Este miércoles arribó al Zoológico Guadalajara la osa panda gigante Shuan Shuan, proveniente del Zoológico de Chapultepec, de la ciudad de México, para alojarse por seis meses en las instalaciones de la barranca de Huentitán, tras un acuerdo entre ambas instituciones que incluye el pago de 200 mil dólares y la entrega al parque capitalino de una pareja de tigres blancos, una hembra de mandril, otra de puma, un antílope cimitarra y un par de búfalos cafre, según información que difundió la ex directora del zoológico Chapultepec, Marielena Hoyo Bastien.
La llegada del ejemplar de este plantígrado en peligro crítico de extinción fue confirmada por personal del parque tapatío, aunque mostraron reservas para emitir información oficial.
Como la panda quedó desde ayer en periodo de aclimatación, aún se desconoce cuándo será puesta en exposición al público. Pero Shuan Shuan se instaló ya, en un nuevo hábitat construido ex profeso —que costó cinco millones de pesos al zoológico—, con una amplia área verde separada por cristales y una pagoda en donde dispondrá de bambú para alimentarse y música ambiental. El público podrá verla muy de cerca.
Hoyo Bastien, en su columna Animalidades, del diario La Crónica, hizo un breve recuento: “En punto de las 9:45 am debió salir del aeropuerto de Toluca, en un vuelo especial con rumbo a Guadalajara, Shuan Shuan, una de las pandas gigantes del zoológico de Chapultepec, nieta muy mía, por cierto, que nuevamente viaja a sus 23 años de edad. Esta vez, el motivo no lo provoca un afanoso y desesperado intento por reproducirla, pues ya no está para esos trotes. Simple y sencillamente se traslada por seis meses para pasar de lo más cómoda esa breve temporada en el zoológico de la entidad”.
La reconocida activista por el buen trato a los animales recordó que ella, como directora del parque defeño en 1988, se opuso al traslado de pandas a la perla tapatía, que le habían pedido habitantes de Guadalajara al presidente Miguel de la Madrid, pues era someterlos a riesgo ante la falta de instalaciones adecuadas. Pero las cosas cambiaron, y el zoológico de Huentitán es reconocido y tiene todo para llevar el alojamiento e incluso albergar en un futuro a su propia pareja de pandas, reconoce: “El complejo panda [...] fue construido con toda propiedad y esmero para recibir a tan destacada huésped y quién sabe si, con el tiempo, para dar cabida a una pareja de estos ailuropódidos”, abunda.
El parque de Guadalajara cubrirá además los viáticos y el alojamiento del personal que se turnará en el ir y venir para atender a la panda “y que asimismo, entre las dos instituciones, lograran el aseguramiento del ejemplar por 600 mil dólares, repartidos no equitativamente, puesto que el gobierno del DF sólo permitió un tope máximo de 200 mil [dólares]”.
Hay sigilo, pero, ante tan famoso huésped, era inevitable una delación.
Icono de la naturaleza
El panda es icono de los animales en extinción y símbolo del Fondo Mundial para la Protección de la Naturaleza; es “tesoro nacional de China”, pues su hábitat está en los bosques de bambú de Tíbet y China; una de las causas de su situación es la reducción casi total de su hábitat: 1,600 viven libres y 200 en cautiverio.
Es omnívoro: come desde tallos y hierbas hasta aves, peces y roedores. Su alimento preferido es el bambú; su mayor amenaza son las talas masivas.
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