jueves, 11 de abril de 2019

Empresa defiende las obras de hidroeléctrica


Agustín del Castillo/Guadalajara-NTR

La empresa Grupo Hidrogenerador de Occidente, que ejecuta el proyecto de la hidroeléctrica en el río Los Horcones, al sur de Puerto Vallarta, respondió ayer a los manifestantes que bloquearon la carretera dos horas el 9 de abril, en demanda del cierre de las obras. Aseguró que todas sus autorizaciones fueron obtenidas por medios legales y que se trata de un proyecto “amigable con el ambiente”.

En un comunicado dirigido a El Diario NTR Guadalajara, hicieron las siguientes aclaraciones a las expresiones de los ambientalistas, tanto al darse a conocer el retiro de la clausura de la obra, como en la manifestación pública de esta semana.

“No es verdad que el proyecto se haya ‘encuadrado’ para obtener una excepción de impacto ambiental. Este proyecto es mucho menor a los límites necesarios para realizar un estudio y manifestación de impacto ambiental (MIA); incluye una obra de toma o presa derivadora con una capacidad de almacenamiento menor a 10 mil metros cúbicos, esto es, menos de 10 por ciento comparado con el límite de 100 mil (metros cúbicos), establecido en el Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental (RLGEEPA), para requerir una MIA”, destaca.

Por otro lado, la conducción superficial por tubería de este proyecto tiene una longitud total de 2.2 kilómetros, “correspondiente a 22 por ciento del requerimiento de presentación de una MIA”; finalmente, “es una planta de autoabastecimiento eléctrico con una capacidad menor a la requerida para la presentación de una MIA, motivo por el cual la autoridad ambiental determinó que el proyecto no requiere MIA alguna”.

Es decir, la excepción de manifestación de impacto ambiental no está forzada, el margen es amplio y se puede analizar objetivamente, dado que “es un procedimiento establecido en la ley, el reglamento y los trámites oficiales que cualquier ciudadano puede utilizar para múltiples proyectos y tipos de obras y desarrollos”.

MÁS EXPLICACIONES

En cuanto al desplante de vegetación, insiste en que fue “realizado exclusivamente en el derecho de vía de la carretera, corresponde a vegetación secundaria únicamente; tal derecho de vía no es una zona forestal, ya que desde la construcción de la carretera fue afectada y se cambió el uso de suelo precisamente para carretera y derecho de vía. Por lo tanto se presentó el trámite Semarnat-03-050, denominado solicitud de verificación para el aprovechamiento de recursos forestales que provengan de terrenos diversos a los forestales, ante la Semarnat y la Conafor, que es el aplicable a ésta situación y previo al inicio los trabajos”.

También advierte que “es falso que se dejará seco el cauce del río aguas debajo de la toma”, y también desmiente que la operación de la minihidroeléctrica “cambiará el entorno ecológico del río”. El proyecto “trata solamente de una derivadora parcial, misma que permitirá el flujo permanente de agua sobre el cauce del río Los Horcones, respetando la norma correspondiente al caudal ecológico necesario, garantizando así que el río nunca se seque en ninguna parte o tramo del mismo y la sustentabilidad de la vida silvestre en el área de influencia”.

Como consecuencia, “tampoco se afectará de forma alguna a la actividad turística de la zona; una vez terminado el proyecto, éste será prácticamente inadvertido para las personas que pasen por ahí, existen ejemplos de centrales minihidroeléctricas similares en México y muchas otras partes del mundo, trabajando constantemente por mejorar la calidad de vida de las personas, de forma limpia, responsable y amigable con el medio ambiente”.

La empresa subraya que “este es un pequeño proyecto de desarrollo sustentable, amigable con el medio ambiente que generará energía eléctrica limpia y renovable, evitando así el consumo de hidrocarburos y ayudando al combate tanto del cambio climático como de la contaminación atmosférica.

Dos datos

Tras la acción de la Profepa para detener obras, la delegación Jalisco de la Semarnat aclaró por escrito diversos cuestionamientos y señaló que todos los trámites están cubiertos, lo cual dejó sin sustento la clausura

El 1 de abril de 2019, la Profepa ordenó el levantamiento de clausura, y al día siguiente, emitió un acta tras una inspección en la que se decide levantar la clausura, lo que permite reanudar obras tras dos meses de parálisis

El proyecto ocasionó ya daños severos: experto

La construcción del proyecto de minihidroeléctrica en Los Horcones ya ocasionó “el retiro y sustitución de la capa de suelo por material de construcción”, y como consecuencia, “pérdida de la capa vegetal, erosión y sedimentación de material terrígeno, degradación del paisaje e interferencia de la movilización de fauna silvestre”, señala el documento denominado Evaluación de daños ambientales del proyecto minihidroeléctrica río Los Horcones, elaborado por el doctor Bartolo Cruz Romero.

