viernes, 12 de abril de 2019

La burocracia mata la investigación en UdeG


Agustín del Castillo/Guadalajara-NTR

La administración contable universitaria, entendida como el filtro burocrático que se impone a la docencia y la investigación, se ha constituido en el principal freno al desarrollo de estas actividades sustantivas de la educación superior, advirtió Enrique Godínez Domínguez, investigador del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

“No es una función sustantiva de la universidad, pero a día de hoy lo controla todo y constituye el principal lastre al desarrollo de la educación superior. La docencia, la investigación y la divulgación-vinculación, están supeditadas ante los innumerables y perversos mecanismos administrativos que tienen a punto del colapso, sobre todo a la investigación y al posgrado”, resaltó.

El término burocracia, “que se usaba antes para denotar obsolescencia, ahora tiene connotaciones más modernas, y está plagada de formatos electrónicos, de manuales en línea, infografías y certificaciones ISO-9000, pero es igual de ineficiente y más gravosa que la anterior. Desde que la Federación endureció los procesos de adjudicación y fiscalización del gasto en las universidades públicas, la preponderancia de la administración fue en aumento, hasta llegar a controlarlo todo y ser omnipresente”.

De este modo, “las instancias que anteriormente daban cuenta del ejercicio del presupuesto universitario y su debida comprobación, son ahora poderosos monstruos que se dedican a esconder los recursos durante todo el año, y a dejar una pequeña ventana de pocas semanas para poder gastarlos, por supuesto, si se es capaz de reunir una gran cantidad de requisitos, llenar múltiples solicitudes encadenadas, autorizaciones cruzadas, cotizaciones, requisiciones, cuadros comparativos, estudios de mercado y comprobaciones por adelantado (…) no ganamos en trasparencia ni en eficiencia, pero en cambio ahora se gasta mal y de prisa”, sostiene.

PIDEN ACCIÓN DE LA NUEVA AUTORIDAD

Godínez Domínguez encuentra pertinente que el nuevo rector, Ricardo Villanueva Lomelí, se pronuncie sobre la necesidad de que se haga algo para meter bajo control esa realidad. Es una de las grandes crisis que se deberán afrontar.

“Cada año de ejercicio fiscal, los académicos se encuentran con nuevos procedimientos y formatos, y con la reprogramación de un presupuesto previamente autorizado, realizada sin ningún criterio académico o explicación. Es frecuente la cancelación de rubros de gastos que hace imposible realizar una estancia académica o participar en un evento científico, ya que el apoyo autorizado podría sólo contemplar pasajes y hospedaje por ejemplo, pero no alimentos. Por lo que el académico debe cubrir sus gastos de manutención y otros, si quiere cumplir con su programa académico anual. Actualmente muchos académicos están empezando a declinar estos apoyos por tener la certeza de que acabarán cargando con parte sustancial del gasto (…) en muchos casos los motivos para rechazar las facturas son inverosímiles, como es el caso de errores nimios en la dirección fiscal de la institución, incluso cuando esta causa el propio SAT no la considera motivo de invalidez”.

Con más de 21 años en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), destaca que la plantilla de los investigadores integrados desde la UdeG y su productividad es cada vez mayor. “La mayor parte del apoyo para equipamiento de laboratorios y gastos de proyectos de investigación, son gestionados por los académicos a través de convocatorias nacionales. En ningún caso, estos apoyos escapan de la burocracia universitaria”.

Si en un proyecto financiado externamente, se autoriza tal o cual rubro, y la universidad en ese momento no lo tiene “habilitado”, simplemente “el investigador no podrá cumplir con sus compromisos. No sólo son las limitaciones del sistema, sino lo exhaustivo de los procedimientos; un investigador con financiamiento externo podría destinar de 30 a 50 por ciento de su tiempo a asuntos  burocráticos. Lo más terrible de todo es la complacencia y desinterés de las autoridades por revertir esta situación. El enfermo agoniza aunque aparenta cabal salud”, puntualizó.


“La docencia, la investigación y la divulgación-vinculación, están supeditadas ante los innumerables y perversos mecanismos administrativos que tienen a punto del colapso, sobre todo a la investigación y al posgrado”

Enrique Godínez Domínguez, investigador del CUCSur

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