jueves, 23 de octubre de 2014

Comienza trabajo del IMP para nueva verificación en Jalisco


Un nuevo instrumento debe aplicarse en 2015 para garantizar cumplimiento de todos los vehículos. El Instituto Mexicano del Petróleo establecerá las nuevas bases que regirán para aplicar verificación a casi 2.8 millones de automotores en Jalisco, y reducir motores que ocasionan alta contaminación

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

Jalisco contará en 2015 con un instrumento esencial para dar un viraje a la larga historia de fracasos en el tema de la calidad del aire: un programa de verificación de vehículos que logre un cumplimiento universal , lo que incluye herramientas para ofrecer soluciones realistas a un desafío singular de esta ciudad: que 25 por ciento de su parque vehicular no tiene convertidor catalítico, la tecnología que minimiza las emisiones.

La tarea está en manos del Instituto Mexicano del Petróleo, instancia que recibió recursos federales en el marco de un concurso por invitación (IA-914012998-N189-2014), denominado “proyecto rediseño del Programa de Verificacion Vehicular Obligatoria del estado de Jalisco”, con un costo de un millón 280 mil pesos más impuestos, y que deberá entregarse en los comienzos del año siguiente.

El trabajo formal comienza el próximo lunes, en que se reunirá personal del IMP, de la Secretaría de Medio Ambiente federal (Semarnat) y de la local (Semadet), para definir las primeras acciones.

“El proyecto consiste en realizar un diagnóstico integral del funcionamiento del programa actual y redireccionarlo para su fortalecimiento. Entre los principales objetivos está categorizar la flota vehicular registrada en el estado con base a su año, modelo, cilindraje, peso vehicular bruto, tipo de servicio que presta, combustible y tecnologías de reducción de emisiones, para así identificar a los altos emisores y diferenciar las responsabilidades inherentes a la verificación vehicular entre las categorías resultantes”, dijo a MILENIO JALISCO el director de protección ambiental de la Semadet, Guillermo Gómez Pedrozo Michel.

Actualmente, “la única diferenciación de responsabilidades es entre los vehículos de uso intensivo y los de uso particular. Por ejemplo, un vehículo de modelo 1980 carburado de ocho cilindros tiene las mismas obligaciones en torno a la verificación vehicular que un modelo 2014 de cuatro cilindros. Para este fin, el IMP cuenta con uno de los tres equipos de medición remota de emisiones de fuentes móviles disponibles en el país. Dicho equipo permite medir las emisiones de los automotores en condiciones normales y reales de operación”.

Otro objetivo fundamental “es establecer la ruta crítica para la transición e implementación de la prueba dinámica en el estado”, esto es, la medición de cinco gases contaminantes bajo condiciones simuladas de operación normal a través de un dinamómetro, para sustituir la actual prueba estática, y “estudiar la viabilidad de establecer la verificación por medio de la lectura de los códigos de fallas arrojadas por el sistema de diagnóstico a bordo [denominado OBDII]”.
Además, “la realización del estudio estará enfocada a analizar la viabilidad de establecer programas satélites al de verificación vehicular como el de sustitución de convertidores catalíticos, adopción de tecnologías reductoras de emisiones e instrumentos administrativos y financieros para la regulación de las emisiones por fuentes móviles”, añadió el funcionario.

El IMP cuenta con amplia experiencia en el tema. “Recientemente, el IMP completó el diseño de la primera etapa del programa de verificación vehicular obligatoria para el estado de Campeche y actualmente se encuentran trabajando en la actualización del programa de Chihuahua. El IMP también ha realizado proyectos de auditoría integral de la operación de los programas de verificación de la Zona Metropolitana del Valle de México, así como diversos estudios de emisiones vehiculares en zonas metropolitanas de todo el país, y cuentan con un laboratorio de emisiones vehiculares equipado con tecnología de punta”, puntualizó Gómez Pedrozo.

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CLAVES

Desastre ambiental

Desde que se hizo obligatorio hace un decenio, el programa de verificación de autos ha sido un constante fracaso: solamente de 30 a 35% de autos lo cumplen año con año, lo que explica que la contaminación de vehículos ocasione casi 90% de las emisiones en el área metropolitana de Guadalajara

El más ambicioso relanzamiento del programa se realizó durante la Administración de Emilio González Márquez, pero se desvirtuó porque el gobernador impidió la creación de centros de verificación, y le dio la responsabilidad a los propios talleres, cuya calidad irregular y numerosos casos de corrupción pervirtieron el proyecto

Además, no se dotó de herramientas auxiliares al programa para que pudiera mejorar en los hechos el parque vehicular, lo que hace que los autos viejos e ineficientes abunden en las calles de la metrópoli

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426 mil autos generan
la mayor contaminación

Se trata de modelos sin convertidor catalítico, 25% del total del padrón. En emisiones, son más de la mitad de lo que contamina la atmósfera de la ciudad; nuevo diseño de la verificación debe plantear alternativas para que sean equipados

AC

El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) debe establecer una estrategia para enfrentar lo que podría ser el mayor problema en las emisiones a la atmósfera de esta zona metropolitana: 426 mil autos que circulan todos los días y provocan más de la mitad de las emisiones que han convertido a la biosfera de Guadalajara en una de las menos respirables de América Latina.

