La zona de Oblatos es propensa a deslizamientos y altamente sísmica: Arturo Curiel. Critica decisiones sobre la barranca y parque Metropolitano.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
Lo que sucedió con el cambio de uso de suelo otorgado por el Ayuntamiento de Guadalajara para urbanizar en la barranca de Oblatos, debajo de la cota de 1,500 metros sobre el nivel del mar, es “muy lamentable, pues denota una toma de decisiones fundada más en intereses particulares que en intereses sociales de largo plazo”, advirtió el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Curiel Ballesteros.
En entrevista, el también representante en México de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), dijo que tanto la barranca como otras áreas protegidas, incluidos los parques urbanos ecológicos como Los Colomos o el Metropolitano, “son espacios de patrimonio humano, no pueden ser arrebatados con proyectos coyunturales”, como se pretende ahora con los Juegos Panamericanos de 2011.
“Cuando hicimos el estudio de amenazas a la biodiversidad, descubrimos que una de las cosas que han estado pasando mucho es que esta falta de valoración de los servicios de los ecosistemas hace que la gente vea muchos sitios como terrenos ociosos; hay un sector, que desgraciadamente es el de tomadores de decisiones, que lo ve como algo en desuso, algo ocioso, me parece que esta es una mala toma de decisiones, pues no hay balance de lo que proveen los servicios de las áreas naturales protegidas. Sin embargo, en este momento no se puede argumentar desconocimiento del tema”.
El segundo Estudio de País, publicado en 2006 (www.conabio.gob.mx), “deja clara la relevancia que tiene hacer valoración de servicios, y que en las mayorías de los casos son cosas que deben conservarse además por el riesgo de cambiarles el uso de suelo, que puede llevar a desastres o a daños económicos […] en ese estudio se demuestra en términos económicos cómo mantener servicios ecosistémicos es más conveniente y hay más ganancias que cambiar el uso de suelo que cancela estos servicios”.
Pese a eso, se hacen cambios cuestionables, “habían cambiado ya la cota de protección en la parte inferior, para la presa de Arcediano, y ahora lo hacen arriba; me parece que esto ha sido una de las principales formas de que se ha perdido el capital ecológico que tiene Jalisco para desarrollarse a largo plazo […] no es la infraestructura ni la venta de terrenos y la especulación lo que nos da desarrollo, sino mantener el capital natural; más grave todavía: estas acciones hacen que se pierda la confianza en la planeación; esto del desarrollo sustentable implica un nuevo orden económico, visión de largo plazo y darle confianza a la planeación, pero con este tipo de decisiones no importa el interés de la gente, doce años después del área protegida de la barranca, le niegan ese esfuerzo porque a alguien se le ocurrió este proyecto que no compensa la parte de pérdida de bienestar que va a traer”.
También habló del tema de los riesgos. “Estamos hablando de un cañón que se está generado a partir de procesos de erosión”. Los deslizamientos son naturales, sobre todo si se extrae la vegetación. Por si fuera poco, “en la barranca se han registrado los más grandes sismos de la historia de Jalisco”.
Este caso no es único. Alertó sobre la utilización de un parque ecológico urbano de primer orden, el Metropolitano, para establecer allí una infraestructura de dudosa calidad (el estadio de tenis y el complejo acuático para los Panamericanos), que viene a contradecir nuevamente una expropiación que se hizo “por causa de utilidad pública”, pero que nuevamente es sacrificada a intereses privados.
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