lunes, 18 de marzo de 2013

Protección estricta a los bosques de "Abies", recomienda experto alemán



La comunidad internacional preocupada por los recursos genéticos en riesgo en esos bosques de oyamel del Nevado de Colima; se debe generar un desarrollo forestal y comunitario a largo plazo, destaca Carsten Schroeder. Fotografías, cortesía de José Villa Castillo

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO

Proteger de forma estricta los bosques de Abies (oyamel) del Nevado de Colima “es crucial” por el tesoro genético único que allí ha evolucionado, advierte el experto forestal Carsten Schroeder, catedrático en Silvicultura del Centro de Agricultura y Forestería Tropical y Subtropical de la Universidad Georg-August en Gotinga, y miembro del Instituto de Investigaciones en Ciencias Genéticas Forestales en Hann–Muenden, Alemania.

Schroeder estuvo comisionado a la mayor montaña del occidente mexicano durante los meses de enero y febrero de este año, “para proporcionar asesoría en el manejo y conservación de los recursos forestales”, señala en entrevista con MILENIO JALISCO.

El germano alude a la presencia no solamente de Abies religiosa, sino de otras dos especies de oyamel, una cuya distribución mundial se restringe al occidente mexicano —el Abies flinkii— y otra que podría sólo estar en la montaña de 4,260 metros sobre el nivel del mar —el Abies colimensis—, según lo que han documentado expertos de la UNAM y la UdeG (ver edición del 15 de diciembre de 2012).

La presencia del experto forestal coincidió con un año semillero, lo que permitió observar conos de los tres tipos de Abies, lo cual es importante porque “no están totalmente identificadas por los científicos”; es un trabajo que continúa avanzando, dice, apoyado por un intérprete
que lo traduce al español.

— ¿Qué tan complejo es manejar un ecosistema como éste ante la presión humana, la tala del bosque?

— La conclusión es que un parque nacional son montañas; tenemos el bosque por arriba de 2,500 msnm de elevación; es un ecosistema geográfico muy raro, en realidad, una pequeña superficie, muy importante para el mundo (…) quiero enfatizar la importancia internacional de mantener este sitio de biodiversidad, que debe ser la principal prioridad, en el seguimiento que voy a hacer vamos a tratar de hallar formas de asistencia internacional a través de diferentes proyectos para proteger a este raro ecosistema, que como está, es para que no sea tocado. En Alemania aplicaríamos una política de protección estricta.

— Pero en México, los bosques tienen dueños, hay millones de personas habitando en sitios con alta diversidad biológica.

— Alemania ha desarrollado desde hace 25 años un sistema extremadamente bueno, que lo llamamos manejo ecológico de bosques a largo plazo; el sistema se reduce a diez puntos básicos: uno, no aclareos —es decir, conservar 100 por ciento de cobertura del bosque, no exponer a luz solar lo que no debe ser expuesto—, dos, mantener los estratos herbáceos; tres, no meter plantas exóticas, sólo especies locales adaptadas; cuatro, sacar de un solo árbol, dependiendo de los volúmenes y el tamaño, un diámetro objetivo para evitar dañar otros y evitar la erosión, lo cual es muy difícil en México por ser un país tan montañoso…

El quinto punto es “trabajar con personal altamente educado, o sea, con formación técnica, forestales y dotar de cierta infraestructura, que nos lleva al punto seis: no se nos permite transitar con maquinaria en el bosque, por la compactación, y para eso tenemos algunos caminos forestales, líneas de arrastre, y jalamos los árboles con cables […] punto siete, no usar sustancias químicas; punto ocho, tener un bosque certificado; punto nueve, si hay especies amenazadas no se deben de tocar; punto diez, evitar la cacería y extracciones en las zonas de aprovechamiento.



— En México las especies raras o en riesgo están protegidas, pero eso no se suele trasladar a una política efectiva de protección.

— Pero también hay protocolos internacionales, que hablan de la protección de especies amenazadas, como también hay protocolos para plantación, para protección de recursos genéticos; por eso deberíamos explorar esta parte, en las convenciones internacionales.

— Hay latinoamericanos que ven esta inquietud europea ecológica como una tutela colonialista.

— Mi padre fue un mercader maderero, estoy consciente de esto que piensan en Latinoamérica, lo veo como algo complicado (…) he trabajado en varias naciones durante 40 años, me tocó ir a Malasia, a Indonesia, naciones muy ricas en recursos, como México; pero tenemos un problema todos los humanos, el ADN de la gente es que si tenemos dinero queremos siempre más, y es el mismo problema que hay en Alemania, ya privatizaron el servicio forestal y quieren más dinero y más madera y la sustentabilidad está al borde del colapso…

— El tema del cambio climático es especialmente crítico para los bosques de oyamel, y en general, el bosque mesófilo de montaña.

— Con el cambio climático necesitamos más bosques, eso está claro, no se necesita discusión; entre más bosques más adaptación; en Alemania llamamos al Abies la madre de los bosques, porque ayuda a mejorar la situación del humus, la capacidad del suelo, es la fuerza curativa del ecosistema, lo estabiliza; además, los Abies son muy sensibles a los cambios, y en ese sentido, son termómetros, indicadores de la transformación.

— Pero los oyameles del Nevado están en medio de una región tropical, con distribución limitada, ¿eso no los condena a desaparecer?

