Es apenas un primer escollo ambiental; queda pendiente el cambio de uso de suelo forestal; el tema agua y la protección de esteros y tortugas, los principales problemas del proyecto.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El desarrollo turístico de Chalacatepec, uno de los más polémicos de los últimos años, al financiarse parcialmente con recursos del fondo de pensiones de los trabajadores de Jalisco –sus detractores señalan que es "inversión de riesgo"- y al estar enclavado en medio de tres áreas naturales protegidas, ha logrado "luz verde" en su primera etapa "de tramitología": la autorización de la manifestación de impacto ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semadet).
La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la dependencia, emitió el resolutivo (oficio SGPA/DGIRA/DG/04452) el pasado 22 de junio de 2016, y lo entregó al representante legal de la empresa Chala Mar (sociedad de responsabilidad limitada de capital variable), Ricardo Santa Cruz Mahoney, el 7 de julio siguiente; se trata de un documento de 108 páginas que se puede leer íntegro en www.semarnat.gob.mx, y que establece una autorización a 99 años aunque condicionada por aspectos como el respeto irrestricto de las dunas por ser parte de las playas tortugueras, decretadas santuario desde 1986, y el tema del agua, pues no existe disposición en el acuífero de la zona de Tomatlán, si bien, los desarrolladores aseguran contar con un proyecto alternativo para obtener el recurso.
El proyecto Chalacatepec se denomina oficialmente "Proyecto Desarrollo Vistas", significa la remoción de 183.28 hectáreas de duna costera, vegetación de selva baja caducifolia y vegetación secundaria, queda autorizado "para llevar a cabo las etapas de preparación de sitio, construcción, operación y mantenimiento del proyecto, en el entendido de que se realizará en siete fases, de las cuales, de la uno a la seis serán para desarrollar etapas [...] de cinco años cada una", y una final de 69 años. El promovente debe rendir informes de cada etapa para evaluar cumplimientos parciales. Este permiso no es suficiente: los empresarios deben solicitar autorización para cambio de uso de suelo forestal en la delegación de la Semarnat, lo que significa que las obras no pueden arrancar aún.
Las condicionantes más importantes de esta autorización son: uno, presentar calendarios de obras y trabajos tres meses antes del arranque; depositar garantías y seguros frente al riesgo que significa el proyecto para el sitio Ramsar Chalacatepec y el santuario de tortugas de Mismaloya; dos, "presentar las autorizaciones y / o permisos correspondientes avalados por la Conagua, en donde se indique y garantice el abastecimiento de agua potable, con el fin de asegurar dicho recurso para la operación del proyecto, sin que ello represente competencia con otras actividades productivas y con la población existente en la región; dichas autorizaciones deberán ser presentadas a esta dirección general previo a la construcción...".
Cuatro, en el programa de prevención, mitigación y manejo de contingencias ambientales, así como derivadas del cambio climático, "deberá contemplar análisis de peligros, vulnerabilidad y gestión de riesgos", y desarrollar aspectos como "factores ambientales que serán modificados por el cambio climático que puedan afectar", como ciclones, aumento de temperatura, incremento del nivel del mar; establecer tendencias y estimaciones a periodos de cinco, diez, 15 y 20 años; hacer simulaciones de escenarios a futuro con estos componentes. Este producto permitirá tomar decisiones y ordenar actividades para afrontar con éxito las eventualidades peligrosas (incendios, sismos, inundaciones, plagas y enfermedades).
Cinco, generar un proyecto de protección y conservación de tortugas marinas, con personal permanente y vigilancia constante en playa, lo que implica restricciones fuertes al uso de esas playas con otros fines, es decir, "no se autorizarán permisos ni concesiones para el uso o aprovechamiento de la zona federal marítimo terrestre en las áreas delimitadas" en el decreto de protección a la tortuga marina, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de octubre de 1986.
Seis, "considerando que en el predio de pretendida ubicación del proyecto se identificó la existencia de individuos de ocelote (Leopardus pardalis), deberá presentar una propuesta de acciones de protección, conservación y monitoreo" de la especie. Siete, presentar un plan de reforestación, restauración, manejo de biodiversidad, manejo de ecosistemas y de agua, con us respectivos programas de educación ambiental, de vigilancia y de contingencias, lo que incluye la presencia permanente de un supervisor ambiental y la elaboración de manuales.
