viernes, 25 de marzo de 2016

Falta política pública para parques nuevos en AMG



Los “parques lineales” no lo son; no cumplen la función amortiguadora y exponen a más contaminación a los moradores de la ciudad, advierte el investigador Arturo Curiel.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La creación de "parques lineales" que ha sido sostenida por el gobierno del estado y los municipios como un modo de paliar la crisis crónica de áreas verdes en la ciudad, es solamente un autoengaño y no resuelve el problema de fondo: la apremiante escasez de grandes espacios abiertos para la recreación, para amortiguar la contaminación y para regular la creciente agua superficial, advierte el investigador de la UdeG, Arturo Curiel Ballesteros.

"Primero habría que definir el término de parque: un parque debe cumplir con ciertas funciones que no cumplen los parques lineales, desde el enfoque de la salud ambiental, un espacio de este tipo debe reducir la exposición de lo que ya tienes cotidianamente en una ciudad, contaminación del aire y ruido, y no lo cumplen estos parques lineales", dice en entrevista con MILENIO JALISCO.

Al limitarse a los camellones de mayor anchura en algunas avenidas citadinas, "no hay un espacio para amortiguar; yo he visto cosas absurdas, por ejemplo, ponen zonas deportivas en donde hay más tráfico vehicular, como en la avenida Lázaro Cárdenas, y eso es un atentado a la salud; he visto ahí a gente haciendo ejercicio, con una densidad de autos y camiones aportándoles gases contaminantes, y es el revés, en lugar de incrementar su capacidad física están aumentando su exposición a contaminantes, y eso se va directo a la sangre, y es absurdo".

Por otro lado, "los parques deben ser sitios educativos, los niños aprender a andar, los jóvenes a convivir y a amar; es decir, son espacios donde tú tienes otros contextos para educar emocionalmente, físicamente, incluso mentalmente [...] nada de eso te ofrecen estos parques lineales, no sé a quién se le ocurrió eso, me parece que no son parques, que no cumplen las funciones de áreas verdes y en suma, no se está generando ninguna solución".

Al científico, fundador del Instituto de Medio Ambiente y Comunidades Humanas de la UdeG, que en 2008 recibió el Premio al Mérito Ecológico en el sector educativo por sus aportaciones en materia de educación y salud ambiental, le parece grave que con la promoción de "parques lineales" se deje de lado la oportunidad que significan 20 mil lotes baldíos con más de seis mil hectáreas que existen, como inversión especulativa, en el anillo interior del periférico de la conurbación tapatía.

"Desde la administración pasada del Ayuntamiento de Guadalajara me llamaba mucho la atención, que el entonces presidente, siendo agrónomo, apostara por la idea de redensificar Guadalajara, en lugar de usar la oportunidad de los lotes baldíos; la han aprovechado otras ciudades cuando ha empezado a disminuir la población de sus centros por el efecto de la expansión, crean parques públicos, el propio gobierno los va adquiriendo y genera verdaderos espacios comunes; pero parece que en Guadalajara, en lugar aumentar la condición de bienestar de la ciudad, se preocupan más por redensificar, aunque haya más gente expuesta a la contaminación, porque el espacio público no crece", destaca.

En contraste con lo que ha sucedido "en varias ciudades en los últimos 20 años, cuando se dejan guiar hacia lo que causa un beneficio mayor, social; ciudades de Colombia y de Brasil ahora son ejemplos, porque en el momento en que discutieron con criterio, a dónde iban a destinar los fondos públicos, fueron para adquirir bienes públicos, mayor patrimonio social, donde las redes públicas y la educación se ven incrementados y favorecidos; aquí tenemos las mismas posibilidades de hacerlo, habría que preguntarnos por qué no se están haciendo estas cosas, y porque tenemos una visión de corto plazo en las acciones que emprendemos [...] la única racionalidad sigue siendo la económica y no la humana, no la social, no la ambiental, como debería de ser".

Las áreas verdes amortiguan los apremiantes problemas de inundaciones, cuyo costo anual en patrimonio de los tapatíos a nivel metropolitano se estima en mil millones de pesos, pues "son espacios más eficientes que cualquier drenaje".

- Ese tipo de planteamientos se escucha mucho en este contexto, pero cuando se habla del costo habría que preguntarnos si no estamos evaluando bien el costo-beneficio [...] preguntarnos cuánto le cuesta a esta ciudad que cada vez más gente muera de manera prematura; ya estamos sobrepasando 20 por ciento de muertes prematuras en Guadalajara, es un quinto de habitantes que no llega a la expectativa de vida, ni siquiera a los 60 años, y la pregunta sería si no es mejor invertir para que esas vidas sean más sanas y puedan cumplir sus expectativas de vida, lo que es en favor de toda la ciudad.