“No se registra ninguna medida de prevención de estos daños ambientales. Al contrario, se puntualizan los impactos negativos en la tala de la vegetación, en el área destinada al transporte del agua hacia la central de generación eléctrica ubicada en las cercanías del rancho El Polvorín. En esta etapa se destruyó gran parte de la vegetación terrestre, aproximadamente un área de 3 hectáreas. Lo anterior debido al retiro de árboles y arbustos; y a la limpieza del terreno para la posible instalación de la tubería hidráulica. Con respecto a los residuos sólidos, existe remoción de material pétreo y se desconoce si su origen es de bancos de material previamente autorizados por la autoridad competente. Se registran desechos sólidos como empaques de productos alimenticios, plásticos, cartón y madera; así como desechos humanos derivados de los procesos fisiológicos de los trabajadores. Estas acciones consideran el incremento de materia fecal, que seguramente contamina el agua del río Los Horcones derivada de la concentración de bacterias coliformes”.

El texto fue proporcionado por el autor a NTR y es parte de los argumentos de los vecinos y ecologistas en contra de la obra.

Con base en una matriz de Leopold modificada “se evaluaron los daños ambientales generados por la etapa de preparación del sitio de la obra […] los resultados muestran que la flora y paisaje fueron los elementos más impactados en magnitud e importancia con puntuaciones de cinco (valor máximo considerado en la metodología). Dentro de los elementos abióticos el suelo fue el más impactado con una puntuación de tres. La calidad del agua superficial y subterránea, así como la fauna fueron elementos poco impactados (uno y tres). En general, se muestra que los mayores impactos se concentran en los elementos bióticos, derivados principalmente de la pérdida de cobertura vegetal donde se registran especies nativas de flora de la región. Los factores abióticos no se ven muy impactados por la obra debido a que la minihidroeléctrica tiene una extensión limitada, pero se acentúa su impacto debido a que el entorno ya ha sido modificado en la etapa de preparación del sitio”.

El técnico propone “desarrollar un programa de mitigación ambiental con especies características del tipo de vegetación que se presenta dentro del polígono. Con estas acciones se puede mantener la continuidad de los servicios ambientales a la fauna nativa del sitio, entre los que destacan: la disponibilidad de alimento, refugio, sitios de percha y anidación. De igual manera se establece que los costos de compra, riego y mantenimiento sean cubiertos por el promovente del proyecto”.

Por otro lado, “es importante establecer la socialización del proyecto con las comunidades aledañas, permitiendo su participación activa en la toma de decisiones acerca de la construcción de este tipo de infraestructura en sus territorios ya sean federales, ejidales o comunales”. Agustín del Castillo

Árboles “posiblemente dañados”

Acacias (Acacia sp), coyul (Acrocomia mexicana), bromelias (Aechmea bracteata y Aechmea mexicana) y agave (Agave colimana)

Ageratum (Ageratum sp), cola de choncho (Anthurium crassinervium), amapola (Bernoullia flammea), bletia (Bletia purpurea), capomo (Brosimum alicastrum) y palo maría (Calophyllum brasiliense)

Lengua de cierva (Campyloneurum phyllitidis), guarumo (Cecropia obtusifolia), huevos de mono (Cochlospermum vitifolium), zapotillo (Dendropanax arboreus) e higuera (Ficus insípida)

Palo chino (Heliocarpus palmeri), habillo (Hura crepitans), inga (Inga edulis), loeselia (Loeselia sp), puan (Muntingia calabura), nopal (Opuntia sp), cactus (Pachycereus sp), cactus (Pachycereus sp) y filodendro (Philodendron sp)

Coquito (Pseudobombax ellipticum), arrayán (Psidium sartorianum), pomarrosa (Syzygium jambos), rosa morada (Tabebuia rosea), tilandsia (Tillandsia caput-medusae) y vainilla (Vanilla pompona)

Fuente: Evaluación de daños ambientales del proyecto minihidroeléctrica río Los Horcones, Bartolo Cruz Romero

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