miércoles, 5 de octubre de 2016
Inundaciones en la cuenca de El Ahogado, un plan olvidado
Se han edificado casas en lechos de embalses y servidumbres de ríos, arroyos y canales.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Desde el año 2009, la Comisión Estatal del Agua (CEA) cuenta con un plan maestro para resolver las inundaciones de la cuenca de El Ahogado o el valle de Toluquilla que comparten Tlajomulco, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y El Salto. El problema es que no se ha entregado un solo peso de los 4,200 millones que se estimaba costaba la gran solución, que considerada la inflación acumulada, hoy podría rondar cinco mil millones de pesos
Esto obedece a que se alteró de forma considerable la cuenca superficial y la subterránea, debido a las autorizaciones municipales para fraccionamientos que llevaron a cientos de miles de personas a habitar en los últimos 20 años, en zonas que un buen atlas de riesgo habrían determinado como no aptas: se edificaron casas en lechos de embalses y en servidumbres de ríos, arroyos y canales de riego, y además, no se introdujo la infraestructura de desahogo necesaria para canalizar las aguas negras y pluviales. De este modo, 1.5 millones de personas viven durante el temporal en riesgo permanente por 60 puntos de inundación que han sido detectados por el Departamento de Geografía y Ordenación Territorial de la UdeG.
La CEA tiene un amplio diagnóstico de la situación en El Ahogado. El valle de Toluquilla es una extensión cercana a 500 kilómetros cuadrados hasta hace un par de décadas de uso predominante agrícola. Las nueve presas y tres vasos menores que allí existen, junto con arroyos y canales, eran un sistema de conducción de agua. Cuando empezaron a abrirse grandes fraccionamientos, a partir de 1990, se debió afrontar el problema de que no fue un sistema diseñado para los problemas de agua urbana.
La CEA planteó resolver por cinco capítulos los grandes problemas hidráulicos de la integración de este amplio valle a la ciudad de Guadalajara. El programa completo da 45 acciones e incluye la adquisición de vasos , así como los trabajos de desazolve y reforzamiento de bordos. El primero de los cinco capítulos, “la recuperación de los vasos de nueve presas, tres vasitos y cauces y arroyos más importantes, requiere de 2,600 millones de pesos.
El segundo capítulo busca la demolición de construcciones que obstruyen el agua: puentes peatonales, bicicleteros o de carros, no cumplen ninguna capacidad hidráulica y entrampan el libre cauce. Se trabajó en los puentes ubicados en El Muey, Mexichen, dos particulares enclavados en la carretera a El Salto, Jardines del Castillo; se retiró otro en Las Pintas, frente a Haciendas del Cuatro, y dos puentes sobre Arroyo de En medio, al que le restan siete más.
El tercer capítulo, acciones en el vaso de la presa El Ahogado: recuperar su capacidad de regulación de quince millones de metros cúbicos (hoy está a la mitad). Por ahora sólo se ha reforzado la cortina. Se calcula que desazolvar siete millones de m3 costaría cerca de 20 millones de pesos.
El cuarto, liberar los cruces sobre el canal de Las Pintas. El SIAPA da mantenimiento pero falta hacer obras definitivas. El quinto y último capítulo, remite a acciones en el río Santiago. La Secretaría de Desarrollo Rural terminó el proyecto ejecutivo del comportamiento del río, como primera fase.
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