jueves, 2 de noviembre de 2017

El Zapotillo, la presa que nunca fue para 80 metros



Sorprende a los académicos de ITESO, UdeG, UTJ y UP el doble discurso de la Conagua y sus omisiones frente a la ley.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Un aspecto que llama la atención de los integrantes del Consejo Académico del Agua, grupo consultivo convocado por la comisión especial del agua del Congreso local, para abordar la problemática de la presa El Zapotillo, es el papel de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), frecuentemente al margen de la legalidad y escasamente comprometida con la transparencia en el caso analizado.
resa a una altura de 80 metros no es operativamente viable y no puede abastecer de agua potable a la zona metropolitana de Guadalajara. Por lo tanto, la decisión de terminar y poner en marcha la Presa El Zapotillo a 105 metros y la consecuente inundación de los poblados de Acasico, Palmarejo y Temacapulín es inevitable. El titular de la CEA sostiene que, desde el punto de vista técnico, el diseño y avance de la construcción actual de la presa hacen inviable un ajuste a una altura menor a la que fue proyectada, es decir, de 105 a 80 metros. El hacerlo conllevaría a riesgos de escurrimiento, erosión y, en casos extremos, colapso de la estructura", destaca el documento del grupo, denominado "Alternativas para la Gestión Integral y Sustentable del Agua en Jalisco, en el contexto del proyecto de la Presa El Zapotillo".

Que no se pueda ajustar demuestra varias inconsistencias: una, que no se pretendía respetar el mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de dejar la cortina en 80 metros, que nunca tuvo un proyecto ejecutivo el convenio de 2005 y que por ello, no había escenario alterno a los 105 m para la Conagua, añaden.

"Durante todo este proceso, la socialización, consulta y estrategia de información sobre el proyecto El Zapotillo –entre otros proyectos hidráulicos y acciones complementarias para el manejo del agua en Jalisco– ha sido incompleta y poco clara. El cambio en el diseño del proyecto, así como las omisiones y descuidos del proceso de gestión del proyecto han implicado un aumento de costos a lo largo de tres administraciones: procesos jurídicos y demandas judiciales, realización de nuevos estudios técnicos [diques, balance hidrológico, ramales, entre otros], suspensión de obras, pago de indemnizaciones a empresas y, más recientemente, la posible demanda por incumplimiento de contrato referente al acueducto El Zapotillo-León", precisan.

"En el proceso de búsqueda de información no pudo encontrarse ningún proyecto de construcción de una presa a 80 metros de altura, incluso la inexistencia de tal proyecto ha sido afirmado por oficio por parte de la Conagua, por lo que se asume que el único proyecto es el correspondiente al de la presa de 105 metros, y de acuerdo a las conclusiones del titular de la CEA es inviable la modificación del proyecto actual de la presa para dejarla a 80 metros de altura ya que correría riesgos estructurales. ¿Existe un peritaje independiente de ingeniería que certifique la imposibilidad de modificar la presa actual para conservar una altura final de 80 metros?", preguntan.

"A pesar de que el congreso del Estado de Jalisco presentó desde 2012 la controversia constitucional, la Conagua continuó con el proceso de construcción de la presa el Zapotillo bajo un proyecto para una cortina de 105 metros, con el conocimiento de las dificultades técnicas y económicas que implicaría la modificación del proyecto de construcción para adaptarla a 80 metros de altura, en caso de que la resolución de la Corte no les favoreciera. Nos preguntamos si existe alguna responsabilidad de los funcionarios federales en relación a los costos generados por los retrasos en la construcción de la presa o por los costos de modificación de la estructura (si fuera posible) por no esperar la resolución final de la Corte", sugieren.

SRN

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