miércoles, 14 de julio de 2010

Infiltrar agua, tan relevante como controlarla: experto


Ciclo hidrológico en nuestra ciudad ha sido modificado para mal”: Arturo Gleason, investigador de la UdeG. A su juicio, SIAPA debe promover ambas opciones para recuperar hidrología de las cuencas locales

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, edición del 12 de julio de 2010

Para el investigador José Arturo Gleason Espíndola, consultor huidráulico y académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la tarea de infiltrar el agua al subsuelo es tan importante como el control de las avenidas en la época de lluvias. Por ello, pide al SIAPA que estimule ambas acciones y no descalifique a una porque supuestamente su planteamiento integral es muy costoso.

“Lo que es claro es que el ciclo hidrológico en nuestra ciudad ha sido modificado para mal. Es lamentablemente ver que, ante la urbanización sin planeación, las zonas que eran destinadas para la recarga de agua de lluvia a través de la infiltración actualmente están pavimentadas. Y lo peor es que persiste esa conducta, como es el caso de la construcción de las Villas Panamericanas y el estadio de atletismo [para los juegos de 2011] sobre zonas de recarga [en las inmediaciones del bosque La Primavera] demeritando el daño. El agua que se infiltraba ahora corre mezclada con aguas negras por las calles, porque simplemente no cabe en los colectores, disminuyendo la recarga de los acuíferos y contaminándolos con la poca que se infiltra”.

Refirió que “en pasados días el SIAPA comentó que resultaba 45 veces más caro infiltrar agua, que regularla en Guadalajara [Público, 23 de junio de 2010]. Según el glosario hidrológico internacional de la Unesco, la infiltración es el flujo de agua que penetra en un medio poroso a través de la superficie del suelo, y la regulación de escurrimientos consiste en la suavización de las variaciones de caudal a través de almacenamientos para evitar inundaciones. La infiltración así como el escurrimiento de agua son partes integrales del ciclo hidrológico”: evaporación-condensación-precipitación-escurrimiento-infiltración.

Se pregunta: “¿Por qué contrapuntear a la infiltración y a la regulación de escurrimientos, cuando son dos cosas que a luz de la ciencia deben funcionar integralmente? ¿Qué sentido tiene decir que una alternativa es más cara que la otra, cuando se debiera invertir para ambas funcionen apropiadamente?”.

Responde: “En vez de contrapuntear estas dos acciones del ciclo hidrológico, se debería estar trabajando como restaurar la relación intrínseca que deben tener ambas. El problema de las inundaciones debe ser resuelto de manera integral, con plena conciencia del problema de la urbanización y del funcionamiento del ciclo hidrológico”.

Para lo anterior, se propone, como se ha hecho en otras latitudes del mundo (Berlín, Barcelona, Londres, Sídney, Nueva Delhi y Sri Lanka), “detectar zonas de infiltración para protegerlas y facilitar el ingreso del agua pluvial previamente tratada. Las zonas que ya han sido dañadas buscar en la medida de las posibilidades su restauración; captar el agua de lluvia en las edificaciones. Está comprobado que al captar cierta cantidad de agua en los techos, ayuda a disminuir el volumen de agua que conducen los actuales colectores. Y coadyuva a contrarrestar la escasez de agua; separación parcial de aguas residuales y aguas pluviales y que estos conduzcan el agua obras de regulación como vasos, como estanques, donde el agua pluvial que corre por calles sea retenida por algunos instantes”.

En su opinión, “llama la atención que se comentó que es necesario tratar las aguas pluviales para no contaminar los aguas subterráneas, lo cual es cierto, sin embargo, sorprende el silencio que el SIAPA ha tenido ante la propuesta “sustentable” de la Semades de infiltrar todas aguas pluviales que escurrirán sobre las Villas Panamericanas sin tratamiento”. Así, “es evidente que el problema de las inundaciones no ha sido resuelto ni por las autoridades que vienen de uno y otro partido, persisten los mismos problemas y no ha habido la capacidad de dar respuesta a este problema añejo. ¿Qué sucede? Se ha visto en otras latitudes del globo, que cuando se trabaja coordinadamente sociedad y gobierno con fundamentos técnicos, éticos y sociales; las inundaciones han sido controladas. Hago un atento llamado a la autoridad a que tome en cuenta las experiencias en el exterior y fundamente propuestas que estén basadas en profundos estudios sobre la restauración del ciclo hidrológico en las zonas urbanas y no en cifras y apreciaciones que confunden más a la opinión pública”.

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