Claves

Mil hectáreas de parques y jardines públicos, incluida la vegetación de glorietas y camellones, son un servicio ambiental fortalecido por jardines interiores de las casas, las cuales hacen que en la zona de la Minerva haya hasta 14.55 m2 por persona, mientras que en Tetlán no se alcanza siquiera un m2

Datos que levantó el Instituto de Estudios Económicos y Regionales (Ineser) de la UdeG señalan la siguiente relación por los cuatro municipios de la zona metropolitana original: Tonalá tiene cinco m2 por morador; Tlaquepaque, 40 cm2; Zapopan, 3.3 m2 y Guadalajara, 2.9 m2
La AMG tendría que garantizar entre diez y quince metros cuadrados de áreas verdes por cada habitante, o bien, destinar 20 por ciento de su superficie total a espacios naturales donde se fabrique oxígeno por medio de la fotosíntesis, se absorba el calor y se reduzca la temperatura. Esto lleva a crear un mínimo de 3,200 ha de parques nuevos, poco más de la mitad de la superficie de lotes baldíos que existen en su interior

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Tlaquepaque y Guadalajara, los más rezagados en áreas verdes


Seis de cada diez tapatíos y tres de cada diez tlaquepaquenses viven en zonas poco arboladas.


El municipio central del área metropolitana, Guadalajara, y al oriente, Tlaquepaque, son demarcaciones con mayor desbalance en su existencia de áreas verdes, pues seis de cada diez moradores del primero, y más de tres de cada diez del segundo, padecen la escasez de este tipo de espacios.

El tema prácticamente no se ha modificado desde que el desaparecido Instituto de Información Territorial del Estado de Jalisco (IITEJ) lo reportó en noviembre de 2012 (http://iitej.blogspot.mx/2012/11/cantidad-de-areas-verdes-de-guadalajara.html).

“En el municipio de Guadalajara dos de cada tres habitantes viven en zonas donde no se alcanza el parámetro mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en relación a que los espacios urbanos deben contar con por lo menos nueve metros cuadrados (m2) de áreas verdes urbanas por habitante. Por su parte en Tlaquepaque una de cada tres personas viven en áreas geográficas que están por debajo de la recomendación de la OMS [Organización Mundial de la Salud]”, es la conclusión tras analizar áreas verdes y vegetación en la ciudad a partir de imágenes satelitales SPOT 5 de 2009 del INEGI.

“Para la cuantificación de las áreas verdes se consideraron parques, jardines y espacios que el satélite detecta con vegetación, como son los árboles en banquetas y camellones, jardines privados y áreas abiertas cercanas a las zonas urbanas”, precisa.

Al detallar el nivel de incumplimiento del parámetro recomendado por la OMS “se encuentra que el 34 por ciento de la población del municipio de Guadalajara viven en zonas críticas o con carencias severas de vegetación que tienen menos de cuatro metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Para el caso de San Pedro Tlaquepaque el 18 por ciento de su población viven en esa misma condición de carencia severa”.

Las áreas verdes urbanas generan oxígeno, captan partículas de polvo, regulan el clima, amortiguan los niveles de ruido, y al captar agua reducen inundaciones y erosión del suelo. “A pesar de la importancia de la presencia de áreas verdes y de la existencia de normatividad urbana para su desarrollo y protección, tanto en amplios sectores antiguos, como en los de reciente creación, planeados o no, la distribución y cuantificación de espacios verdes arroja una insuficiente cantidad en amplias zonas de la ciudad, quedando muchas de ellas fuera, por un amplio margen, de los parámetros recomendados por la OMS en esta materia”.

El análisis rehúye al promedio porque estos “son afectados fuertemente por datos atípicos, datos que en el caso del municipio de Guadalajara influye la Barranca de Huentitán y en el Caso de Tlaquepaque las áreas agrícolas o sin construcciones que están aledañas a fraccionamientos. Por ello es más correcto tomar la mediana, como punto de valor medio para cada municipio, intentando evitar el sesgo que nos provocan estas grandes áreas verdes aledañas o inmersas en los municipios. Con este indicador se puede ver que la mitad de las áreas geográficas del municipio de Guadalajara se encuentran por debajo de los 6.5 metros cuadrados por habitante, seguida por San Pedro Tlaquepaque con la mitad de sus secciones por debajo de los 7.1 m2 por persona”.

Para Guadalajara, la mitad de los que viven en déficit lo tienen de forma severa. “una tercera parte de su población no alcanza más de los 4m2/hab, esto equivale a aproximadamente 504,939 habitantes, más del total de la población del municipio de Tlajomulco o Tonalá”.



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