Las obras en Talicoyunque continúan paradas. Los moradores de Temacapulín mantienen día y noche campamento
Temacapulín, Cañadas de Obregón. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 10 de noviembre de 2010
Los vecinos de Temacapulín están dispuestos a permanecer indefinidamente en campamento, pese al frío extremo que se vive estas noches en la meseta donde se construye el “nuevo Temaca”, para asegurar el cumplimiento de la suspensión judicial que a su juicio impide la edificación del poblado que ven como la coronación de su pesadilla de desalojo e inundación por causa de la presa El Zapotillo.
El Ayuntamiento de Cañadas de Obregón dice apoyarlos, pero les pide mesura y no desquitarse contra los peones de la obra. Éstos, más de un centenar, esperarán a que se pueda reabrir su fuente de trabajo, pues debido al conflicto, han dejado de cobrar sus jornales. El gobierno del estado —promotor del nuevo asentamiento que removerá 1,400 años de historia— hace mutis.
Así transcurrió el segundo día de la toma del predio Talicoyunque. El sol a plomo, el viento agitando los arbustos secos y levantando arena, las calles a medio pavimentar con empedrado zampeado, las casas solas con sus arcos y grandes ventanales —sello de “clausurado” sobre el vidrio—, obreros desocupados y preocupados; y afuera, tres decenas de moradores del viejo Temaca con sus lonas azules atadas al enmallado, carne que se cuece a la leña, refrescos helados, polvo y humareda.
“Estamos todos en paz, no hemos tenido problemas con la policía ni con los obreros. Nosotros les dijimos que no se debe hacer nada en la obra porque es ilegal, les presentamos nuestro escrito, y les decimos que si ellos después nos presentan otro escrito judicial que acabe con los efectos de éste, nos vamos tranquilos a nuestra casa”, dice Emilio Jáuregui, apodado El Gallo por aquel famoso futbolista de los años sesenta, del que parece no haber escuchado noticia.
La estrategia es permanecer en el campamento apaciblemente y dar recorridos cada dos horas por las casas solas, acompañados de algún encargado de la obra, para evitar problemas; lo que exigen es que no se mueva un sólo ladrillo ni se bata ninguna mezcla. A unos 30 metros de Talicoyunque está la maquinaria apagada.
En Cañadas, el secretario municipal, Mario Ruano García, refrenda el respaldo de la administración municipal emanada del PRI a los quejosos. Pero advierte que sus antecesores panistas los dejaron atados de manos, y emitieron permisos para Talicoyunque el último día de gobierno. También recomienda prudencia, preocupado por algunas incitaciones a la violencia “de unos pocos” en el pueblo desesperado.
“Nosotros no tenemos la culpa de nada, vamos a esperar tranquilos”, señala Alejandro, uno de los trabajadores que custodian que las cosas no se salgan de control. Es habitante de la cabecera, pero muchos de sus compañeros vienen de la zona de Chapala, del sur de Jalisco o de San Luis Potosí. “Nosotros ya pronto nos vamos a levantar cosechas de forraje, te pagan a 50 pesos la hora y dura un solo mes […] pero ellos no tienen nada por hacer…”.
La construcción comenzó en enero pasado. Las calles y las casas que se están edificando son espaciosas. “Prometieron dar lo mejor para que la gente no protestara por la reubicación”. Pero los comprende: nacieron abajo y tienen derecho a defender su vieja cuna. “No queda más que esperar”, dice resignado.
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Jornadas vs El Zapotillo
Los vecinos de Temacapulín toman a partir de las 9.00 am de hoy las calles de la zona metropolitana de Guadalajara, en la Minerva y hacia el Centro, para comenzar una jornada local, nacional e internacional en contra de la presa El Zapotillo.
Las exigencias básicas son 6:
1. La cancelación definitiva de la presa El Zapotillo, que inundaría el poblado.
2. Que se abra “un proceso amplio de consulta a las comunidades afectadas, a la comunidad científica y universitaria, así como a la sociedad en general, para la búsqueda de alternativas de abasto de agua”.
3. Que se suspenda de manera inmediata la construcción de la cortina, las obras de la reubicación de los pueblos y el hostigamiento a las comunidades.
4. Que se acate la recomendación 35/2009 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
5. Que se cumpla con la suspensión ordenada por la Quinta Sala del Tribunal de lo Administrativo del Estado de Jalisco (EXP. V-319-2009), en relación con la construcción de la reubicación de Temacapulín.
6. Que se proteja el patrimonio cultural, ambiental y natural amenazado.
Los vecinos de Temacapulín toman a partir de las 9.00 am de hoy las calles de la zona metropolitana de Guadalajara, en la Minerva y hacia el Centro, para comenzar una jornada local, nacional e internacional en contra de la presa El Zapotillo.
Las exigencias básicas son 6:
1. La cancelación definitiva de la presa El Zapotillo, que inundaría el poblado.
2. Que se abra “un proceso amplio de consulta a las comunidades afectadas, a la comunidad científica y universitaria, así como a la sociedad en general, para la búsqueda de alternativas de abasto de agua”.
3. Que se suspenda de manera inmediata la construcción de la cortina, las obras de la reubicación de los pueblos y el hostigamiento a las comunidades.
4. Que se acate la recomendación 35/2009 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
5. Que se cumpla con la suspensión ordenada por la Quinta Sala del Tribunal de lo Administrativo del Estado de Jalisco (EXP. V-319-2009), en relación con la construcción de la reubicación de Temacapulín.
6. Que se proteja el patrimonio cultural, ambiental y natural amenazado.
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