Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
El municipio en México y en Jalisco significa gobiernos locales de corto plazo y cuyas miras se detienen en sus linderos con otros municipios; con escasa planeación y transparencia; con nóminas obesas y endeudados; sin ingresos propios de consideración y sin la sanción ciudadana que significaría la reelección, admite Enrique Cabrero Mendoza, académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y experto en el tema.
El problema es la falta de incentivos para que los partidos políticos cambien este panorama de ineficiencia y minoría de edad que se padece en ese nivel de gobierno.
“Creo que está claro a estas alturas el balance de la gente que nos dedicamos al estudio de las administraciones municipales; el asunto de los periodos sin reelección inmediata, que cada vez es más preocupante en el país, y todo porque hablamos de ciudades, de espacios locales, que requieren planes de mediano y corto plazo, y con estos cambios tan rápidos de tres o en algunos estados cuatro años, no alcanzan a consolidarse; en otros países, los gobiernos locales son donde los gobernantes duran más tiempo, se permite la reelección en varios periodos, y algunos tienes alcaldes que llevan 15 años, que han logrado consolidar totalmente el proyecto de ciudad que tenían, cosa que en México desafortunadamente no se puede”, señaló en entrevista telefónica con MILENIO JALISCO.
Si a esto se añade “cabildos que en realidad no funcionan, que no tienen las herramientas para tomar las decisiones, los bajos recursos fiscales y la baja profesionalización de funcionarios locales, todo eso te hace un coctel en el que es muy difícil que encontremos administraciones municipales que realmente logren sus objetivos en tres años”.
—Esto parece ser aún más crítico con los municipios enclavados en áreas metropolitanas, como es el caso de Guadalajara…
—Creo que es un caso que nos ha llamado favorablemente la atención, dado que ha habido iniciativas, como lo es el Instituto Metropolitano de Planeación, y también un consejo; no se ha consolidado todavía, no es una realidad, pero ya hay un conjunto de actores preocupados; nosotros hemos insistido en todas las zonas metropolitanas que se requieren estos institutos para así garantizar la coordinación de los servicios, y eso es lo que pasa en todas las ciudades del mundo […] creo que ahí el Congreso local de Jalisco, tienen posibilidades de avanzar bastante en la normatividad, y aceptar la existencia de un instituto, promover la profesionalización de los servidores municipales, y ojalá que Jalisco se ponga a la vanguardia en estos temas.
—¿Qué es lo que impide que estos cambios se lleven a cabo, cuando se tienen años discutiendo su conveniencia?
—Tenemos un grave problema ahí: no hay incentivos en los actores políticos para generar acuerdos de largo plazo, obviamente porque sus periodos son cortos, pero también el problema es que al interior de los partidos […] ellos saben que sólo van a estar tres años, y ya están ocupados por dar el siguiente paso, que es moverse a una candidatura, una diputación, al gobierno del estado; cuando uno platica con los partidos políticos, la conclusión ya en corto de los partidos es la misma, nosotros necesitamos la movilidad de nuestros militantes, el hecho de que las administraciones y gobiernos municipales sean cada tres años, y que cambien los alcaldes y cambien los regidores, nos da a nosotros como partidos políticos la oportunidad de mantener a nuestra militancia con expectativas de que van a tener oportunidades de tener campaña y de gobernar, es decir, hay una visión de los partidos totalmente centrada en los beneficios de ellos mismos, y no pensada en los beneficios para los ciudadanos; y mientras no hagan un compromiso más fuerte con la sociedad y eviten esta rotación, pues entonces vamos a seguir en una situación muy grave.
Según el investigador del CIDE, “cada año, en este país se cambian entre 60 mil y 70 mil funcionarios municipales”.
Esto es fruto, admite, de “una visión muy corta, inmediatista, miope, porque en el fondo lo que puede ayudar a los partidos políticos a consolidarse son las buenas gestiones y el referendo del electorado para que sigan al frente de estas gestiones”.
Otro problema es la deuda y la falta de recursos. “Se quejan mucho en las administraciones municipales de la falta de recursos, y creo que tienen la razón, también es cierto que con el impuesto predial, que es una de las fuentes más importantes de ingreso del nivel municipal en todo el mundo, México es uno de los países que peor recauda y administra, lo cual hace que las administraciones municipales tengan pocos recursos, pero también hacen pocos esfuerzos por una recaudación más ordenada en esa materia”.
En cuanto a la deuda, es sano y normal tenerla si se usa de forma adecuada; “en México estamos en el peor de los mundos porque son municipios con pocos ingresos propios, que dependen mucho del nivel federal, y que además tienen el incentivo de endeudarse porque al final lo que ha pasado siempre es que el gobierno federal acaba salvando a los municipios con mayor nivel de endeudamiento”.
Así, Cabrero Mendoza espera que el nuevo gobierno y la legislatura que acaba de comenzar actividades a nivel federal, asuman una responsabilidad para mejorar el marco de la gestión local y contribuir a gobiernos de largo plazos, sanos y maduros en la óptica del servicio público.