Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 28 de julio de 2010
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el pasado fin de semana la cribadora que operaba con la concesión otorgada a favor de Sergio Anzaldo García, sobre el río Mascota, para extracción de material geológico, debido a que dicha concesión había quedado sin autorización de impacto ambiental por la suspensión que determinó la delegación Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con base en el juicio de amparo 1342/2010.
Dicho amparo fue concedido de forma provisional —“suspensión de plano”— a favor del ejido Ixtapa, y ordena tanto a la Semarnat como a la Comisión Nacional del Agua (CNA) la suspensión de los permisos para extraer arena, por presuntos daños cometidos contra las propiedades del ejido citado.
De este modo, el amparo trajo como efecto la suspensión de cuatro autorizaciones en materia de impacto ambiental: las empresas denominadas Géminis, Nicolás Curiel y Roberto Sandoval Sandoval, detuvieron sus trabajos; pero una de las suspendidas, la que se otorgó a favor de Sergio Anzaldo García, no lo hizo, y fue acreedora de la acción administrativa de la Profepa, dijo el director del Instituto de Derecho Ambiental (Idea), Pedro León Corrales.
Además de la clausura por parte de la Profepa, el concesionario omiso se expone “a cuestiones penales por extraer material ya sin el permiso vigente”, pues resulta insuficiente la concesión de la CNA, entidad que se negó a suspender las concesiones como lo ordenó el juez primero de distrito de Guadalajara.
León Corrales insistió en los daños causados por las cribadoras: aludió a huellas en el río Mascota que a su juicio demuestran que la cribadora Géminis no respetó lo que marca su autorización ambiental, “porque arrasó con el bosque de galería, de sauces, que ahí se encontraba cuando inició operaciones; obviamente tenía prohibido derribar el arbolado, y para que no hubiera evidencias de daños ambientales, pues arrasó”.
En el caso de las otras tres cribadoras de esa corriente superficial, destacó que los sauces se están secando a pesar de que están a la orilla del río”, lo que a su juicio demuestra un fuerte impacto ambiental. También insistió en que hay pozos profundos en medio del río, propiedad del organismo operador del agua de Puerto Vallarta, los cuales han ido abatiendo sus niveles, e incluso se han quedado sin agua en temporadas de secas recientes.
León Corrales consideró que la Profepa está en fase de prueba ante la sociedad, para demostrar que es una entidad confiable y que protege sus intereses, pues en el pasado reciente su actuación está plagada de simulación y omisiones. “Esta clausura, lo mismo que la actitud de la delegación Semarnat, son un buen principio para corregirlo todo”, destacó.
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