Semarnat abrió averiguación previa 946/2012 ante PGR. El megaincendio está totalmente controlado. Hoy anunciarán millonaria inversión para restaurar miles de hectáreas. Testimonios de la dificultar por dominar al fuego
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
El megaincendio de La Primavera, que fue totalmente controlado la tarde de ayer, ya tiene una averiguación previa (946/2012) en la Procuraduría General de la República (PGR), y el patrón criminal que presuntamente lo generó va a traer como consecuencia un “gravamen” sobre las escrituras de los predios donde se originó el fuego, para que se mantengan en uso de conservación al menos por 20 años, advirtió el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno de la república, Rafael Elvira Quesada.
El funcionario sobrevoló la zona en el quinto día del siniestro, cuya superficie afectada podría ir de cuatro mil a 7,800 hectáreas —no hubo claridad en la estimación del daño— y posteriormente dio un mensaje a los medios con las medidas destinadas a impedir que se repita este tipo de desastres.
“A mí me sorprende, estando dando seguimiento a incendios relevantes en todo el país, encontrar este tercer caso en la república, donde la presencia de un incendio parece ser accidental, pero de pronto toma otro rumbo, por la presencia de algunos brotes de incendio en otros sitios totalmente fuera de lo común, fuera del polígono, fuera de las condiciones del incendio”, explicó.
“Así fue en Quintana Roo, hace dos semanas en Michoacán, y ahora se está presentando en Jalisco; a partir de esa experiencia le pedí al gobernador Emilio González que tuviéramos la presencia de la Policía Estatal, solamente como vigilancia, de manera que no estuviera gente rondando alrededor del incendio sin tener alguna actividad, para tener una mejor condición de control del incendio”.
Dijo que acordó con la procuradora Marisela Morales, “para que conjuntamente con la Profepa podamos tener una línea de investigación, mucho más intensa, y se encuentran con nosotros elementos de la Agencia del Ministerio Público Federal [de Zapopan], y está llegando personal especializado en asuntos ambientales, para dar seguimiento en el área donde se originó el incendio, para lo cual pedimos la colaboración de la ciudadanía [sic] para identificar a los posibles causantes”.
Elvira Quesada pretende dar vigencia a lo que ya establece el artículo 117 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, y que “en los predios donde se suscitó algún brote de incendio, y que no se encuentran las causas muy claras, vamos a entrar en un proceso de gravamen de escrituras, con la finalidad que esas escrituras no puedan ser registradas como un área urbana o suburbana, sino que sea área de conservación forestal, [...] si hay propiedad privada dentro de esta área, esta propiedad privada no pueda tener cambios de uso de suelo, que no pueda ser usada para fraccionamientos, para construcciones, colonias, asentamiento urbano”.
Añadió que buscará contacto con el presidente municipal de Zapopan, Héctor Vielma Ordóñez, para pedirle “que en todo momento no se libere ninguna licencia municipal en estos frentes”.
Adelantó que hoy, el presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, podría presentar el monto del dinero federal que se usará para restaurar completamente la zona alterada por el fuego, “una cantidad que le podamos asignar a la administración estatal del bosque para que se comiencen todas las acciones de restauración”.
El secretario informó que el Centro Integral de Vida Silvestre (CIVS) de la Semarnat ha atendido alrededor de quince animales afectados por el fuego, la mayor parte de los cuales fueron reubicados en áreas sanas de la floresta; sólo se reportó una serpiente muerta. Una estrategia mientras se recuperan los ecosistemas, es poner depósitos de agua y comida para que la vida silvestre se desarrolle sin obstáculos.
El secretario reconoció que la zona conflictiva en la cual nació este gran incendio perteneció al bosque hasta 2008, cuando un tribunal colegiado lo separó del decreto arguyendo violación de derechos de ejidatarios de Santa Ana Tepetitlán. También admitió la necesidad de que los propietarios se sumen a la tarea de conservación, para lo cual “deberían entender que les conviene más un ecoturismo bien planeado que cobrar por una ocasión un lote para vivienda”.
