miércoles, 26 de octubre de 2016
León tiene el agua necesaria… pero en su propia cuenca
Investigadora de la Universidad Autónoma de Querétaro pone el dedo en la llaga respecto a intereses económicos que patrocinan el proyecto El Zapotillo.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
La ciudad de León no necesita del agua del río Verde: su consumo anual rebasa 80 millones de metros cúbicos, pero con un manejo adecuado, puede abastecerse desde la Sierra de Lobos, un área natural protegida enclavada al norte de la urbe de El Bajío que provee de agua a todo el valle y debería estar bajo un manejo de restauración para recuperar su capacidad de recarga, consideró ayer la investigadora de la Universidad Autónoma de Querétaro, especialista en el tema, Susana López Funes.
Presente en el foro de El Zapotillo convocado por el Centro Universitario de Los Altos, con sede en Tepatitlán, de la Universidad de Guadalajara, la académica destacó la “construcción social del conflicto por el agua” entre Los Altos y El Bajío, como eje de la legitimación de megaproyectos como es el trasvase del río Verde a León a través de un acueducto de 140 kilómetros. En realidad, se trata de un proceso similar al de Guadalajara: como en León, las autoridades locales tampoco cuestionan los patrones de consumo, no resuelven los problemas de una red con fugas superiores a 35 por ciento y no establecen la prioridad de conservar las zonas de alta recarga de agua, que en ambas ciudades están en proceso de urbanización.
“El Bajío mexicano es un claro ejemplo de la construcción económica regional a los intereses del mercado internacional; se navega bajo la bandera del crecimiento económico como sinónimo de modernidad y progreso para justificar la atracción de nuevas inversiones, sin hacer el correcto diagnóstico de la capacidad medio ambiental del territorio para sostener dicha forma de crecimiento”, afirmó.
López Funes se preguntó si ante un escenario de escasez, el reto hídrico constituye amenaza u oportunidad, y en todo caso, para qué, para quién y cómo. “¿Qué estrategias emplear ante el reto hídrico en León, Guanajuato?” Las posibles respuestas: gestionar la demanda, restaurar la red primaria de distribución (llena de pérdidas por fugas), recuperar ambientalmente la sierra de Lobos para recarga del acuífero, frenar la dinámica de crecimiento, aprovechar las aguas de lluvia, y generar una nueva cultura del agua en la cuenca. Hasta el final sería construir una presa para traer agua desde otra cuenca.
El megaproyecto, tasado en unos 16 mil millones de pesos, tendría que discutirse si es de interés general. Nueva escalada de preguntas: “¿Estrategia para enfrentar la crisis hídrica orientada a garantizar prioridades fundamentales (sociedad-medioambiente)? ¿Continuidad al modelo de crecimiento ilimitado? ¿Estrategia para la extracción de la renta del agua en beneficio del sector empresarial?”. Parece ser que las preguntas correctas son las dos últimas. Esto explica “lo que nos dicen las autoridades sobre el Zapotillo: agua para abastecimiento, empleo, crecimiento económico, sustentabilidad, modernidad, progreso”, sin olvidarla alusión al agua “como recurso nacional”, es decir, los habitantes de la cuenca (los alteños) no tienen el derecho por encima de una gran ciudad, dice ese discurso.
Pero está también “lo que no dicen las autoridades: los despojos, los desalojos, la situación financiera de la empresa Abengoa [concesionaria del acueducto], la demanda del agua asociada al sector productivo, el deterioro ambientalque eso genera, los beneficiarios del proyecto en términos económicos, los costos transferidos a usuarios de León”.
Consideró esencial preguntarse cuál será el costo transferido a los usuarios del agua de León, que actualmente pagan alrededor de22 pesos mensuales como tarifa mínima (contra 37 pesos en Guadalajara), por proveerse de un agua lejana, de una cuenca distinta. Además, si la sierra de Lobos sigue sin restauración, los problemas asociados a desastre por inundación y deslizamientos serán cada vez más costosos. ¿Quién gana con eso?
Alternativas de León
Gestionar la demanda (inducir un consumo más racional y mejores tecnologías de uso del agua)
Restauración de la red primaria de distribución
Recuperar la sierra de Lobos, zona principal de recarga del acuífero
Frenar la dinámica de crecimiento
Aprovechar las aguas de lluvia
Detonar una nueva cultura del agua en la cuenca local
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