sábado, 12 de marzo de 2016
Oyamel del Nevado está "en peligro de extinción"
La publicación de la norma de protección, actualizada, será en las siguientes semanas; la Semarnat sugiere profundizar estudios del Abies para declararla especie distinta.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha determinado incluir la subespecie de oyamel Abies colimensis, que habita los bosques templados del Nevado de Colima, en Jalisco, y de Cerro Grande, en Jalisco y Colima, dentro de la categoría de "en peligro de extinción" en la norma oficial mexicana 059, que protege las formas de vida amenazadas en el país.
Esta determinación se dio tras la conclusión de la consulta pública a que convocó, con la finalidad de depurar y renovar la lista de especies bajo alguna de las categorías de riesgo. El biólogo Carlos Álvarez, de la dirección de Regulación, Biodiversidad y Recursos Genéticos de la Semarnat, notificó a la agrupación Carbono 14, una de las principales promotoras de la protección del abeto del occidente mexicano, que una vez concluido el periodo de consulta de la NOM 059, sólo habrá que esperar la publicación en el Diario Oficial de la Federación, en el curso del mes de marzo o a más tardar en abril.
"Se incluirá el estado de Jalisco como parte del hábitat ocupado por esta especie, según lo solicitamos todos nosotros en los escritos que hicimos llegar. Sugirió se lleven a cabo más estudios para elevarlo a la categoría de especie, ya que ahorita está registrado solamente como sub-especie", refirió en una breve comunicación a sus simpatizantes la citada organización.
Añade el texto: "De momento, todavía está trabajando en las respuestas y el llenado de formularios requeridos para el caso. Cuándo él concluya este proceso, se procederá a la revisión de las respuestas por parte del área jurídica y posteriormente se pedirá la aprobación por parte del Comité Nacional de Normalización, para ahora si proceder a publicar en el Diario Oficial".
La actualización del listado atiende a las cuatro categorías de riesgo de la NOM 059: probablemente extinta del medio silvestre (abreviada a E), en peligro de extinción (abreviada a P), amenazada (abreviada a A) y sujeta a protección especial (Pr). Las especies endémicas o exclusivas del país, a veces a algunas regiones e incluso a unas cuantas cañadas, se incorporan dentro de alguna de las cuatro categorías según su abundancia y la fragilidad de su entorno. Es el caso de los abetos que pueblan las partes medias y altas de las montañas más elevadas del occidente mexicano.
Los argumentos a favor de la protección del Abies colimensis son: uno "esta subespecie tiene una diversidad genética extremadamente baja, la más baja conocida entre todas las especies de Abies de Mesoamérica y en una de las más bajas entre las especies arbóreas del planeta"; dos "el área de ocupación de Abies religiosa subsp. colimensis es muy reducida, de aproximadamente 150.02 kilómetros cuadrados", es decir, 0.007 por ciento del territorio de México.
Tres "sólo tiene tres poblaciones, las cuales que presentan un alto grado de fragmentación y aislamiento geográfico [tanto natural como antropogénico], por lo que su acervo genético es muy diferente y único"; cuatro, "es endémica del sur de Jalisco y un solo cerro de Colima, en una sola provincia biogeográfica, en sólo dos tipos de vegetación".
Cinco, "presenta un alto impacto de deforestación de origen antropogénico por tala clandestina en las áreas naturales protegidas y fuera de ellas, por permisos de aprovechamiento injustificados, por incendios provocados para cambio de usos de suelo a pastizales ganaderos y cultivos, y por calentamiento global"; seis, "el calentamiento global aumenta la incidencia de plagas y enfermedades provenientes de ecosistemas bajos tropicales y reduce la superficie de hábitat adecuado para la especie por ubicarse ésta en las partes altas, picos y crestas de las montañas".
Siete "existe una alta presión de aprovechamiento insostenible y de cambio de uso de suelo; ocho, la capacidad de resiliencia o de recuperación de la especie es baja debido a su lenta tasa decrecimiento y su alto grado de erosión genética, que combinada con el calentamiento global y la migración de nubes a partes más altas (fuente de humedad indispensable para los oyameles), no permitirá que esta especie tenga una pronta respuesta adaptativa ni pueda migrar a partes más altas (no hay áreas más altas ni en el Nevado de Colima ni en la Sierra de Manantlán), lo que la conduciría inevitablemente a su extinción global".
Los autores de la propuesta son los investigadores Miguel Ángel Muñiz Castro, José Antonio Vázquez García, Ramón Cuevas Guzmán, Sonia Navarro Pérez, José Villa Castillo (además, director del parque nacional Nevado de Colima), Mary Hektner y Ricardo Guerrero Hernández. La Escuela para Actividades al Aire Libre Carbono Catorce AC, una agrupación que aglutina montañistas y turismo de la naturaleza, la hizo suya, y consiguió cientos de firmas de respaldo, lo que permite hoy recoger los primeros frutos.
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