El proyecto presentado tiene las siguientes características: es un terreno de casi 1,200 hectáreas que ha cancelado su campo de golf y a cambio ha establecido un proyecto agrícola orgánico; que promete recuperar la mayor parte de la vieja frontera de la selva seca y proteger los sitios Ramsar aledaños; que asegura resolvió su problema de acceso de agua con pozos ubicados desde la parte media del río San Nicolás, sin alterar los usos regionales, y que integrará a los pescadores en una villa frente al mar, con libre acceso para cualquier vecino o curioso que desee comer u hospedarse en una pequeña caleta frente al océano Pacífico, según el documento presentado en agosto de 2015 (ver MILENIO JALISCO, 7 y 8 de septiembre de 2015).
Se pretenden construir en seis fases quinquenales, 4,650 cuartos, lo que da una densidad menor a 2 cuartos por hectárea, que es casi la mitad de lo que autoriza en la región el Programa de Ordenamiento Ecológico local (unos ocho mil cuartos), agregan.
El resumen de la MIA destaca: "La totalidad de los impactos ambientales ocasionados [...] se pueden prevenir, mitigar y, en su caso, compensar. Con respecto a los aspectos biológicos, se contempla la creación de área natural protegida privada de 515 hectáreas, y la restauración a cobertura forestal de 239 ha. Estas medidas pretenden incrementar en 37 por ciento la superficie actual de cobertura forestal, lo que permite la recuperación de la conectividad de los hábitats naturales del predio".
Además, incluye una aldea de pescadores que "previene la exclusión social , ya que por un lado, incluye las actividades económicas tradicionales de la región al proyecto con la construcción de un mercado del mar y comercios para los habitantes locales, así como el proyecto agrícola, y por otro, maximiza la contratación de población local. De esta manera, evita un cambio de cobertura excesivo y la exclusión social que típicamente se asocia a los desarrollos turísticos".
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Claves
El predio de 1,186 ha en que se ubica el proyecto Chalacatepec, se ubica al sur del litoral de Tomatlán; de acuerdo a la empresa promotora de Desarrollo Vista, su tenencia es privada, lo que no evita que permanezcan conflictos con ejidatarios de José María Morelos
De acuerdo a los acuerdos entre el Instituto de Pensiones (Ipejal) y Rasaland, el primero posee 25% de las acciones del desarrollo, además de un equivalente en otro proyecto turístico de Riviera Nayarit, y un hotel de la Ciudad de México
El Desarrollo Vistas prevé reubicar y reconstruir el campamento tortuguero de Chalacatepec y proteger las zonas de anidación de tortugas; restricción de construcción "en primer cordón de dunas"; restricción de alturas y niveles de edificaciones; protección de escurrimientos y cañadas, en particular los que drenan a los sitios Ramsar Chalacatepec y Paramán-Xola
El proyecto inmobiliario se construirá sobre 164 de ha de 1,186 ha totales
La Conabio pidió no aprobarlo
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que preside el ex rector de la UNAM José Sarukhán Kermez, manifestó su oposición a que se otorgara autorización de impacto ambiental al proyecto inmobiliario de Chalacatepec, por considerar que generaría un alto impacto en los ecosistemas locales y regionales.
"El sitio en que se pretende realizar el proyecto y su área de influencia, se traslapa con las siguientes regiones de importancia para la biodiversidad: región terrestre prioritaria 63 Chamela-Cabo Corrientes, región hidrológica prioritaria 24 Cajón de Peñas-Chamela; Región marina prioritaria 25, Mismaloya-Punta Soledad; Sitio marino prioritario 38, Mismaloya-Bahía de Chamela; Sitio prioritario epicontinental con clave 63070 y prioridad extrema categoría 1; sitio con clave 62930 de prioridad alta y con clave 62650 de prioridad media (definidos por la Conabio y la Conanp en 2010); área natural protegida playón de Mismaloya; humedales Ramsar Laguna Chalacatepec y Laguna Xola-Paramán; sitio de manglar con relevancia biológica y con necesidades de rehabilitación ecológica Laguna de Chalacatepec, y en general la vegetación de manglar, protegida por la Ley de Vida Silvestre.
"Esta comisión considera que el proyecto tiene implicaciones ambientales que lo hacen no viable, ya que contribuirá a los problemas que actualmente presentan en el sitio del proyecto, tales como modificaciones de hábitat, afectaciones a los ecosistemas de manglar y contaminación, alterando con esto la biodiversidad terrestre y marina del sitio, además de no cumplir con las especificaciones de la legislación ambiental que aplica para la zona y para el proyecto" (páginas 65 y 66 del resolutivo de DGIRA).
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