miércoles, 28 de octubre de 2009
Emilio da los santos óleos al proyecto de Arcediano
Maqueta de Arcediano, en 2006. El disparo en los costos de la presa, que llegarían a trece mil mdp, fue el principal motivo de la decisión. El gobernador señala que en su lugar se harán “pequeñas represas”.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, prácticamente “enterró” el proyecto de la presa Arcediano, al reconocer en entrevista radiofónica, dada a conocer ayer, que el proyecto se fragmentará “en varias represas” de menor tamaño a lo largo de la cuenca Santiago-Verde.
“Dentro del esquema de Arcediano, estamos viendo la posibilidad de dividir la obra en etapas, que serían represas más pequeñas; ésa es una de las alternativas…”. Dicha “fragmentación” se dará conceptualmente en los dos meses que restan de 2009 “y poder así iniciarla [la obra] a principios de 2010”, le dijo el mandatario al reportero Carlos Álvarez, de Notisistema.
Agregó que la toma de decisiones se ha regido en función de los costos y de la evaluación del proyecto ejecutivo y que, por eso, la determinación de fragmentar la obra obedecería a hacerla más viable y rápida, buscando aprovechar la calidad del agua que trae el río Verde. “Hay que pensar bajo la idea de que El Zapotillo es el aljibe y Arcediano es el tinaco”, le dijo a Álvarez Cortés.
Fuentes cercanas al proyecto tanto del ámbito estatal como federal, consultadas la tarde de ayer por Público, consideraron la declaración como el virtual epitafio del proyecto de cortina que busca edificar la Comisión Estatal del Agua (CEA), de concreto compactado con rodillo (CCR), el cual, de forma extraoficial, implicaría una inversión de alrededor de trece mil millones de pesos, muy por arriba del gasto pactado entre el estado y el gobierno federal, de apenas 4,500 millones de pesos.
Si bien, para el titular de la CEA, César Coll Carabias, había ya una aprobación de su proyecto (Público, 20 de octubre de 2009), entre las seis condiciones para que saliera adelante está su viabilidad financiera. La cortina por la que se decidió el organismo triplicó las estimaciones originales del proyecto, que era una represa de materiales graduados concebida por expertos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En un escenario crítico para el presupuesto público, esta enorme inversión se hace imposible de financiar.
De hecho, más que hacer “varias represas”, la apuesta será recuperar los proyectos originales de abastecimiento, de finales de los años ochenta del siglo XX, los cuales establecían una gran represa en la parte media de Los Altos (equivalente a lo que ahora es El Zapotillo) y una represa derivadora (presa de menor altura) en la parte baja, desde la cual se bombearía hacia un acueducto que la conduciría a Guadalajara.
La declaración del mandatario estatal no produjo comentarios ayer por parte de la CEA, pues están al pendiente de ser informados sobre el tema de manera oficial por el mismo gobernador.
De esta forma, el proyecto más largamente gestionado de la historia moderna de Jalisco estaría llegando a su fin, luego de ocho años de trabajo y de una inversión en consultorías, en pago de predios, en trámites, que rebasa 700 millones de pesos a los largo de dos administraciones estatales, la que encabezó el hoy presidente de la cámara de diputados, Francisco Ramírez Acuña, y la actual de Emilio González Márquez.
No es la primera ocasión en que el actual gobernador da a entender que no se apuesta por Arcediano.
El lunes 8 de junio de este año, Emilio González se reunió con un grupo de periodistas y les reveló que se estaba analizando una “opción B”, porque era probable que Arcediano no se construyera, postura que dejó confusión en la CEA (ver edición del 15 de junio de 2009).
La bolsa aprobada para Arcediano es de 4,500 millones de pesos, de los cuales el gobierno federal pone 1,800 millones (40 por ciento). González Márquez habló en ese momento de resucitar el viejo proyecto de La Zurda, del cual forma parte la presa El Zapotillo, lo cual prácticamente ha sido confirmado ayer por sus palabras.
El proyecto
El proyecto de Arcediano fue mencionado por primera vez en las reuniones que se realizaron en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, a lo largo de 2001, para definir la mejor opción para abastecer de agua a Guadalajara.
A finales de ese año, el grupo técnico en torno al director de la entonces Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), Enrique Dau Flores, optó por el sitio de Arcediano para edificar una presa de 125 metros de altura y poco más de 400 millones de metros cúbicos de capacidad.
Su historia fue larga y azarosa, pues hubo severas críticas de ambientalistas por la pésima calidad del agua del río Santiago, que hicieron intervenir a la Organización Panamericana de Salud y generaron ríspidas negociaciones con la UdeG, cuyo grupo político terminó avalando el proyecto.
La gestión de Enrique Dau se fue en 2007 dejando un proyecto conceptual de una cortina de materiales graduados, de acuerdo con su consultor principal, la Comisión Federal de Electricidad, opción recomendada por mayor seguridad —es zona sísmica— y menor costo.
César Coll Carabias, que asumió en 2007, cambió de consultor por una transnacional y concibió un proyecto de cortina de concreto considerablemente más cara, la cual fue condicionada por la Comisión Nacional del Agua, entre otras cosas, al costo de edificarla.
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