sábado, 31 de enero de 2015

Mil habitantes de San Pancho piden intervención presidencial



La destrucción del humedal de la localidad nayarita ha generado una movilización sin precedentes en el pueblo costero.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Mil moradores de San Pancho, más de un tercio de su población total, demandaron restaurar el daño ambiental provocado al estero de la comunidad, enclavada en el corazón de la Riviera Nayarit, y para ello, han solicitado el apoyo del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, quien vacacionó en diciembre pasado en la zona.

El jefe del Ejecutivo recibió, de puño y letra del millar de afectados, una carta en la residencia oficial de Los Pinos, en la cual “hacemos de su pleno conocimiento que las habitantes de la comunidad […] nos hemos percatado claramente de las graves amenazas e impactos ambientales, económicos y sociales causados por las obras realizadas por la empresa Inmobiliaria San Pancho en el arroyo Los Izotes y la laguna costera o estero de San Pancho, así como el desarticulado e ineficiente trabajo de las dependencias del sector ambiental para defendernos y garantizarnos un medio ambiente sano a nuestra población”.

La citada empresa invadió el cauce federal con obras permanentes que acortaban los cuerpos de agua, lo que es “a todas luces un despojo de tierras federales a nuestra comunidad y una amenaza a nuestras familias por ser una obra abusiva, ilegitima y viciada de origen. Esta obra fue realizada a ultranza sin informar a los habitantes y sin contar con la plena autorización ambiental; hoy como pobladores de San Francisco la repudiamos total y rotundamente”.

Precisan: “uno de los primeros agravios fue el retiro de la tubería colocada en el bordo histórico aledaño al arroyo mencionado, que es reconocido por todos los pobladores como el límite entre la propiedad privada y la zona federal inundable. Esta tubería debería haber conectado la planta de tratamiento uno con la planta de tratamiento dos, desde principios del 2013, sin embargo la citada inmobiliaria ha bloqueado, física y jurídicamente, esa conexión provocando que las aguas negras crudas se sigan derramando a nuestro estero y eventualmente al mar afectando al medio ambiente que nos sustenta y a nuestra salud”.

De este modo, “a finales de 2014 la Inmobiliaria […] inició la construcción de un bordo en el arroyo y la laguna que, aunque cuenta con las autorizaciones de Conagua y Semarnat, es a todas luces un despojo de tierras federales a nuestra comunidad y una amenaza a nuestras familias por ser una obra abusiva, ilegitima y viciada de origen. Esta obra fue realizada a ultranza sin informar a los habitantes y sin contar con la plena autorización ambiental”.

Los ciudadanos organizados “hemos obtenido ya la suspensión de labores por el municipio y la clausura temporal y parcial del bordo ilegitimo en este sitio por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente [Profepa] y pedimos la revisión total del proyecto, por las inconsistencias tanto en las Manifestaciones de Impacto Ambiental como en las delimitaciones, los permisos y concesiones otorgadas”.

El 23 de enero, “se nos informó que trabajadores de la Conagua tienen orden de realizar en carácter de urgente la conexión de las plantas de tratamiento  instalando  la tubería en el bordo edificado ilegalmente por la inmobiliaria antes mencionada, y aunque sabemos que esta conexión es un anhelo del pueblo y una urgencia para detener el flujo de aguas negras al medio ambiente nos parece una burda y barata estrategia para legitimar este bordo construido sin autorización que invade y supera los límites de la Zona Federal correspondiente al arroyo y al humedal con la franca intención de despojar a la nación de miles de metros cuadrados de tierra al ser anexadas al polígono propiedad de la inmobiliaria citada”.

Por ende, “le solicitamos respetuosamente [que] como Presidente de la República instruya a los secretarios, procuradores o directores respectivos para que exijan a sus delegados o directores estatales en Nayarit el cumplimiento y aplicación de la ley a cabalidad y por ende la protección del medio ambiente y de las tierras federales como bien de los residentes de San Pancho”.

En concreto, reclaman: “el retiro inmediato del bordo recientemente instalado y la restauración del daño”;  la pronta conexión de las plantas de tratamiento “utilizando el bordo histórico de todos conocidos como vía para alojar la tubería necesaria e iniciar el saneamiento integral del humedal”; anular y revocar los permisos y declarar el humedal  área natural protegida en la categoría que aplique para su futura y definitiva restauración”.            

La carta señala la necesidad de recibir una respuesta antes del próximo lunes 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, en que se movilizará la población en defensa de su estero.

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