— Sí, tienen más riesgo de extinción, debido a que dependen fuertemente de la altura sobre el nivel del mar y de la temperatura; en términos de cambio climático es un punto de investigación muy importante, tenemos que encontrar la velocidad de marcha de las especies, pues a mayor calentamiento, el Abies tiende a subir de gradiente actitudinal, pero tiene un límite, que es la misma montaña […] contestando honestamente, parece que el Abies no tiene ninguna oportunidad, está aislado, pero debemos hacer más investigación científica, ver la velocidad de los desplazamientos y la ecología de estas poblaciones.

En ese sentido, “tal vez podemos localizar una organización internacional que le apueste a pagar por conservar estos recursos genéticos, si a México no le interesara; en vez del pago por servicios ambientales, es una cuestión de compromiso, en conclusión, yo no tendría duda en proteger estos bosques, iría por procesos descentralizados, integrando a la gente rural de las localidades en el manejo sustentable; he visto que en las áreas rurales la gente necesita trabajo y los bosques crecen solamente en áreas rurales, hay que traer a la gente al bosque, para desarrollar oficios de los que se sientan orgullosos, no hay otra salida sino darle respeto a la gente, para que está se comprometa con la conservación”, subraya.

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Petición: detener permiso de tala

En una carta dirigida a Álvaro García Chávez, entonces secretario de Desarrollo Rural de Jalisco, el 29 de enero pasado, el experto alemán advierte la necesidad de detener el permiso que otorgó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para talar bosques de oyamel del Nevado, al ejido Huescalapa, en septiembre pasado: 170 mil metros cúbicos de madera por diez años.

"He tenido la oportunidad de visitar los bosques del Nevado de Colima y sus alrededores, así como de discutir sobre los bosques de este parque con otros expertos. Creo que los bosques del Nevado de Colima y sus alrededores representan un tipo de floresta de importancia genética crucial que deben ser protegidos".

Añade: "Como todos sabemos, el parque se ubica en la parte sur de las montañas de la Sierra Madre Occidental y en la parte Oeste del Eje Volcánico Transversal [sic]. Este parque es reconocido por la salud de las especies endémicas y de su amplio espectro en su diversidad biológica. Las especies del parque y sus alrededores son una mezcla única de especies ubicadas en la parte norte, así como en la parte oriental y en del sur de México. Una parte importante de esta floresta son los bosques de niebla; uno de los tipos más raros de bosques en México. Tengo entendido que los Bosques Mesófilos del Nevado de Colima fueron decretados como parque estatal para proteger ese raro y único bosque de niebla".

Parte de estos bosques de niebla "están dominados por abetos, o Abies; y la principal especie Abies religiosa. Sin embargo, otras dos especies de Abies crecen en concordancia con el religiosa, siendo estas el A. flinkii y A. colimensis. Estas dos últimas especies apenas recientemente se comienzan a estudiar; y aún no sabemos la relación entre las especies del estrato superior y menos aún del estrato bajo del ecosistema. Mi observación preliminar y mi conocimiento por parte de los expertos en el trabajo de genética, es que probablemente se trata de tres especies diferentes; con A. flinkii localizado solamente en los estados de Jalisco y Michoacán. Aparentemente A. colimensis solo se ha localizado en el área del Nevado de Colima".

Así, "quiero enfatizar en esto: una importante y hermosa especie del estrato superior de los raros y únicos bosques de niebla, el A. colimensis, se ha localizado únicamente en los alrededores del Nevado de Colima. Y más importante aún, desde el punto de vista científico, apenas se ha comenzado a conocer a esta especie, así como de su interacción y traslape con otros Abies, con otros árboles del estrato superior y del ecosistema en general".

"Como lo han señalado en su trabajo científicos de la UNAM, estas tres especies son genéticamente diferentes. Descubrieron que las poblaciones localizadas en la región del Nevado de Colima son genéticamente muy diferentes del resto de las especies, y que las poblaciones están genéticamente aisladas.. Tengo entendido que el permiso para aprovechar este bosque es de tipo selectivo: se han autorizado mil árboles para ser extraídos en el primer año y posteriormente más árboles se estarían extrayendo en cada uno de los subsecuentes nueve años. El efecto práctico es que los árboles más grandes y mejores serán removidos del ecosistema. Desde una perspectiva forestal profesional, la extracción removerá para siempre la fuente de semillas del genotipo exacto de aquellos árboles que un forestal desearía reproducir y desarrollar como nuevos bosques. Desde una perspectiva de genética forestal la extracción podría remover completamente de la tierra una especie de árbol: el Abies colimensis”, pone en relieve.

Esto, porque “si vemos en retrospectiva y miramos los posibles efectos por el cambio climático en estas especies, el futuro para Abies en el largo plazo no es nada benigno. Por ejemplo, los científicos han pronosticado una pérdida de 96 por ciento de Abies religiosa para fines del presente siglo, […] el decreto de creación del los Bosques Mesófilos del Nevado de Colima parece ser un indicador muy positivo del compromiso del gobierno y de su pueblo para proteger esta área y contribuir al reservorio genético y la resilencia que serán cruciales para la sobrevivencia en el largo plazo de las especies de bosque de niebla”.

Concluye: “creo que el aprovechamiento que ha sido autorizado [y que podría continuar] está en contradicción directa a lo establecido en los objetivos de conservación y cambio climático del gobierno de México. También creo firmemente que la corta de esta especie única parece ser irracional”. No ha habido una respuesta formal a la petición.


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