Si bien, es un dato que deberá ser corroborado en el trabajo de diagnóstico que arranca este lunes, tampoco se trata de inventar el “hilo negro”. El registro que levantaron hace poco más de un año el Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ) y el despacho Latin America Capital, en el estudio Costos económicos ambientales de los autos en el área metropolitana de Guadalajara, ofrece información preliminar bastante precisa sobre el tema:

“25 por ciento del total de los vehículos registrados carecen de convertidor catalítico, lo cual representa aproximadamente 426,730 unidades. La suma de las unidades pertenecientes a los modelos de años 51 a 59 fue de 4,145 y representaron el 0.2 por ciento; la suma de las unidades de los modelos 60 a 69 fue de 17,284 y representaron 1 por ciento; los modelos del año 70 al 79 sumaron un total de 101,459 y correspondieron al 5.9 por ciento del total; los vehículos pertenecientes a los modelos del año 80 al año 89 sumaron 263,131 unidades y representaron el 15.2 por ciento”; un remanente importante de autos posteriores a 1990 complementan la cifra.

¿Por qué es grave la falta de convertidor? Se considera el vehículo una de las máquinas más ineficientes que se han inventado; con un litro de gasolina, las estimaciones más favorables indican que 30 por ciento de ese litro se aplica en el movimiento del vehículo, lo demás se transforma y se vuelve contaminante.

Todos los autos, incluso los de agencia, contaminan: datos de 2012 de la entonces Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable, señalaban que en promedio, los vehículos último modelo arrojaban cerca de 56 kilogramos de contaminante por año. Los vehículos de los segmentos entre 2010 y 1994, que tienen convertidor catalítico, promediaban 260 kilos, y los de 1993 para atrás, que no tienen el convertidor, andaban en 800 kilogramos al año. Una diferencia de 17 a uno.

Pero hay que agregar una advertencia: son cifras válidas solamente en caso de que se trate de vehículos debidamente afinados. Si carecen de ésta, se multiplica hasta por tres. Y apenas uno de cada tres autos es afinado y verificado. Un auto viejo sin afinar puede contaminar de 40 a 50 veces más que uno nuevo debidamente afinado.

¿Quiénes cumplían según esa estadística de hace dos años? 4 por ciento son autos de holograma verde, los nuevos y más cumplidores: por arriba de 70 por ciento de ese segmento cumplía la verificación; del holograma amarillo [de 2010 a 1994], 42 por ciento del padrón, el nivel de cumplimiento era cerca de 52 por ciento; y del holograma rojo [modelos de 1993 hacia atrás], que son 52 por ciento, apenas había un cumplimiento de 17 por ciento (ver “Monstruo que contamina”, MILENIO JALISCO, 22 de septiembre de 2012).

La función del convertidor catalítico es reducir las emisiones de tres gases fundamentales. Pruebas realizada en la ciudad de México para equipar autos sin convertidor, arrojaron los siguientes resultados: “en promedio se tienen reducciones de 45.5 por ciento de monóxido de carbono, 33.64 por ciento de hidrocarburos y 51.29 por ciento de óxidos de nitrógeno” (el estudio se puede consultar en http://web2.semarnat.gob.mx/informacionambiental/publicaciones/Publicaciones/RETROFIT%20GASOLINA%202005.pdf).

La idea es que en Jalisco se incorporen esquemas para que esos 426 mil autos tengan tecnología anticontaminante. El problema es que en su mayoría, sus dueños no tienen recursos económicos, lo que obligará a apelar a una política pública que lo considere.

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Claves

Tecnología anticontaminante

Incorporación de tecnologías de control de emisiones en México, según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático

1960-1972 Válvula de ventilación positiva

1972 Canister

1973-1977 Encendido electrónico

1978-1980 Sistemas de compensación de altura

1981-1984 Encendido a través de microprocesador

1985-1989 Inyección electrónica de combustible

1991 Convertidor catalítico de dos vías

1993 Convertidor catalítico de tres vías

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