“La experiencia que hemos tenido en otros lugares del país es que si bien se puede perder una superficie, en este caso, esas más de 500 hectáreas, busquemos reponerlas en algunas otras esferas con la adquisición, con el financiamiento de todas las partes, para seguir marcando un polígono importante; la coordinación que yo les ofrezco es que no obstante que quedan pocos meses, se puede hacer algo claro”.
También sería saludable contar con instalaciones de cámaras para monitorear las actividades que se realizan en el bosque, agregó. El caso, subrayó, es un verdadero rescate de la reserva federal.
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“El viento hizo muy difícil el control del fuego”
Habla Alberto Chávez Acosta, experimentado jefe de una brigada que se sostiene por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como cumplimiento a los deberes legales de la paraestatal con un bosque que dañó en el pasado. El hombre comenzó a apagar fuegos a los 22, y hoy tiene 57 años. Ya ha visto cara a cara a la muerte, como en aquél siniestro de 1998, también en La Primavera, cuando una lengua de fuego le brincó completamente, pero no lo tocó...
Chávez Acosta trabajó en la extinta Secretaría de Recursos Hidráulicos, a partir de los años 70, cuando el territorio estaba menos comunicado y la labor de enfrentar siniestros forestales era titánica; tan sólo por las distancias y lo escarpado de algunos terrenos.
“Por ejemplo, en la sierra Huichola, estaba tan alejada que se empezaron a usar helicópteros para mover al personal, y eso hizo mejorar mucho el combate, [...] aquí, tan cerca de la civilización, hay también barrancas y problemas; tan sólo hace dos días, que llegamos aquí a Planillas, debimos esperar porque hay acantilados, y no metimos contrafuegos, esperando que no se dañara la vegetación”.
La zona fue restaurada en los últimos años, pero parte de esas plantaciones se perdieron: “También vimos huir como siete venados, son rápidos, pero pueden quedar atrapados”, añade.
—¿Qué habilidades se requieren para hacer este trabajo bien?
—Principalmente, es parte del estudio, la academia, y tener corazón para andar detrás del fuego, dejar de dormir, dejar a la familia.
—¿Y eso le ha ocurrido mucho en estos 35 años?
—Sí, yo llegaba con mi familia después de ocho días de trabajos continuos, para descansar cuatro o cinco horas y luego continuar.
—¿Se requiere de cierto gusto de la mala vida para estar en esto?
—Eso no es cierto, tiene que nacer del corazón, tenerse la vocación.
Otra tarea enormemente difícil es combatir los incendios desde el aire, a lo cual se dedica el jefe de helicópteros de la Unidad Estatal de Protección Civil, Jorge Alberto Sánchez Salvatori.
“Se nos pidió apoyo a partir del domingo y nos enfocamos a tratar de apagar en primera instancia los incendios que estuvieran cerca de viviendas o de personas, [...] el calor genera viento, desestabilidad en el aire, y los retos que siempre debe esperar un piloto de combate de incendios son los vientos, temperaturas extremas, el humo, y todos son peligrosos, pero creo que el más peligroso es el humo, ya que reduce mucho la visibilidad, y eso puede hacer que tengas una colisión con postes, árboles o cables; afortunadamente nosotros ya tenemos establecido un sistema de comunicaciones aéreas, estamos todo el tiempo hablando coordinadamente como se nos ha enseñado, y ayuda”.
—¿Cuál ha sido el momento más difícil que recuerde en estas tareas?
—Ciertamente fue aquí en La Primavera, hace como cinco años en un incendio donde se nos pidió apoyo; recién acabábamos de tomar el adiestramiento, entonces teníamos primero que familiarizarnos con el equipo, y cuando uno está aprendiendo se te pueden barrer dos o tres detalles: tuve problemas para seleccionar la descarga, e hice la maniobra, pero no abrí las compuertas; me di cuenta de reojo que no había abierto las compuertas, y lancé el agua, y al momento, el helicóptero se quita 500 kilos de peso, y eso lo hizo flotar inmediatamente, uff, apenas controlé la nave...
Sánchez Salvatori opera el helicóptero Fénix de la Unidad Estatal de Protección Civil: el ave mítica que resurge de sus cenizas. Y cree que la naturaleza resurgirá del reino de fuego y humo que ha avistado en estos días aciagos.
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