domingo, 5 de junio de 2011

Siete días de incendio en Cerro Viejo


Ayer, a las 17:00 horas, se controló por sexta vez. La Conafor señala “causas intencionales” en los últimos rebrotes del fuego.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 31 de mayo de 2011

Siete días acumuló prendido el Cerro Viejo, si es que esta madrugada no se ha vuelto a reactivar el fuego. La cautela en confirmar su extinción no es gratuita: la de ayer a las cinco de la tarde fue la sexta ocasión en siete días en que se lograba el control del siniestro. Las cinco ocasiones previas, “algo” —se presume alguna persona interesada— impidió liquidarlo.

De este modo, la montaña no volcánica más elevada de Jalisco, con 3,050 metros sobre el nivel del mar, ha padecido el más severo acoso del fuego de los últimos años, con costos importantes para la zona metropolitana de Guadalajara —el humo invadió el oriente de la ciudad el pasado viernes 27 de mayo—, y a contrapelo de un trabajo para proteger sus bosques que hoy tiene en fase de gestión un decreto como área natural protegida.

“Se ha logrado el control en cinco ocasiones, sin embargo se vuelven a reavivar las llamas de manera intencional”, se indicó en el reporte de ayer, lo que sugiere de forma clara un delito ambiental que tendría que estar bajo investigación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la fiscalía en delitos ambientales de la Procuraduría General de la República (PGR).

El tiempo de combate se prolongó ya por 152 horas, casi siete días, y la causa del siniestro quedó identificada por “actividades agrícolas”, sin precisar qué tipo de labores se realizan en la parte alta de esta montaña llena de encinares y matorrales.

La cantidad de combatientes ha variado, pero ayer estaban en el ataque del fuego medio centenar, que forman parte de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) y de Protección Civil de Tlajomulco. Los ecosistemas afectados son bosque de encino y selva baja, y el pasado viernes se había estimado el paso de fuego sobre 1,400 hectáreas, “sin determinar los estratos de vegetación afectados”, ni la gravedad del efecto, dado que hay incendios superficiales que incluso llegan a ser beneficiosos para la vida silvestre, contra incendios subterráneos, o peor aún, de copa, que arrasan con la vida en pie.

“El incendio está en una zona de difícil acceso, con terreno escarpado, a más de 1,800 metros sobre el nivel del mar. Se he contado con el apoyo del helicóptero Fénix de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos para el traslado de personal”. Se espera que la pesadilla esta mañana haya terminado, para lo cual, se propuso establecer guardias por parte de Protección Civil de Tlajomulco de Zúñiga, uno de los municipios sobre los que se extiende la montaña de la ribera norte de Chapala.

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