miércoles, 4 de abril de 2012
Macrolibramiento pondría en riesgo existencia de ahuehuetes centenarios
El escultor Jorge de la Peña, autor de "La estampida", encabeza la exigencia de respetar el arroyo de Los Sabinos, afluente indispensable para la permanencia del sistema biótico
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
En el trazo del macrolibramiento, hay dos puntos que pasan a 40 metros del arroyo de Los Sabinos, en el que sobreviven centenarios ahuehuetes, que de esta forma podrían ver perturbado todo el sistema hidrológico y biótico que les da sustento, y extinguirse como ha pasado gradualmente con las sabineras aguas abajo de la cortina de la presa Calderón.
Entre los representantes más conspicuos de esta comunidad de gigantes hay individuos de 400 o 500 años, asegura el escultor Jorge de la Peña (autor de La estampida), quien tiene casi tres años de luchar por prevenir el golpe a esta amplia sección del arroyo, que va de la carretera Chapala-La Barca a la desembocadura del río Santiago.
“Los representantes municipales han recibido ya la petición de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes [SCT] para que se autoricen las obras, pero el cabildo pide información y no se les da, por eso no hay permiso, […] nos preocupa mucho porque hace unos días, pese a la falta de permisos, se metieron máquinas a un predio enclavado muy pegado al arroyo, se llama La Bolsa, y gracias a que el dueño del predio reclamó, el personal de la constructora determinó respetar el plantío de trigo, lo que da tiempo hasta mayo”, explica el artista devenido en activista ambiental.
Lo que le llama la atención es que ya había un acuerdo con la SCT que parece que no se quiere respetar: “Hace dos años y medio, acudimos a la Ciudad de México con altos funcionarios de la dependencia; nos apoyó la secretaria de Medio Ambiente de Jalisco, Martha Ruth del Toro, y el director de la Comisión Estatal del Agua [CEA], César Coll Carabias, y a ellos les señalaron que tenían un trazo alternativo que deja el punto más cercano del macrolibramiento a 680 metros, por eso nos extrañó, al ver los planos del proyecto, que no se respetara el acuerdo”.
Esto le indica que la SCT sólo pretendió ganar tiempo, y si bien, la falta de permiso municipal es un arma que puede ayudar a revisar el trazo y garantizar la conservación, “la SCT ni siquiera entrega la información que justifique su trazo; el ayuntamiento ha dicho que se necesita esa información porque hay que meter pasos de fauna, pasos peatonales y pasos para vehículos, para mantener el funcionamiento del territorio y que no se parta en dos.
Preguntó por qué el valor económico de una infraestructura es superior al de un corredor de Taxodium mucronatum, el famoso “ciprés” del emperador Moctezuma, conocido como ahuehuete, viejo de agua, o sabino, especie arbórea perteneciente a la familia Taxodiaceae. Son árboles majestuosos, corpulentos, que ostentan récord mundial en grosor y su longevidad es sólo inferior a la de las gigantescas secoyas de California.
El 15 de julio de 2009, uno de los ejemplares más robustos del arroyo, enclavado al sur de la carretera Chapala-La Barca, en el predio de La Cañada, fue designado árbol patrimonial por la delegación Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Tras esa ceremonia, en que se develó una placa, el entonces titular de la dependencia, Jesús Álvarez, se comprometió a generar una gestión del territorio que permitiera conservar la región completa.
Explicó que hay sensibilidad de los propietarios para establecer algún régimen de protección que obligue a los vecinos a sanear y restaurar la cuenca completa, lo que propiciará que los grandes ahuehuetes permanezcan varios siglos más.
Hoy, a tres años, la dinámica de desaparición pende más amenazante que nunca.
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