escandinavo y otro del sureste asiático; en dónde está escrito el éxito de estos dos países, en la educación, con un silogismo básico: árbol que crece torcido ya nunca se endereza; ¿en dónde se empieza a aprender? En la primaria; ¿en dónde se empieza a socializar?, en el jardín de niños. Si esas instancias educativas no son lo suficientemente buenas, árbol torcido ya jamás se endereza, por más que queramos hacer un esfuerzo. Como contraste, los Estados Unidos y la Gran Bretaña tienen las mejores universidades del mundo, pero la paradoja es que están invadidas de extranjeros porque muchos ingleses y estadounidenses no tienen nivel para cursar; se quejan de lo mismo que aquí platicamos: estamos muy bien, pero la educación básica no es eficiente, y el ejemplo de Singapur y Finlandia, fue fortalecer la educación a esos niveles…

- Sin olvidar que para muchas personas, la educación básica será la única que cursen en su vida…

- Por supuesto, y en México eso no se premia: si un hijo mío me dice que va a ser fontanero y tiene mucha habilidad y gusto, yo lo desheredo, y en la práctica vemos que un fontanero a veces cobra lo que no cobra un médico, ¿por qué?, porque faltan buenos fontaneros, buenos mecánicos, buenos en el desempeño de oficios que la sociedad necesita. Hemos creído que el factor de éxito es ser universitario, y luego llegan alumnos que no tienen ni las capacidades ni las actitudes para ser universitarios, pero están forzados por esta dinámica familiar y social, de que si no tienes un título universitario no eres nadie; lamentablemente la mayor parte se queda y por eso estamos hablando de sueldos bajos […].

Agrega: “ojalá se pusiera énfasis para que entre secundaria y preparatoria hubiera la menor deserción posible, el presidente Peña Nieto se propuso en su sexenio que iba a terminar con una cobertura de 40 por ciento, y no va a llegar a esta meta aunque se hizo un gran esfuerzo, pero creo que andaba por 31 por ciento y quizá termine entre 35 y 36 por ciento, si se contabilizan preparatoria abierta y secundaria abierta, universidades que basan su sistema en cuestiones informales. Pero el problema está en el paso de secundaria a preparatoria, es ahí donde se queda la mayoría, así que puede haber un diferencial terrible […] 40 por ciento de acceso a la preparatoria es lo mínimo de los países del OCDE (Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico)”.

- Tampoco los países socialistas, Cuba suele ser nuestro ejemplo, dan acceso universal a la universidad.

- Claro, es muy costoso, y se descuidan los aspectos técnicos que también son importantísimos, o sea, es como tener muchos generales pero sin soldados rasos, y no es peyorativo ser soldado raso, lo que es peyorativo es tener una carrera universitaria y que se te cierren todas las puertas, por exceso de oferta o porque no eres un profesional debidamente capacitado.

La revolución que viene

Además de los desafíos heredados de la era dela revolución industrial, que universalizó el derecho al trabajo y la propia noción de los derechos humanos, el mundo enfrenta nuevos desafíos: la nueva era digital y cibernética, que amenaza con desplazar el trabajo de las personas.

“Estamos ya en la revolución 4.0, pero en Japón van a la revolución 5.0: no podemos prescindir de toda esta maravilla que es la tecnología, pero tiene un costo; la revolución 5.0 tiene que buscar un modelo para que toda esa mano de obra desplazada tenga un trabajo digno, o más digno; nos quejamos de la robótica, y no debemos quejarnos, es maravillosa, incluso desde el punto de vista antropológico y humanista; en lugar de que una persona haga un trabajo manual, permanente, atrofiante, que lo haga la máquina […]las compras en línea, en la web, son buenas, hacen más fácil la vida, pero qué va a pasar con los empleados de Walmart, de Soriana, y hay más gente que sigue naciendo y creciendo, que sigue estudiando la universidad, ¿en dónde los vamos a ubicar?”.

Los parámetros cambian, la historia se acelera, el auge y la quiebra de las tecnología ocurre en lapsos más cortos. “Ese dinamismo lo tenemos que prever los rectores, a ver, cómo hacemos con los muchachos, para cuando salgan de la universidad en cinco años, ahora que cambiaron totalmente los parámetros”, subraya.

- Sin dejar de insistir que esas condiciones presionan más para que se decida bien: ayudo a mis empleados, evito la corrupción, como lo dice la ética humanista, o genero ganancias...

- Sí, pero muchas veces la disyuntiva se rompe, con una buena planeación, científica, con datos técnicos, con desarrollo de capacidades profesionales de alta calidad; por ejemplo, si soy abogado, digo que no me puedo manejar con criterios éticos, morales, porque así no sacaría adelante mis casos, porque desde el secretario hasta el juez me van a pedir…

- El famoso moche.

-… pero tal vez significa que no tienes todos los elementos jurídicos necesarios para plantear bien la demanda o el recurso, así que tienes que caer en la salida fácil. Yo creo que en muchos aspectos la disyuntiva se puede resolver, cuando se posee lo que los latinos decían ‘autorictas’, y qué es ‘autorictas’, que tengo la autoridad moral de exigir que se haga bien porque tengo los conocimientos, y tengo una línea de acción congruente, por lo tanto no se te vaya ocurrir plantearme algo como esto, porque te voy a decir con todas sus letras que no te daré dinero..

- Y tener el valor civil, porque muchos abogados razonan: no me quiero poner en contra al juez, lleva muchos asuntos míos.

- Sí, tener el valor civil […] en la corrupción, el problema no es el gobierno, porque cada país tiene el gobierno que merece; es decir, es un reflejo delo que somos como sociedad; por ejemplo, en nuestra querida Guadalajara, en la católica Guadalajara, usted ve robos y sustracción de metales de todo tipo, se llevan desde rejas hasta alcantarillas, fierros, placas, letras de monumentos, y lo hacen personas; esto es corrupción, y la corrupción es ya un estado, es un ciclo, y pensamos que es normal, eso es lo grave.

El modelo de educador que busca la IP, sostiene el rector, es el del humanista católico Efraín González Luna Morfín, quien jamás se jubiló, dio cátedra en la escuela de derecho por casi tres décadas, y revisaba acuciosamente los exámenes de los alumnos para mostrar desde los errores de ortografía, que consideraba inaceptables, hasta los problemas con los conceptos. “Ese examen lo guardaban los alumnos, era una herramienta de aprendizaje magnífica. Y eso queremos que entiendan nuestros docentes: ser congruentes, ser competentes, ser serios y profesionales, ayudará a formar mejores profesionales”, destaca.

Regresar a esas nociones es el nuevo reto profesional del rector saliente. Tiene 66 años y pretende, al regresar de España, retomar sus clases los años que le queden. “Yo soy en esencia un docente, y no quiero dejar de serlo”, apunta. Se le queda en el tintero algo que de seguro ha pensado: son la clase de ilusiones que solo se mueren cuando falta la vida misma.

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